Friday, April 25, 2014

2/7 Mares

—Tu comida sabe como a un beso.
—¿De veras?
—Si. A un beso negro.
     (Fast-forward a los argumentos un tanto triviales.)
—¡Eres un patán! ¡Mi madre tenia razón!
—¿Me vas a venir con esa frase estúpida, mujer? Recuerda que fuiste la que insistió en que no me ponga condón y tengamos a esa escuincla que en este momento debe de estar bien marihuana.
—Si está descuidada ha de ser por tu culpa, no eres el mejor ejemplo ¿sabes?
—¿En serio? Y cuando vas y te revuelcas con el veterinario sobre la jaula de perros has de ser un gran ejemplazo de persona.
—Al menos no estaba dando el ejemplo de ser un borracho vomita uniformes.
—¡Como si los hubieras lavado!
—Tal vez hubiera tenido que ¿Pero sabes qué hiciste? ¿Te acuerdas de lo que hiciste? ¡Le diste el uniforme vomitado al perro para que se lo comiera! ¡Al pobre perro!
—Y esa fue la excusa perfecta para que te vayas a perrear con el veterinario ¿no? ¡Deberías agradecerme!
—¡Yo puedo ir con él cuando quiera, por favor!
—¿Por favor qué?
—¿Qué de qué?
—¿Qué de qué, pues?
—¡Eres un patán! ¡Mi madre tenia razón!
       Dentro de la familia Mares se encuentra una gran discordia: Dado el caso de que mamá Mares y papá Mares no han estado muy contentos uno con el otro últimamente, un divorcio se aproxima. En la casa viven 7 inquilinos de la familia, que son madre y padre, sus 3 hijas, la abuela paterna y el perro, les dicen los 7 Mares. La madre se dedica a la limpieza de casas. Los martes (a veces lunes, miércoles, jueves, viernes y sábado) asea el hogar del veterinario para poder ganar algo y así ayudar a la familia. Ya que desde el desempleo de papá Mares -llegó borracho por doceava vez a la oficina y lo despidieron- la situación está aun más difícil. La abuela Mares solía ser enfermera, y desde su retiro recibe una medio generosa pensión de vez en cuando la cual aporta para el sustento. Las niñas van a la primaria y la más grande a la secundaria. El perro Mares no tiene un ojo. La historia de por qué la mascota no tiene un ojo varia depende de la temporada: Si es cuando mamá Mares está caliente y deseosa por juntarse con canes y orgasmos, la historia relatada es que el padre en una de tantas que llegó borracho, no se fijó y, con el auto aplastó al perro hasta el punto de que se le reventara un ojo. Cuando le dan su 'chequeo' al can y ambos regresan consentidos, la historia toma otro sentido. En esos casos, la persona responsable por la falla ocular es la madre, y papá Mares declara que una noche ella de tan urgida que estaba le sacó el ojo al perro con una cuchara como acto desesperado.
Nadie conoce la historia real, pero como yo soy un narrador omnipresente (menos en la iglesia), sé lo que pasó. En efecto, la madre tenia la tentación de sacarle el ojo al perro con una cuchara, pero había rechazado la idea, y cuando estaba dispuesta a volver al hogar, el padre llega borracho, sin embargo no aplasta al perro ¿Cómo fue que el perro quedó desojado? Imaginemos la siguiente escena: Padre Mares llega ebrio, sin poderse sostener de lleno, y con sus ojitos medio chuecos mira directamente -o un intento de mirada recta- a madre Mares.
—¿Que estás haciendo? —pregunta papá Mares.
—Quise salir un rato a tomar aire fresco.
—Como te encanta usar frases peliculeras.
—Y a ti los tragos culeros.
—Y las viejas culeras. Arréglate el pelo ¿no?
  Eso era algo que probablemente hubiera causado rabia en su mujer, pero al contrario. A pesar de que la llamó culera, señaló que le gusta. Se ruborizó un poco, se acerca a su marido que tiene poco control sobre su cuerpo. Le acaricia las mejillas y son suavesitas.
—Mis nalguitas de bebé —le dice la mujer.
   "Nalguitas de bebé" es el apelativo más ridículo que pueda existir -si puedes desmentirme mándame un correo-, y era así como Sra. Mares llamaba al Sr. Mares. Sus suaves mejillas era algo a lo que ella se sentía atraída. Por alguna razón, después de tanto tiempo, sus cachetes siguen suavesitos, cálidos, humectados y nada grasosos. El veterinario, al contrario, siempre traía un look con barba. La verdad es que la tiene para poder cubrir una marca de nacimiento que tiene en el área izquierda de su mentón. Un lunar en forma de martillo abunda en esa región, desde niño le hacían mofa cantándole: «Martinillo, martinillo ¿Donde estas? ¿Donde estas? Tócate la barba, tócate la barba. Rim bon ban, rim bon ban.»
Volviendo al romance entre los Mares, para este punto ambos ya se quitaron sus prendas de arriba porque había una llamita dentro de los dos había sido encendida. El ego de esposa Mares cuando es insultado queda vacío, hambriento. Para ser alimentado, había que entregarle -según el manual-: besos, masajes, masturbaciones y coitos (Todo por "su bien"). Y su esposo nalguitas de bebé, después de tantos años, sigue siendo su repartidor favorito.
—Hagámonos uno en el cosmos —dice la mujer, citando una frase genérica popular.
—¡Déjate de pendejadas! —responde bronco el don— Puras tonterías, yo solo te quiero dar
—¡Ay si! —se exalta.
—Ámonos.
Al momento de tenerse a ambos desnudos en el patio, y probablemente alguien los estuviese viendo (Es decir, tú y yo). Se arroja el hombre sobre la mujer, esta lo acepta con brazos abiertos. El punto que olvidamos es el severo caso de ebriedad del machote. Al tirarse sobre ella no calculó bien sus fuerzas ni su puntería y cayeron bruscamente sobre el perro. El perro chilló, pero él creyó que era ella gimiendo, y ella creyó que era el gimiendo -esa clase de sonidos suelen hacer-. Así que sobre el perro inmóvil lastimado, empieza su penetración.
—¡Duro! ¡Duro! —gritaba la mujer.
  Él, obediente y con empatía le da más duro. El perro empieza a chillar aun más, lo cual excita a ambos a un nivel que creían que ya no alcanzarían. Al momento en el que se acerca el orgasmo mutuo -posible como 1 en un 1,000,000-. Los dos realizan el movimiento de contracción caderística más fuerte de sus vidas. Y por ende, el pobre perro despanzurrado se le escapa un ojo. Difícil fue de explicar a la mañana siguiente, orgullo y carrilla estaba en juego. Desde ahí surgió la guerra de culpas.

Lucrativo

De una sonrisa entre muchas
De un hilo observado por la humanidad
De las tijeras que terminan mis aungustias
De una simple mortalidad

Me enamoré

De los colores que gritan "¡Baila!"
De las palabras sencillas que ocupé
De las complicaciones que surgen al existir
Y que con un poder extradimensional

Vencí, junto a ti.

Tus vagas expresiones
tus tristes inseguridades
tu perdida de fé en mí
¿Por qué tienes que pasar

por ello?

Te demuestro mi devoción
que mi existencia la aprovecho
que los sueños de vida que tengo
que tu mera presencia, me emociona.

¡Ámame! ¡Sálvame!

Eres ganancia, enriquecedora
no me gusta verte perdida.
Clorofila de mi vida.


Simulador

Una persona como tú,
sentada en la esquina de la cama,
planteando conversaciones sin genio alguno,
midiendo el estrés con cinta kilométrica.

No se levanta ni se acuesta.
Ahí esta, plantada en la orilla
de algo mas grande a si,
pasando de algo inmenso a algo probable.

Ni considera levantar un dedo,
ni pedir agua a quien sea.
Cree enriquecedora la soledad
que se compró diciendo no al redondeo

Ahí esta, clamando libertad
aun sin tocar el clímax,
aun sin darle una palmadita
en la espalda a lo que quiere.

Porque ¿Qué Quiere? ¿Trascender?
¿Como alguien en la orilla de la cama?
Diciendo "me caga ser inmortal"
Me caga ser inmortal.

—————————U-pa-pa————————

Y quizás también mola vivir con contradicciones
que tocan los cojones cuando lo mas importante
es que no nos haremos mayores porque somos inmortales
y quizás no entendemos por qué hacemos lo que hacemos 

pero lo hacemos y lo rehacemos
 y quizás si nos miramos al final comprenderemos
¡de qué coños estamos hechos!

(Generació Tofu)

Tuesday, April 22, 2014

Motor En Movimiento

¡La literatura es colosalmente inútil! Y sé que podrían decir «¿Entonces por qué carajos escribes?» Y respondería: «Porque me gusta, me gusta hacer algo colosalmente inútil.» He de presumir que como 'escritor' tengo una reconocida carrera, inclusive antier me llegó mi invitación para registrarme como nominado para el premio nobel de literatura. La carta era beige, con un listón dorado y un sello que luce a don Alfred Nobel desde el lado de la cara que todos le conocen. Bueno, para darle sentido a esta narración: El día que llegó mi invitación a mi oficina (Sí, tengo una oficina en la que hago absolutamente nada), y emocionado volví a casa para contarle a mi esposa de esto -nuestra hija ya no vive con nosotros-. Mi carro es algo bonito, cuando se publicó mi segundo libro (Que en verdad dejé de considerar mio cuando fue galardonado bestseller) recibí un bono de parte de la editorial y decidí sacar ese carro. Es de un rojo brilloso, puedo conectar mi aparatos de audio y el ambiente se torna precioso cuando enciendo el aire acondicionado y me doy unos tragos mientras escucho entre una gran variedad de música al conducir. El caso es que traía música animada a todo volumen, me sentí desafiante al traficar y hasta rebasé a un taxi (cosa que no suelo hacer). Al llegar, abro el portón eléctrico pulsando el remoto, el cual no salió tan barato que digamos, ese me tardó 3 semanas después de la publicación del cuarto libro ¿Qué es lo que se gana un jardinero después de tres semanas de tratar a unas plantas? Considerando lo que yo le pago a nuestro jardinero, creo que ni medio portón compra, aunque no sé para qué quiere la mitad de uno. Al abrirse, meto mi coche, dejo que la canción se acabe, me bajo, y había dejado el portal eléctrico de la cochera abierto por accidente. Lo olvide, traía en mente la noticia. Ya había cerrado el carro y ya me había alejado unos pasos de él. Decidí más conveniente acercarme al botón de "sube y baja" que está en la pared (No sé si tenga un nombre en especifico, así lo denominé). Y lo presioné, le doy la espalda mientras escucho el sonido para asegurarme de que desciende. Ya conozco la longevidad del ruido, y estaba prediciendo que ya cerraría, pero en lugar del "clack" que hace cuando termina, unos chillidos lo remplazaron. Unos chillidos de una perrita, los de Migdalia siendo aplastada por la parte izquierda del portón automático, para ser precisos. A Migdalia la encuentro necesaria de describir: De la raza Shih Tzu, peinada con sus largos y gruesos cabellos que desde la cabeza le llegan a sus patitas, he de connotar que Migdalia es de baja estatura, no te llegaría ni a la tibialis anterior (la canilla, pues. Compré un libro antiguo sobre anatonomía humana y la palabrita se me pegó). Migdalia acababa de recibir su corte de pelo, y cuando la encontré aplastada por el gran cuerpo, me fijé en cómo se estaba despeinando, empece a idear un poema, que honestamente ya casi no recuerdo, decía algo como:

"¿Y si te despeinas?
¿Si pierdes el control de un mundo liso?
¿Quién te podría decir quien sos?
¿Quién dejaría que te aplaste un portón?
Del cielo o del infierno
ninguno de esos peinados te sienta."

El caso es que Migdalia no me dejó terminar, sus chillidos recitaban «¡Ayúdame, cabrón! Deja de idear versos mamones y sácame de aquí! ¡Me duele!» Corrí hacia ella, tomé desde abajo esa puerta de voluntad automática y la levanté. Desde abajo se sentía rugoso, me hizo fruncir el ceño esa sensación, y consideraba idear otro poema pero las lamidas de agradecimiento por parte de Migdalia y el portón subiéndose sin haber presionado el interruptor me hicieron distraerme. Cuando llegó hasta arriba, lo bajé de nuevo y ahora no había quedado recto, desde la derecha había un hueco. Forcé para que se cerrara, llevé a Migdalia dentro de la casa, donde su madre, mi esposa -No, no estoy casado con una can, ustedes saben sobre ese afecto familiar que se le adopta a los animalarios- le dio unos cariñitos y huesos sabor crema de maní para que se mantuviera calmada.
—¿Y traes la invitación? —me preguntó mi esposa después de narrarle lo que ya les he narrado.
—¡Joder! —exclamé— La dejé en la oficina. No pasa nada, tengo hasta enero para registrarme.
—Te deseo éxito —me dijo mientras acariciaba a Migdalia. Poniendo esa maldita y bendita sonrisa, a la que le debo el éxito que tengo y que me desea.
—Gracias —respondí sinceramente y le besé en los labios.
  Algo bueno de ser considerado 'escritor' es que puedo amar como uno, puedo construir toda una estructura y a partir de ella crear una fábula que podría fanatizar a alguien en base a mi amor. Lo trágico es que dicha estructura no iba a evitar que Migdalia fuese aplastada. Y todas las mentadas de madre que le aviente al sistema en mis textos, por más imponente, racional y bello que sea, nunca va provocar un gran cambio ¿Por qué? Porque esas organizaciones son más poderosas que unas 200 hojas. No hay que engañarnos, la literatura es colosalmente inútil, pero como la amo. Después de todo el bello desastre que creo con mi amada esposa a la hora de hacer intercambios, y después de que a Migdalia se le pasara el dolor de la machucada que recibió, ella tenía una práctica con un grupo artístico o algo así. Su carro está en mantenimiento por el momento, por lo que le presté el mío. Dije que me quedaría arreglando unas cosas de un libro de cuentos que tengo en proceso. Sale y a los 5 minutos la encuentro tocando la puerta.
—No cierra el portón. —Dice, y salgo a averiguar que pasa.
En efecto, el portón no cierra, quedando totalmente abierto. Hay unos cables de acero que supuestamente deberían de estar enredados alrededor de un circulo a manera de yoyo, y estos estaban mal acomodados y hechos bola, como un yoyo viejo y enredado. Decidí no mover nada. Al rato llamamos a un mecánico que se suele promocionar en Internet.
Al llegar, empezó a meterle golpes por todos lados. En serio, ni siquiera preguntó que había pasado, supongo que su primer paso es asegurarse que el portón sea capaz de moverse; pero a chingazos. Mi presunta mujer y yo sólo estábamos al pendiente de sus ataques. Después de lograr que baje unos ⅞ preguntó que fue lo que pasó. Al contarle, su única respuesta fue:
—Nunca hay que detener un motor en movimiento —Y le metió otro golpe al portón desde el riel por el que corren las minúsculas llantas.
Encontré eso exuberante, y pensé que podría utilizarlo en un texto (Y miren lo que estoy haciendo). ¿De dónde habrá sacado esa oración? ¿No sabe que se oculta una gran simbologia? Me di cuenta de que no cuando le dio un golpe bruto a la cuerda de acero. Esta se aflojo y él respondió con una cara de satisfacción. «Cada quien a lo suyo» racionalicé. Para este especialista, un motor en movimiento debe de ser el de un portón, o el de un carro. Pero yo lo llevé mas allá (y no sé si llamarlo bueno): Imaginé la potencia de un pueblo queriendo ser oprimido; a un superheroe siendo expuesto a su debilidad, y sin embargo logra apañárselas para salir victorioso. Me imaginé a dos jóvenes amantes que se escapan en tren, y sus padres al querer detenerlos no los alcanzan y estos se establecen en la altura de una montaña nevada, tendrían sus altas y sus bajas. Pero amándose y repartiéndose los quehaceres podrían subsistir con lo que me gusta llamar "felicidad a escala esporádica". Me imaginé a mi queriendo ayudar a Migdalia, pero el portón por anti-naturaleza misma no comprendió por qué querría contradecir la orden acatada mediante mi débil fuerza.
      El señor, que al agacharse no enseñaba su fisura del culo -cosa que agradezco y me sorprende-, lograba que bajara y que estos cables se desanudaran. Cuando quedó un divisible nudo a la vista, ésta persona puso su mano izquierda en el riel y con la otra trataba de desanudar el acero usando un destornillador de paleta. Cuando dio el movimiento certero, el hilo grueso se soltó, haciendo que el portón se dejase caer, y como tenia su mano agarrada con riel, el portón aplastó su mano contra él, cruelmente haciendo que él sea impactado con todo el peso del portón. He de connotar que Migdalia no fue aplastada con todo ese peso, al ser controlado por las cadenas y los cables de acero, este disminuía su peso, haciendo que sea mas repartido. Pero este señor no tenia nada de eso que le protegiera, ya que él mismo lo había aflojado. El tamaño del portón es grande, he de enfatizar. Un gran peso que nadie en su sano juicio quisiera lidiar en una simple mano.
—¡AY! —Grito el señor.
Mi esposa y yo nos apresuramos a intentar levantar todo para que pudiera sacar su mano, no sabíamos si era lo necesario para hacer que salga, pero fue lo único que se nos ocurrió. Tomamos el portón desde los ganchillos que tiene, la sensación era fatal, nada cómodo. ¿Cómo era que le daba palmazos como si nada? Pensé en mis manos, en todo lo que he escrito usándolas, en el sobre que me envió Alfred Nobel. Mis manos sensibles y maricas han creado y abierto esas cosas monumentales; pero no son capaces de tomar bien esta puerta de garaje. Y aun así, la cara del don se enrojecía, no gritaba, sólo fruncía el ceño fuerte para intentar resistir la tortura. La que ayudó en liberar al especialista fue mi esposa, ella resultó más fuerte que yo -y estoy consciente de ello desde hace mucho-. Logró liberar su mano. Se la sobaba quejándose quedamente ¡Qué aguante! Estando parado se masajeaba el índice de su mano izquierda, que fue la principal victima del accidente implicado. Se escuchó un crujido desde su mano "cjrack". Apretó los labios,cerró los ojos, se le movió su bigote, exhaló, y se arrancó el dedo, este, se le escapa de la mano y vuela cerca de un póster promocional de un libro que se publicó hace mucho. Era una novela de un aficionado torturador y su vida diaria, se desenlaza bajo la trama de que el gobierno le ha quitado su casa, y se propone la venganza -hubiera hecho que un objetivo sea aplastado por un portón, desearía reescribirlo-.
—¡Señor! —Exclama mi esposa, fuertemente impactada. Las nauseas le vinieron y tuvo que irse a vomitar.
Yo en verdad no supe que decir, he escrito decenas de palabras y hasta sé de múltiple gente que ha llorado leyendo lo que escribo. Pero en ese momento de los millones de palabras que he usado -claramente repetidas- ninguna me resultó conveniente. Me convertí en uno de los personajes de los que suelo redactar, de esos que no saben qué decir y bajan la mirada.
—¿Me presta un pañuelo, por favor? —pidió tranquilamente el señor mientras sangraba.
Corro y se lo traigo, me agradece, y su hemorragia se detiene. Mi esposa seguía encerrada en el baño.
—Y hielo en una hielera, si no es mucha molestia. —me inquiere ahora.
Me apresuro para recoger una pequeña hielera en la que suelo guardar una botella de whisky cuando salimos, vacío todo el hielo que tengo y se lo doy. Cuando vuelvo, el señor ya estaba sentado y el portón completamente cerrado. Tenia una cara de queja pero no decía nada. Le doy la hielerita y mete su mano ahí, se relaja.
—Oiga ¿podría acercarme mi dedo? —me pidió— La verdad es que ahorita me tiemblan las piernas y no puedo levantarme ya.
—¿Dónde quedó? —le dije para alargar la conversacion, queria evitar tener que agarrar ese dedo.
—Cerca de la pintura esa del muchacho con el traje rojo. —«en verdad, es sangre.» quise decir.
—Ah. Vale. —«¿¡Pero por que se lo arranco?!» me reprimí por decir. Sé que iba a querer escribir un relato a base de ello (ja).
Me acerco, lo tengo debajo de mi, sentí como si me hiciera ese gesto retador de "Ven... ven....". Me agacho, lo tomo y se sentía como un dedo ¡Válgame! Qué manera de expresarme, si los de la academia se enteraran me pedirían que me quede con la invitación como una simple metáfora. Opté por apresurarme para darle su dedo, lo toma, agradece y lo guarda en la hielerita.
—¿Si me la presta, por favor? Mañana se la traigo.
—Sí, no se preocupe.
—¿Tiene dónde guardar su carro?
—Tengo otro portón desocupado, ahí lo podría estacionar.
—¡Otro portón! —exclama— Como es que gana tanto de escritor?
—¿Usted me conoce? —le pregunto.
—¡Como no! —alza sus cejas— Mi hija es fanática de sus trabajos. Se emociona cada que se entera que habrá un libro nuevo de usted. La verdad es que ni se qué es lo que escribe.
—¡Vaya! Me alaga, mándele mi gratitud —dije—. En cuanto a lo de ganar tanto ni siquiera yo estoy seguro. Se trata de la recepción que te da la gente. Estoy contento de poder escribir siendo yo, y ser recibido de una buena manera.
—Y a veces pienso que le hace mas caso a usted que a mi. Y ni siquiera se conocen.
—No hay que conocerse para comunicarse.
    Permaneció en silencio, esperando a que le añada mi oración.
—Es lo que hace a la literatura útil —me contradije— se crea una conexión entre dos seres, sin tener que verse ni conocerse. Y muchos sentimientos e ideas se exponen, es muy interesante leer y escribir.
   Siguió en silencio. Creo que lo espante como si me hubiera arrancado un dedo.
—Conozco a alguien que le podrá conseguir los aparatos para amarrar los aceros de vuelta —dijo, para desvanecer el silencio. —Mañana en la mañana me comunico con él.
—¿Está seguro? No quiere concentrarse en lo de su dedo?
—¡Esto no es nada! —sonríe.
Se levanta, le agradezco y le ayudo a salir por la puerta principal. Quedó de volver junto con quien mencionó a la misma hora del día siguiente. Mi esposa se recuperó, y fue por un rato a su cita con el grupo de artes.

Al día siguiente, no olvide mi invitación Nobel y la llevé al hogar. La dejé en la cama. Cuando llegó el señor junto con su compañero, arreglaron inmediatamente el portón. Sorprendentemente, su dedo indice estaba de vuelta en su mano, se veían las suturas y que no tenia mucha movilidad; pero ahí estaba. Les pagué y se retiró su compañero, platiqué un rato con el señor y sobre qué se siente el perder un dedo.
—¡Esta no es la primera vez! —me contó— en el '88 perdí ambos meñiques en un table-dance, las dos bailarinas del privado estaban muy drogadas, me amarraron, y a puras mordidas me arrancaron los dos meñiques. No mentiré, si se sintió rico. Y el gerente al enterarse se aseguró de que esos meñiques volviesen a mi. Y crease o no, me pusieron  el del izquierdo en el derecho y el otro en el otro. Se me ven un poco chuecos y es por eso.
  Reímos y seguimos platicando.
—¿Cómo le puedo compensar? —dije. Dándole sólo dinero sentía que no era suficiente.
—Pues... Le platiqué a mi hija de que conocí a su escritor favorito. Y le agradecería si quisiera tener una conversación con ella. Me pidió que le dijera que no es ninguna genio y que quizá no es de su nivel, apenas va en la prepa, pero que en verdad tiene ganas de conocerle y hacerle unas preguntas.
—Claro —accedí.

Ese mismo día le invité a mi hogar, el patio era confortable ya que el jardinero acababa de podar después de tres semanas. La platica con su hija fue interesante, fuera de todo posible alago, creo que conocer a alguien que te lee y te encuentre entretenido es algo que hay que hacer como 'escritor'. Te hace expandirte y da un buen sabor de boca. Me preguntó sobre algunas tramas y los significados de algunos fragmentos poéticos. Yo le pregunté qué piensa hacer después de la prepa y me contó que se quiere lanzar como escritora, que ya tiene cosas preparadas. Le impulsé para que siga el sueño y le di unos consejos que me contaron alguna vez. Quedamos de vernos otro día, me enseñaría sus escritos y eso me entusiasmó. Su manera de expresión me agradó, creo que fue porque hay una influencia de mi en ella, qué curioso.
Y ahora todo este acontecimiento, esa familia me hizo pensar mucho en mi existencia en cuanto a mi profesión -si es que así se le puede llamar-. Llegué a la conclusión de que la literatura es tan útil como inútil. Pero seria genial saber cómo arreglar portones, o cómo tratar con amputaciones voluntarias de dedos. Pienso que mis trabajos deberían de tomar otro rumbo.
Seguí amando a mi esposa como sólo yo lo haría, seguí pensando en el universo y su materia, seguí pensando en torturas y parafilias extrañas -que es espero que el mecánico no lea-. No sé hasta dónde podría llegar, pero con todo el espíritu literario planeo llegar hasta tus huesos, hacer que se mantengan sanos. Que tengas una vida sana, que aprendas cosas útiles de una manera divertida, y que en las mañanas despiertes de mejor humor. Y como dijo el reparador "Nunca hay que detener un motor en movimiento" Al volver a mi cama vi la invitación al premio Nobel, decidí no registrarme. Aquel capaz de contagiar tal cosa en sus lectores, la energía de un motor imparable, es acreedor de la medallita y los dolares. Yo, por mientras, intentaré no aplastar a Migdalia.

Sunday, April 20, 2014

Closing Time

Cierra, se despide, y te recuerda que tienes que barrer. Al 'terminar', sales por una copa, y te das cuenta que el bar ha cerrado, y otra cosa mas también, pero no recuerdas qué.
¿Renunció la escoba y ya no puede barrer?  Después de 'eso' ya no quiso barrer, se retiró. Y mencionó algo de que creía en la prosperidad.
Tu cuaderno (o algo por el estilo) se llena, y lo cierras. La mismísima palabra se cierra ante ti: «¡Deja de joder!» Y ya es hora de que lo hagas.
Perdedor ¿Por qué no llegaste a tiempo? Te quedaste sentado afuera, cerrando algo más. Pensando en la verdad y cuándo caducará. Extrañando la tonada del bar, la canción con la que te abriste. Con la que juzgaste las expresiones de los demás, y a una en particular le viniste a regalar un dulce cerrado para que lo pueda descubrir. ¿Se lo comió ya caducado? (Coincidiendo la fecha de la verdad) Ahora la digestión se les va a cerrar.
Llegaste a tu casa que en algún momento creíste cerrada, y todavía no has barrido. Huevón. «¿Pero cómo barreré si ya no hay escoba?» me preguntarás. Amigo mio, la respuesta caducó, y el centro de preguntas ya cerró.

https://www.youtube.com/watch?v=NEyTyHtiptk

Monday, April 14, 2014

Hijos De La Luna

Empezamos Semana Santa con un eclipse de "Luna Sangrienta". Cuando le pregunté a mi hermano la razón de por qué sucede, me leyó lo siguiente que sacó de algún articulo: «El Sol ilumina la tierra produciendo una sombra que cubre a la Luna. La atmósfera desvía la luz del Sol y filtra sus componentes azules, dejando pasar sólo la luz roja, dándole un resplandor cobrizo a la luna.»
—La Luna anda en sus días —dio por conclusión.
—Ya se pude embarazar —respondí, siguiendo el juego.
—¿Qué clase de hijos tendría?
—¿No hay una canción sobre eso? La de "Hijo de la luna".
—Si, pero no me la creo. La Luna tendría otra clase de hijos.
—¿Cómo?
—No sé, unos pequeños bastardos lunáticos que se roban cosas preciadas.
—Que mamón.
—Mejor que un tipo de piel morena.
Dicho Eclipse aun no sucedía, mi hermano revisaba constantemente su reloj de pulsera rojo -que se puso para combinar con la ocasión- y me decía cuánto falta para la hora indicada. Por mientras yo me disponía a ver la televisión, había un documental sobre orgías romanas. Nuestra madre trabajaba hasta tarde y hablábamos de la manera que nos plazca, y poníamos en la TV cualquier cosa que apetezca. Al parecer, los romanos tenían un refinado gusto por la sangre. La sangre que surgía del himen roto de las vírgenes involucradas era almacenada en un plato hondo para luego usarlo en un ritual para algún Dios. Me imaginé que pasaría si tal acto se acometiera ésta noche ¿Cómo se vería el reflejo de la luna en el plato de sangre? Apuesto que bien. Ideal para la portada de algún disco, libro, película o documental sobre orgías romanos.
—En 3 minutos salimos pa' fuera y nos buscamos un buen lugar.Ya debe de estarse calentando. —Me dijo mientras contaba los palitos de su reloj y los comparaba con el articulo que leía desde la computadora.
  Dicho y hecho, comí unos panecillos de vainilla y salimos a buscar un buen lugar. La barda que estaba entre nuestra casa y el de la vecina parecía un buen lugar. Nos montaríamos y desde ahí agarraríamos un buen ángulo para tomarle una fotografía. Trágicamente -¿trágicamente?-, al sentarnos sobre ella, pudimos alcanzar a ver el patio de la vecina y nos la encontramos en ropa interior con su novio, se besaban y él la jalaba del pelo apasionadamente. Ese espectáculo nos resultó más llamativo que el de un eclipse que sucede quién sabe cuántos cientos de años, y desde donde vivimos. Por nuestra desgracia -o fortuna- la vecina nos notó.
—¡Cabrones! ¡Bájense! ¡Pinches mirones! —gritaba la vecina iracunda.
—Disculpe, sólo queríamos ver la luna roja —profané para excusarnos.
—Ay mi amor, ya te lo vieron estos chamacos —dijo su novio entre carcajadas incontrolables.
—¡Hijos de su chingada madre! ¡Bájense! —exclamó con un repudio eterno contra nosotros, unos simples hijos de la luna.
  Su rabieta fue razón suficiente para que nos bajemos inmediatamente y lográramos esquivar unas pedradas que nos tiró. Nos quedamos quietos contra la pared, con miedo y escuchábamos como su novio la calmaba. «Deberías tener mas cuidado, amor. En parte, tú te los buscaste. ¡Mira la luna qué hermosa! Ya empezó el eclipse.» Cierto, todos esperábamos el eclipse -algunos a su manera, claro-. Al voltear, la luna se tornaba a un color cobrizo. El simple hecho de verla producía un sentimiento que miles de artistas han querido imitar aunque sea a escala.
—Vamos a la calle, para verla mejor. —sugirió mi hermano susurrando, salimos de inmediato.
El cobrizo que tomaba aquel satélite natural, era poco a poco saturado por alguna fuerza, llámese fuerza la simple desviación de una especifica gama de color. La atmósfera es tan chingona que puede desviar colores. De seguro existen algunos que aun no conocemos. Conforma la saturación se tornaba más sangrienta, he de dar a notar los aspectos que hacían este eclipse aun mas auténtico: Todo el alrededor de la luna -con esto me refiero al cielo, esa tela similar a un himen- cambiaba de ambiente por igual, fue un encanto ver a las estrellas lucir mas, y descubrir figuras que sólo había visto en libros o fotos. Sospecho que la atmósfera nos hizo un gran favor al darle ese color celestial de fondo. Créanme, si pudiera encontrarlo entre una lista de colores, se los escribirá así como tal. La conclusión a la que llegué para nombrarlo fue: La pandilla rindiéndose ante el clan rojo, o el barrio rojo rindiéndose ante el gobierno azul. Mi hermano ríe al verme.
—La luna menstruando —dijo.
—La hemorroide de Dios —bromee.
—Un grano en el cielo.
—La fracción de un vestido de puntos rojos.
—El puntito rojo ese que usan las Hindús. Es la Hindú-señal.
—Un pelirrojo en África.
—Y unos cuantos blancos de metiches —dijo señalando las estrellas.
—¿Y donde están sus hijos, pues?
—Por ahí andan, de lunáticos.
—¿Cabrones, estarán viendo a su madre haciendo una imitación chafa de Marte?
—Deben de.
Permanecimos un buen rato contemplando y sacando burlas sobre ella. Pensé en la vecina, y en los que comentaban por Internet que la veria, pensé en los viejitos que anhelan volver a ver un eclipse y hasta ahora se les hace. Pensé en todos ellos y mas mirando en un punto fijo que nos unía, -hermanos o no-. Y en parte estoy agradecido con mi hermano por la compañía, esta clase de espectáculo -a diferencia del de la vecina- es muy lento. Y es bueno tener a alguien con quien comentarlo, si hubiera estado solo, no hubiera durado ni 5 minutos afuera mirando hacia arriba a una luna inválida que se cocinaba. Cuando terminamos, sentimos gran culpa y hasta pedimos disculpas al cielo. Volvimos a casa y el documental ya había acabado,  y en su lugar, estaba un infomercial sobre telescopios con GPS estelar incluido. Lo compraría si tuviera el dinero, y así me podría guiar mejor para saber cómo llegar a ella. Hace rato no hablamos.
—Ya hasta se acabó el documental. —dije, sorprendido— ¿pues cuánto duró?
—Déjame checo —dijo mi hermano y revisa su reloj de pulsera. —¡Joder! No traigo mi reloj.
—¿Neta te lo robaron? —pregunté encabronado.
—Algún bastardo lunático se aprovechó de que andábamos bobeando.
—¿Qué le diremos a madre?
—No sé.
Durante ese silencio fui a orinar, lo primero que noté fue la presión contra mi pecho. Y al querer apuntar al inodoro fallé. Por lo tanto asumo que estaba mareado al compás de un dolor intenso de ojos. No recuerdo si me lavé las manos. No estoy seguro si debería atribuirle estos síntomas a la exposición contra el eclipse, o al haber tomado el reloj de mi hermano mientras este estaba perplejo. Al volver, lo veo rascándose los testículos en el sofá y me acuerdo de la cámara.
—¿Y la cámara si la traes? —cuestioné.
—¡Claro! Las fotos que tomé de la Luna Roja no las descuido.
—Pero no te vi sacar la cámara allá afuera.
—Yo hablo de la otra Luna. —prende la cámara y me muestra las fotos tomadas.
   Mi hermano bastardo lunático le tomó un buen de fotos a la Luna Roja de la vecina.
—¡Lindo! —exclamé.
Y olvidamos todo problema.


Wednesday, April 9, 2014

Menester & Lana

ACTO 1

Escenografía: Un bar medio nice llamado "El muerto vivo". Están logos de alcoholes y música (El muerto vivo con Sabina y Serrat, claro). La mesera hace sus cosas de mesera. En una mesa estarán Cesar Vancouver, Candido Pavlova, Camilo Marroquin y Gilberto Chamba. En otra está Piedad de Amado y su amiga Martita. Hablarán casualmente y tomaran traguitos mientras hacen un escándalo trivial.

Se baja el volumen, callan. Zizi sale y se para frente al publico casualmente (si consigue un smoking mejor). He de connotar que tiene personalidad pintoresca, amable y medio burlesca.
ZIZI: Sean todos bienvenidos, "quesque" honorable público. Lo que estamos por presenciar es una obra al 2 x 1 que les salió gratis. ¡Pero qué suertudos son! Bueno, de un lado (los señala con la mano) Tenemos al famoso detective Cesar Vancouver que ha.... ¿Ha solucionado algún crimen? No. Y del otro tenemos a Piedad y a Martita. Piedad es la esposa de Arturo Amado y se ve algo preocupada. ¿Qué será lo que pasa? Ya veremos. (Se acerca a la mesa y se toma la bebida de Gilberto Chamba y la de Candido Pavlova, hace como que se refresca y se retira. Nadie se da cuenta).
(Del lado de Piedad continúan a hacer sus ademanes de comadres. Del otro Gilberto Chamba se empina su vaso, se da cuenta de que no tiene líquido y se enoja.)
CHAMBA: ¡Maldicion! (Golpea la mesa) ¡Estas bebidas más caras y menos duran! (Se levanta) ¿Qué no saben quien soy? Soy Gilberto Chamba, alias ¡El Monstruo de Machaca!
(Camilo Marroquin se levanta, lo tranquiliza)
MARROQUIN: Tranquilo, compa. Estamos pisteando agusto.
CHAMBA: Es que estos tragos cada vez mas chiquitos.
MARROQUIN: No es eso.
CHAMBA: ¿Tons? ¿Qué es?
MARROQUIN: Pues... Que ya te está dando el efecto y no te diste cuenta de que se te acabó rápido.
PAVLOVA: Es cierto. Mi trago también se me hizo mas vacío. Pero ha de ser eso, la borrachera.
CHAMBA: Bueno pues (Chasquea levantando la mano) ¡Mesera! ¡Tráigame otra ronda! Pa' mi y pa' mis compas aquí. Y otra pa' las señoritas de aquella mesa (Chamba y Marroquin se sientan) (Piedad y Martita ríen coquetas).
MESERA: ¡Ay si! Como no. Si todavía nos debes, Machacudo.
PAVLOVA: Yo cubro la deuda, toma mi MasterCard. (Saca una tarjetita)
MESERA: (Se acerca) ¿Es neta? ¿Crees que tenemos de esos aparatitos? (La toma) De todos modos, méngase pa'cá. (Se sale del escenario presumiendo la tarjetita).
CHAMBA: ¡Eyt! ¿¡Y los tragos?!
MESERA: (Grita desde fuera del escenario) ¡Ayyy! ¡Ya van! Por Dios, puras exigencias, y una aquí con las carencias.
PAVLOVA: (Mira a Vancouver, le toca el hombro amistosamente) ¿Qué pasa, Vancouver? ¿Por qué tan callado?
VANCOUVER: (Se empina el trago y exhala deprimente) El trabajo no ha andado bien últimamente.
PAVLOVA: Pero si todos los días hay asesinatos. Hay gente que mata por sólo el gusto de hacerlo ¿sabes? ¿Por qué no te has involucrado en esos casos?
VANCOUVER: Por lo que dices. Todos los días matan, todos los días habrá alguien sufriendo y necesitado de ayuda. Pero nada es un misterio hoy en día ¿no crees? Y a pesar de todos estar conscientes de la patada en las bolas que nos están dando nadie hace nada. (Exhala de nuevo) Me doy cuenta de asesinatos a diario, en el periódico salen, mis vecinos amanecen cantando a quien mataron anoche. Pero o es la "Gente Nice" o los "Cetáceos". Y en eso nadie se mete.
CHAMBA: Pero no todo se trata de asesinatos ¿o si? También hay violaciones, y hay robos. Por ejemplo, el mes pasado me robaron mis rines.
VANCOUVER: ¿Y porqué fue que no me llamaste?
CHAMBA: (Perplejo) Pues... Es que no te quería molestar.
VANCOUVER: Ahí está otra de las razones por las que estoy como estoy. Las personas simplemente no buscan ayuda. Aunque estén en total carencia, nunca harán nada. Se quejarán de que nadie ayuda esperando a que los ayuden. Esta sociedad se maneja por puras indirectas y cuando eres detective lo que tienes que hacer es viajar a través de ellas. ¿Pero adivinen qué? ¡Nadie viene directo a mi! Es algo deprimente.
CHAMBA: Oye... (Codea) ¿Y porque no te vienes a entrenar conmigo? Tienes buenos músculos.
(Pavlova y Marroquin le hacen ese iiiiiuuuuu de "se gustan, se gustan").
CHAMBA: (Ademan de negar usando las manos) ¡No no no no no! ¡No es eso! Lo que quiero decir es que aquí el detective Cesar Vancouver haría un interesante deportista. ¡Éntrale! (Ademanes deportivos).
VANCOUVER: (Amable) Lo siento, no me interesan tales dedicaciones deportivas. Siempre fue mi sueño ser un detective, y ahora que lo soy, resulta que no hay nada que resolver. Aun tengo una minúscula esperanza de que algún caso se presente.
PAVLOVA: Ya vendrá, tú sólo espera. (palmadas en la espalda)
VANCOUVER: Gracias, Don Pavlova.
PAVLOVA: ¡Nada de Don Pavlova! ¡Dime Cándido! Estaré viejo pero eso no simboliza una distancia entre nosotros.
VANCOUVER: Está bien, Don Candido.
PAVLOVA: Y ahí vas con tu "Don". Díganme "Don" ya cuando me retire, por favor. (Toma un trago, se de cuenta de que está vacío, voltea a ver si encuentra a la mesera. No la haya.) Aunque la buena vida seguirá ¿apoco no?
MARROQUIN: ¿Porqué lo dice?
PAVLOVA: Estaré jubilado, pero aun me vienen mis "Regalías" (soba pulgar con dedos ambiciosamente (no se cómo coños se llame eso))
MARROQUIN: Cierto, usted es un reconocido Senador, Cándido.
PAVLOVA: ¡Claro que lo soy!
VANCOUVER: ¿En que ha contribuido?
PAVLOVA: (Se ríe) ¡En la inflación, muchacho!
(Todos ríen, pero Vancouver queda indiferente)
PAVLOVA: ¡Ánimo, Cesar Vancouver! No es que sea el único que agarra sus regalías a partir de las del pueblo. Y como tú dices, de los pocos que están enterados nadie hace nada y los que lo ignoran viven felices de la via. Así que no pasa nada, así ha sido desde siempre.
VANCOUVER: (Sonríe y da un ligero "Ha") ¿Y cuándo es que se retira, Cándido?
PAVLOVA: Al final de este mes, tengo entendido. En que día estamos ¿por cierto? Esto de la borrachera constante hace perder sentido de los días.
MARROQUIN: Es el 14. Ya mañana nos pagan.
(Entra mesera vistiendo algo lujoso)
MESERA: Nooooo, Si la paga fue hoy. Y me consentí. (Entrega la tarjeta a Cándido Pavlova). Si se enamoran de mi aroma, déjenme les aviso que es el "Shanel numero faiv".
CHAMBA: ¿Y las bebidas?
MESERA: ¡Aaay! ¡Ya van! ¡Puras opresiones! No dejan a uno ser.
(Prepara las bebidas y las entrega a los hombres y se quedan pisteando agusto. Después da las copas a Piedad y Martita)
MESERA: Se las mandan los borrachos esos.
PIEDAD: (Voltea a verlos, y coquetamente dice) Gracias.
MARTITA: ¿Es en serio? ¿Tan ofrecidota a esos tipos? Si hasta acá huelen a thinner. En verdad está grave lo de tu esposo.
PIEDAD: ¡Lo es!
MARTITA: ¿Pero por qué tan negativa?
PIEDAD: Es que él... Ya no....
MARTITA: ¿Ya no que?
PIEDAD: Ya no...
(Un paraguas es arrojado al escenario)
MARTITA: ¡Aah! No pos si está feo el asunto.
PIEDAD: Y una tiene sus necesidades ¿sabes? Pero ese hombre nomás no cumple, nomás no satisface.
MARTITA: ¡Pues devolada! A firmar los papelitos del divorcio.
PIEDAD: Si lo he pensado pero... Aun quiero darle una oportunidad, quiero creer que aun podemos salvar nuestro matrimonio.
MARTITA: ¿Y no has pensado que se está acostando con otra?
PIEDAD: (Se ríe burlescamente) ¡Como te dije! Dudo que alguien se lo este sabrozeando porque no hay nada que saborear. Arturo Amado nomas no satisface en "eso".
MARTITA: ¿Entonces por qué la insistencia de querer salvar el contrato?
PIEDAD: No puedo negar que hubo buenos tiempos con él, y  fuera de la cama cumple sus funciones. No es (Mira culposamente a los de la otra mesa) borracho. Y aparte sabe de mecánica y todas esas cosas que dan hueva.
MARTITA: Pues suerte, y salud por los recuerdos que hacen que queramos seguir adelante. (Brindan) que sin ellos, nuestra tierra seria una porquería.
PIEDAD: ¿Y no lo es?
(Ríen) (Cierra telón)

ACTO 2

(Escenografía: Un campo, me vale como lo decoren, con que parezca campo, que Vanessa se ocupe de como será el campo. En escena estará Arturo Amado, con las manos en los bolsillos, pensativo.)
ARTURO: (Monologueando) ¡Oh no! ¿Qué he de hacer? La crisis de los 40 viene ¿Dónde está el gusto por las cosas? ¿Porque todo se trata de ir tras de lo material y sexual? ¿Porque la gente a mi alrededor siempre trae cara de tristeza? ¿Por qué las cosas hechas para expresarse no se expresan? ¿Porqué este sentimiento de cansancio? Necesito algo... Algo que me haga sentir mejor... ¡Podría intentar algún deporte! (Inicia a hacer ademanes deportivos) (Se desanima) Pero nunca he sido bueno en ninguno.... Podría dedicarme a la pintura (Tira brochazos al aire) (Se desanima) Pero ni siquiera se diferenciar entre el morado y el lilita. Podría conocer a alguien nuevo... ¿Necesito conocer a alguien nuevo? ¡Pero tengo a Piedad! Mi... ¿Querida Piedad? Hace tiempo que ya no...
(Paraguas es arrojado al centro del escenario, Arturo se asusta)
ARTURO: ¿Y ese paraguas? ¿De dónde salio?
(Entra Dolly e intenta tomar el paraguas. Arturo se queda impresionado al verla, la mira  con admiración. La canción "A Short Reprise For Mary Todd" inicia a sonar. Dolly se agacha. Y cuando a está a punto de tomar el paraguas, Arturo da un paso y eso la asusta, haciendo que retroceda. Él, lentamente toma el paraguas, se quita el sombrero, camina despacio hacia Dolly se inclina caballerosamente ante ella, le ofrece el paraguas. Lo toma y le corresponde haciéndole miraditas bonitas. Todo eso en los 47 segundos de la canción).
ARTURO: Debería tener cuidado con su paraguas, señorita.
DOLLY: ¡BEEEEE! (Arroja el paraguas)
ARTURO: Tiene una personalidad radical, me agrada. ¿Cuál es su nombre?
DOLLY: ¡BEEEEEEE!
ARTURO: ¿Dolly? Maravilloso (Se levanta) ¿Sabes qué vendría bien?
DOLLY: ¿Bee?
ARTURO: Una paja (Saca de su bolsillo paja y se la ofrece a Dolly. Esta, al comer de su mano provoca una reacción en Arturo, en la que el hace una cara de orgasmo (que se las averigüe para hacerla creíble)).
(Dolly se la acaba y brinca de felicidad)
ARTURO: Rica. ¿Verdad? (Ofrece su mano) ¿Paseamos? (Dolly toma su mano, y salen)
(Entra La pastorcita y su pastor)
PASTORCITA: ¡Dolly! ¡Dolly!
PASTOR: ¡Dolly! ¡Santos ovinos! ¿Dónde se habrá metido esa ovejita?
PASTORCITA: Esa era la oveja que entrara al concurso de "Oveja-fest 2014"
PASTOR: ¡Mira! (Apunta al paraguas) Ahí está el paraguas. Significa que ha estado por aquí. (Toma a la pastorcita del hombro) Tú vuelve a la cabaña. Dicen que los Cetáceos andan rondando por aquí. Seguiré buscando a Dolly.
PASTORCITA: Cuídate.
(Pastorcita sale)
PASTOR: ¿Dónde se habrá metido esa ovejita?
(Pastor sale. Al rato Cándido Pavlova hablando por teléfono)
PAVLOVA: ¿Cómo que no puedo tener un yate mas grande? ¿Fondos insuficientes? ¡Esa maldita mesera se ha de haber alambrado mas feria! De todas maneras, esperemos una semana. Con el nuevo impuesto que viene sacaremos buena feria. Bueno, te colgaré, voy a relajar el cotorro con un porro. Adiós.
(Esta escena es crucial. Así que ponganme atención. La canción de "Hey Wha" iniciará a sonar. Cándido sacará un papelito para porro, y agarra pastito del campo, lo enrollara en su porrito e iniciará a actuar lo más drogado y viajado posible por el resto de la cancion mientras le fuma. Dura 1:20 así que tendrá que ponerse a bailar o yo que sé. Cuando la canción este por acabarse, Cándido se quedará dormido. La canción acabará, y la de "Whathever I Want - Death Grips"iniciará (será una partesita que he de cortar nada más como de 40 segundos.) Alguna especie de cortina impedira que se vea lo que sucede con Pavlova. A lo largo de la canción se llenará BRUTALMENTE  a Cándido con ketchup, pero se supone que el público no debe de darse cuenta. En serio, quiero que haga un desastre ketchupero en todo Cándido. Ya cuando se acabe el fragmento, quedarú en silencio, y se dejará una hoja encima. Se retirará la cortina. Arturo y Dolly entrarán tomados de la mano y muy contentotes. Ignoran totalmente al muerto)
ARTURO: (Con mucho sentimiento) Eres esplendida, eres maravillosa, me encanta tu aroma, tu ser, tu presencia, tu sentir, tu voz ¿Porque no te había conocido antes?
DOLLY: BE
ARTURO: Siento que contigo puedo ir hasta el fin del mundo y no me pasaría nada. Esto es amor a primera vista. Y no únicamente físico, porque claramente eres bella. Pude ver a través de ti, pude ver en tus ojos y en tu lana casi todos los secretos que escondes, tus pensamientos, tu sentido de libertad y tu manera despreocupada de ser... Dolly... Quiero ser cubierto y descubierto por ti. Con seguridad te puedo decir que... Te amo.
DOLLY: (Tierna) Bee Beee
(Se tiran al suelo uno sobre otro. Se cubren con una sabana que andará por ahí y harán movimientos desde la sábana)
(Entra Zizi de pronto)
ZIZI: ¿En serio quieren ver eso? (No se que vayan a responder o si van a responder, da igual) Pues aquí no se les hará. Hay miles de sitios en Internet para eso. De cualquier manera, estuvo jarcor esta masacre ¿no? (Cándido se retuerce. Zizi se asquea) ¿Saben cómo fue que sucedió esto? (Se agacha y toma el ketchup en un dedo, después procede a lamerlo. Alza sus hombros) (Voltea hacia Dolly y Arturo) ¿Y ustedes siguen?
DOLLY: (Sexosamente) ¡Beee beee beeeeee!
ZIZI: ¡Ok! ¡ok! Pues.... Que sería bueno.... Y díganme jóvenes.... ¿Que tal la escuela? (No se que vayan a responder) Aaaah, interesante... ¿Y la novia? (No se que vayan a responder) ¿Y el novio? (-_-)
ARTURO: ¿¡Y esto como se limpia?!
ZIZI: ¡Oh! Ya terminaron, bueno ¡Sigámosle! (Sale)
(Arturo y Dolly se levantan satisfechos)
ARTURO: Vaya... Nunca había visto a alguien tan satisfecha conmigo.
DOLLY: Bee (restrega su cabeza en su hombre. Él la acaricia)
ARTURO: ¿Tienes algo que hacer?
DOLLY: Bee (negando con la cabeza)
ARTURO: Hay algo que quiero que veas.
(Salen)(Entra Pastor)
PASTOR: ¡Por aquí fue, sígame!
(Entra la Capitana Arguello)
ARGUELLO: ¡Oh mi Dios! Estuvo buena la pachanga aquí con estas pestes que hay (sacude mano frente a nariz)
PASTOR:¡Pero mire al muertito!
ARGUELLO: Vaya vaya vaya, es el Senador Cándido Pavlova. Algunos ya lo veíamos venir, era medio canijo el don.
PASTOR: ¿Quién pudo haber sido?
ARGUELLO: Los Cetaceos o la Gente Nice. Así es el negocio este. (Nota la hoja) Aunque.... (Toma la hoja) Dice... "Ni los cetáceos ni la gente nice, encuéntrenme cuando se pudra el maíz y la lactosa, firma: "Menester".
PASTOR: ¿Es ese uno de esos asesinos cereales?
ARGUELLO: Tal vez. Tendré que hablarle al comandante Marroquin. (Saca teléfono) Vengase al campo comandante, hemos encontrado al Senador Pavlova muerto. Lo esperamos.
(Entra Marroquin tosiendo y un fragmento de "Hey Wha" suena. Marroquin se comportará un poco drogado)
MARROQUIN: No lo puedo creer, y justo ayer tomábamos unas pachitas juntos.
ARGUELLO: Y encontramos esta nota. (Se la da)
MARROQUIN: (La lee) "Cuando se pudra el maíz y la leche"... Estos definitivamente no fueron ni los cetáceos ni la gente nice.
ARGUELLO: ¿Porqué lo dice?
MARROQUIN: Porque está bien escrito. Esos tipejos escriben "Cabeza" con K y V. ¡Por favor!
PASTOR: Oiga comandante.
MARROQUIN: ¿Mandeme?
PASTOR: ¿Y es ilegal tener amoríos con ovejitas?
MARROQUIN: Hasta donde yo se eso es un acto enfermo pero no se castiga por la ley. ¿Qué hiciste?
PASTOR: ¡No! Es que ahorita vi a un vato con una ovejita dándole macizo.
MARROQUIN: ¡Esta gente! Cada vez mas un insulto a nuestra especie.
ARGUELLO: Oiga comandante.. ¿Y qué vamos a hacer?
MARROQUIN: ¿Tendremos que marcarle a un detective ¿Tienes el número del Detective Cesar Vancouver?
ARGUELLO: (Ríe cínicamente) ¡Claro que no! ¡A ese nadie le habla!
MARROQUIN: Cierto.. Creo que está por resolver su primer caso. Volvamos a la oficina. (Se dirige al Pastor) Oye ¿estabas ocupado?
PASTOR: Pues.. no me acuerdo.
MARROQUIN: Ayúdanos a traer ese cadáver.
PASTOR: Sobres patrón.
(Salen todos y pastor jala a Cándido de los brazos)
(Cierra telón)

ACTO 3
Escenografía: El departamento de policía. Arguello y Marroquin estarán revisando unos papeles y el Pastor estará sentado. Al rato, Pastorcita entra)
PASTORCITA: (Sorprendida) ¡Querido! ¿Que haces aquí?
PASTOR: Vine a ayudarle aquí a los jefes ¿Y tú?
PASTORCITA: Vengo a reportar que nos robaron a Dolly. ¡Mi preciosa Dolly!
PASTOR: Aaaa cierto, se perdió ¿que no?
PASTORCITA: ¡La robaron! Ella no se iría así nomas porque si.
MARROQUIN: ¡Calmen sus pastorceadas! Ahorita le atendemos señorita. Tome asiento por favor.
(Pastoricita se sienta a un lado de su pastor)
MARROQUIN: ¿Cuando llegará Vancouver?
VANCOUVER: (Mientras entra en escena) ¡Aquí estoy! ¡Aquí estoy!
ARGUELLO: Bienvenido, detective.
VANCOUVER: Gracias, gracias. (c:)
MARROQUIN: ¿Tiene bien entendida la situación?
VANCOUVER: Si ¿Me permitirían ver el cuerpo?
MARROQUIN: Claro (Desde fuera del escenario jalan a Cándido AUN con el desmadre de Ketchup sobre él)
VANCOUVER: No debieron haber movido la escena del crimen.
ARGUELLO: Es que estas cosas ya ni pasan, usualmente es arrastrar al muertito a su tumba y ya.
VANCOUVER: Bueno... Veamos...
(Inspecciona el cuerpo. Toma ketchup en su dedo. Lo lame)
VANCOUVER: ¡Ajá!
ARGUELLO: ¿Qué pasa?
VANCOUVER: Que rico el Ketchup este, lástima que fue desperdiciado para un asesinato.
ARGUELLO: ¡¿Ketchup?!
VANCOUVER: Ya sabrán. Necesito una entrevista con su esposa o algún familiar cercano.
ARGUELLO: Su esposa dijo que ya venia.
VANCOUVER: ¿Me permitiría el papel que mencionaron? (Se lo dan)
(Vancouver queda en pensamiento al leerlo. Pastorcita se levanta)
PASTORCITA: ¿Ya me podrían atender?
MARROQUIN: Mujer... Cálmese por favor, estamos con algo importante aquí.
(Pastorcita se sienta resignada)
(Entra Martita sollozando y dolida)
MARTITA: ¡Déjenme pasar! (Entra corriendo y abraza a Cándido, manchándose ella también).
MARROQUIN: (La analiza y recuerda) ¿No estaba usted en el bar "El muerto vivo" anoche?
VANCOUVER: Si... Juraría haberla visto ahí.
MARTITA: (Cambia a una actitud volada) ¡¿Yo?! Nooo. Yo no salgo para nada. (Vuelve a sollozar) No intenten aprovecharse de una mujer que ha quedado viuda.
VANCOUVER: Lamento mucho la perdida de su marido, era un amigo para mi. Es raro saber que alguien con quien tomabas unas copitas ayer ya no tiene vida. (Silencio) Me gustaría hacerle unas preguntas para poder conocerlo mejor, y así poder tener mas elementos para comprender la situación.
MARTITA: Comprendo... Dígame.
VANCOUVER: Primero, su esposo es alérgico al Ketchup ¿cierto?
MARTITA: Si, en McDonalds siempre pedía su happy meal sin ketchup.
MARROQUIN: Y cuando amanecíamos crudos junto con el Monstruo de Machaca, a los mariscos les ponía sólo salsita 7 mares.
(Todos se le quedan viendo un tanto sorprendidos)
VANCOUVER: Entonces mi teoría era correcta.
MARTITA: ¿Me podría explicar?
VANCOUVER: ¿En verdad creyeron que esa sustancia es sangre?
MARROQUIN, ARGUELLO Y MARTITA: (¯\_(ツ)_/¯)
VANCOUVER: (Facepalm) Todo esto es ketchup, el señor Pavlova fue brutalmente asesinado usando como método su alergia hacia el ketchup. Haciendo que sus traqueas se bloqueen con una inflamación y no pueda respirar, un método certero, debo de admitir. De esa manera, es casi imposible saber quién fue, ya que ni siquiera tuvo contacto directo con el. Aunque...
MARROQUIN: ¡¿Aunque?!
VANCOUVER: Para saber algo tan propio como una debilidad, y mas aun una alergia tan grave se necesita una gran confianza entre Cándido Pavlova y su asesino, el que se hace llamar Menester, ya que él no divulgaría esa información tan fácil. O por el otro lado, el responsable fue alguien con acceso a tales informaciones. Alguien dentro del sistema o de sus círculos sociales... (Silencio) Tendré que darle unas vueltas mas al asunto.
ARGUELLO: ¿Y que nos dice de la nota dejada?
VANCOUVER: Que me alegra que le hayan puesto su Z a maíz.
ARGUELLO: ¿Pero qué significado tiene?
VANCOVUER: Permita me (Saca su smarfon) ¿Quién diría que estos aparatitos sirven para mas que ver memes ¿no?
ARGUELLO: ¡Claro! También puedes chatear.
VANCOUVER: Cierto, yo no suelo mensajear, para serle honesto. Nunca se me ha dado, ni el escribir cartas, solo las hago cuando en verdad se ve necesario.
ARGUELLO: Comprendo.
MARROQUIN: ¿Y qué es  lo que busca?
ARGUELLO: Recetas.
MARROQUIN: ¿Recetas?
VANCOUVER: Recetas.
MARTITA: Encuentro inaudito esta falacia que hace ¿Cómo puede estar preocupado sobre qué comerá?
VANCOUVER: (Alza el teléfono) ¡Ay no!
MARROQUIN: ¿Qué sucede?
VANCOUVER: ¡Me he quedado sin crédito! Disculpe, pero... ¿Hay manera de que me preste su teléfono?
MARROQUIN: Simón. (Le da el teléfono) El güi-fi nos lo agarramos del servidor de la policía. Quesque está en contra de las reglas usarlo con motivos triviales, pero ya sabe lo que dice la chamacada... #YOLO.
VACOUVER: Uh.. Gracias. (Se aleja un poco y se pone a menearle)
PASTORCITA: ¿Ya me atenderán?
(Nadie le contesta)
PASTORCITA: ¡Ay no! ¡Por eso istamos como istamos! Estos pelados sólo por lo que les interesa y conviene, y aunque tengan espacio para uno, no le ponen dedicación. Porque no somos a quien le lamen el...
ARGUELLO: (Interrumpe) Lárguense por favor.
PASTORCITA: ¡Ya lo iba a hacer! ¡Bastardos!
(Arguello la agarra del pelo y la saca violentamente, ambas salen) (Pastor no se da cuenta).
VANCOUVER: (Se acerca) Ahora se me apetece un morokil. (Le regresa el teléfono y agradece)
MARROQUIN: ¿Y qué es eso?
VANCOUVER: Es una masita de mijo y leche.
MARROQUIN: ¿Del mijo? No sabia que tenia maíz el senador.
VANCOUVER: El mijo son varios cultivos cereales de semilla pequeña. Pero aquí viene otro punto en cuestión: El mijo se solía usar mucho antes, hasta que se impulsó el uso del maíz, un cereal más prometedor.
PASTOR: ¿Ves mija? Yo ya sabia que era uno de esos asesinos cereales. (Se da cuenta de que no está) ¿Mija? ¡Mija! (Sale)
MARROQUIN: (Indiferente) Aaaah Orale
MARTITA: ¿Y Ese es el gran trabajo de un detective? ¿Buscar cosas en internet?
VANCOUVER: Señorita, con todo respeto. Mi trabajo es llevar al caso mas allá de lo visual, es intentar adentrarme en el ambiente, fijarme en esta época y cómo demonios es que funciona. Dentro de todo este desastre que tenemos de país. El conocimiento es el gancho del que nos sujetamos algunos, y además, el internet sirve para mas que feisbuquear.
MARROQUIN: ¡Para ver chichis! No es que yo lo haga, ahem ahem.
(Silencio incómodo)
VANCOUVER: Así que... me dispongo para usarlo a mi beneficio laboral.
(Pausa)
VANCOUVER: Morokil... Me aventuré a buscar el origen de tal cosa, y descubrí que se origina de una familia de origen Europeo que comercializó dicha masa; y para ya no darle vueltas al asunto. Me dirijo a usted, Comandante Camilo Marroquin.
MARROQUIN: ¿Qué está implicando?
VANCOUVER: Morokil, la masa esa, se llama así por la familia Marroquin. El responsable de la muerte de Pavlova tiene muy investigado a su círculo social. No me sorprendería que tengan información del "Monstruo de la machaca", o inclusive de mi. Por ende, hay dos posibilidades: O es usted la próxima victima, o es usted el Menester, el asesino.
MARROQUIN: (Se indigna) ¡Qué?! ¡Yo?! ¡Yo nunca mataría a Cándido Pavlova!
VANCOUVER: Por eso estoy exponiendo las dos variables. Ahora, si me permiten, detectivearé.
MARTITA: (Sorprendida) Detective Vancouver, gracias. Pronto verá su primer regalía en su cuenta de banco.
VANCOUER: Le imploro que no lo haga, prefiriera verme honrado monetariamente hasta que este caso se encuentre resuelto. (Tipo indirecta a Marroquin) No soy de esos que se acaban las cosas a mordidas.
MARTITA: Pues... Bueno....
VANCOUVER: Con permiso.
(Vancouver Sale)
MARTITA: (Hacia Marroquin) ¿Por qué?
MARROQUIN: En serio, señora. Yo sentía mucho respeto hacia su marido, que en paz descanse. Además, mi vida también puede correr riesgo, si es que lo que dice Cesar Vancouver es verdad.
MARTITA: Parece ser buen detective. Primero lo dudé, pero veo que en verdad está comprometido a su profesión.
MARROQUIN: Este el primer caso que tiene que resolver. Pero siempre se le ha visto astuto al muchacho. Más vale andar con cuidado.
(Cierra telón)

ACTO 4
(Yo no se si habrá intermedio pero este es el momento ideal para tenerlo, mientras está la escenografía puesta y la música mencionada suena, me resulta armonioso. En caso de intermedio, Zizi saldrá y dirá:
En este momento nos tomaremos un descanso porque todo este show agota, así que estiren sus posaderas que ya viene lo mejor. Si, lo mejor.)

Escenografía: En "Naima Café", un café bonitillo, chiquito y familiar. Colorido, con gente movida. Que suene "John Coltrane - Naima" por un ratillo (o un ratote, en caso de intermedio.) La misma mesera del bar estará trabajando, y Clarita puede andar haciendo labores también. Dentro estará Arturo tomándose un café  y su amadísima Dolly beberá de un tarro. A Arturo se le ve enamoradizo.
DOLLY: (Eructa) ¡BEEEE!
ARTURO: (Enamorado) ¡Oh Dolly! Cuéntame tus secretos.
DOLLY: (Vuelve a eructar) BEEE
ARTURO: Fascinante. (Toma de su taza) ¿Sabes? No me canso de decírtelo, llevamos poco tiempo emprendiendo esta aventura, y siento como si este pequeño transcurso ha sido una eternidad a la que puedo voltear y dejar que me de un calambre sin problema alguno, porque al ver hacia nuestro pasado, todo es una maravilla. Hacer el amor, el lanamor contigo es muy disfrutable, me encanta como tu sedosa y amorosa lana se masajea en mi
DOLLY: (Cállandolo) beebeebeebeee
ARTURO: Cierto, debo de tener prudencia, mi algodón de azúcar. (Toma de la taza) A propósito ¿te gusta este lugar? Piedad, mi esposa no sabe que suelo venir aquí, es como mi secretito, el ambiente emana una linda armonía. Puedo pasar un gran rato aquí, y contigo aquí, mas (mientras la soba) suave.. Y me encantan los trabajadores, son amables y diligentes.
(Se acerca Mesera)
MESERA: A ver a ver a ver mendigo rarito zoofílico ¿Todo bien?
ARTURO: No me gusta ser llamado así, yo soy un ovinoamante.
MESERA: Si si, no te quita lo... (tose)
ARTURO: ¿Usted es nueva aquí, no?
MESERA: Si... Me corrieron del bar quesque por ratera, de todos modos mi comadre es prima de la dueña y me consiguió trabajo aquí. Que shilo ¿vedá?
(Silencio)
MESERA: Que te importa, pues. ¿Todo bien?
ARTURO: (Hacia Dolly) ¿Estás bien, querida?
DOLLY: (Mira su bebida) Beee.
ARTURO: Así estamos bien, puede retirarse.
MESERA: Ay si ay si, están tomando café y se hacen los cultos. Nomas falta que les anden tomando fotitos como las morritas que andaban aquí ahorita. Que la iban a subir al imstragran ese. Puras cosas del diablo. (Se aleja)
DOLLY: (Coqueta) Bee
ARTURO: Dolly, eres tan sensual, no puedo resistir, no puedo aguantar el querer hacerte mía.. ¡No puedo! (Se arroja hacia ella y se cubren con el mantel de la mesa)
MESERA: ¡Y ahí andan de fornicadores ya!
CLARITA: Si, ya son los terceros esta semana. Déjalos, así no dejan de venir los calenturientos.
(Entra Piedad)
PIEDAD: (Camina y habla por teléfono) Entonces el detectivucho ese dice que puede resolver el crimen? Oye... ¿Y te quedaras con el ferión? Ay que padriuris me invitas a las fiestas de despecho esas de las que hablas eeeh. (Encuentra a Arturo) ¡ARTURO!
(Arturo y Dolly se impresionan y se quedan perplejos. Todos se congelan menos mesera, que sigue haciendo sus labores triviales.)
(Entra Zizi)
ZIZI: ¡Esperen! ¿En verdad queremos este desarrollo novelero? ¿Qué nos creemos? ¿Televisa? ¿Con sus ideas recicladas y baratas? ¡No! Esto es teatro, tenemos libertad de expresión ¿verdad? Por que eso es lo que pretenden hacer por estos rumbos, formar jóvenes nada estúpidos y conscientes que saben analizar y juzgar. (Se dispone a gritar) LA MIJITA ME LA...
MESERA: (Interrumpe inmediatamente) ¡Eh Morra! ¡Bájale!
ZIZI: ¡Mmmta! ¿Entonces cómo le hago para comunicar las injusticias que pasan? ¿Cómo les hago saber de todas la promesas que nunca cumplen  si no es mediante la comunicación? ¿Cómo sabrán de todos los presupuestos que desvían? ¿Y de cómo los impuestos que sus papis pagan se van directamente a los lujos de los mijitos?  ¿Y de cómo se la comadrean con la Gente Nice y los Cetaceos? Aparte de que el otro día vino el Padres óy sabes cuanto solto? Literalmente un ch....chorro de dinero ¿y dónde están?  Ni a estos mediocres docentes les pagan. Fijate donde estamos haciendo la mugre obra. ¡Pero eso si! Todos andan estrenando carrito.
MESERA: ¡X Son chavos, cómo si les importara ándele pa' fuera!
ZIZI: Valen madres, suerte haciéndola de tiradores y de perras de los likes por tablets chafas. Y no me sorprende que agarren a la mijitita de presidenta. BYE.
(Zizi sale, gracias)
ARTURO: (Se levanta) Piedad...
PIEDAD: Arturo... ¿Qué diablos te pasó?
ARTURO: Quiero un divorcio.
PIEDAD: (Subiendo de tono) ¡Al menos pides eso! ¡Y no que nos la llevemos de mascota! ¡Estás enfermo!
ARTURO: Pues fíjate que eso SI me excita.
PIEDAD: Como si yo tuviera la culpa de lo atrofiado que estás.
ARTURO: Pues....
(Mientras piedad habla, Dolly escapa, nadie se percata.)
PIEDAD: ¡No me vengas con esas cosas! ¿No te das cuenta de la cosa tan anti-natural que estás haciendo? No sé cuanto tiempo llevas engañándome con esa cabra.
ARTURO: Oveja.
PIEDAD: No sé cuanto tiempo llevas engañándome con esa oveja. Y no quiero saber. Pero si de eso se trataba. Nos separamos en este momento. Me da asco el sólo pensar en como acariciabas mi saco de lana. Me da vergüenza ser denominada Piedad de Amado. (Se queda callada) Me destroza que hayas tenido que llegar a ese recurso para poder satisfacerte. ¿Eso dónde me deja a mi? Te amé, Arturo. Y en verdad quería que lo nuestro funcionara, quería seguir desarrollándome contigo, quería conocerte aun más. Pero al aprender esto de ti. Me declaro atrofiada. No quiero volver a saber de ti.
MESERA: (Se acerca a Piedad) ¿Qué se le ofrece, doña? (Piedad se le queda viendo como de no "ma***") ¿Un cafe? ¡Ya va. Clariiiiis! Un café pa' la vieja a la que le pusieron la lana. (Se aleja)
(Piedad desconsolable)
ARTURO: Piedad, no se trata de las relaciones humanas, Dolly me ayudó a comprender eso. Se trata de dónde te sientes cómodo. Si es en una tortilla, no importa; si es en la panza peluda de algún viejo, no importa. Es difícil definir qué va con qué cuando todos somos parte del mismo universo. En verdad te fallé como amante, nos fallamos, debería decir. No quiero que nos separemos con una brecha que te hiera. Te ofrezco que acabemos bien, no te pido que seamos amigos o que nos frecuentemos. Sólo te pido que no vivamos con resentimiento. Con Dolly las cosas han sido diferentes. Es una oveja, si. Pero es tan raro la gran conexión que siento hacia ella, es increíble lo grandioso que me siento con ella. (Voltea y se espanta, intenta buscarla por todos lados mientras Piedad habla.)
PIEDAD: Necesito tragar la idea, me queda el impacto.
MESERA: (Le trae su café) Pues páselo con su rico cafecito (Se lo deja cerca y se va)
ARTURO: ¡¿Dolly?! ¡DOLLY!
PIEDAD: Arturo, nos vemos. No te deseare que seas feliz ni que pases tristezas. Te deseo que lo que hagas, lo hagas porque quieres.
ARTURO: (La ve) Gracias, Piedad. Deja de ser Piedad de Amado. Se feliz.
PIEDAD: Adiós.
(Piedad sale, deja el café ahí. Arturo sigue buscando y llamado a Dolly)
ARTURO: ¿Dolly?! ¡Dolly! ¿Dónde estas? Te necesito. ¿Por qué me has dejado? ¿En verdad fue tan grande delito haberte amado? Si no te tengo cerca empiezo a dudar sobre si está bien amarte.
BOVINO: (Desde fuera del escenario) Si amas algo es porque tú quisiste.
ARTURO: ¿Quién eres?
(Entra Bovino)
BOVINO: Llámame Bovino Pérez. La verdad es que estuve escuchando y hay algo que tengo que decirte: Dolly es una bella oveja, no la dejes ir. Te lo digo por experiencia.
ARTURO: ¿También tuviste un amorío con una oveja?
BOVINO: Wey, no me dicen Bovino Perez por nada. Se llamaba Muuuuriel, era la vaca mas hermosa de toda la hectárea mundial. Tenia unas orejitas tiernitas, (se empieza a calentar) y unas ubres que (gemido de gusto). La neta, una vez que le entras a la vaca, ya no sales. La conocí un día mientras andaba tratando brincarme la frontera. Los migras me cacharon en mera barda y al regresarme sin dinero ni nada, me encontré con ella. Me dio de su leche, y de su amor.
ARTURO: ¿Y qué pasó con ella?
BOVINO: La descuidé. En una de esas en las que me daba su (se sabrozea) sus dueños nos encontraron, y me mandaron a la cárcel quesque por "robo de ganado" pero la victima era yo en verdad. Muuuriel se robó mi corazón. De hecho acabo de salir... Hermano, búscala.
ARTURO: Vale. Gracias por confiarme eso. Espero y encuentres a Muuuriel, le mandas saludos por favor.
BOVINO: ¡Como no! Justo ahora la estoy buscando (suspiro) solíamos venir aquí y...
CLARITA: ¡Tu eres el que le ponía leche fresca al café!
BOVINO: ¡Eso era por puro amor!
CLARITA: Pero era de tú leche. Orale, prima, acribillelo.
MESERA: (Lo saca a chanclazos)
CLARITA: Y tu, zoofi boy, antes de irte, paga la cuenta.
ARTURO: ¿Cuánto sera?
CLARITA: Ya te digo. (Saca papelito y calcula) Oye... ¿En verdad la amas?
ARTURO: La amo.
CLARITA: Intenta ir al almacén donde guardan maíz y esas cosas, las ovejas por naturaleza recurren a esos lugares cuando entran en pánico. Lo sé por que lo aprendí en un curso de veterinaria.
ARTURO: Lo haré. Gracias.
(Cierra telón)

ACTO 5
Escenografía: Un almacén de maíz, no tengo idea de cómo sean en México, me imagino que tienen maicito por ahí. Las cajas dicen "Maiz de la lombriz". Dolly estará dormidita en el fondo. Dentro estará Cesar Vancouver inspeccionando el maíz. Entra Marroquin:
MARROQUIN: Buenas tardes, Detective Vancouver.
VANCOUVER: (Se voltea hacia él) ¡Comandante Marroquin! Venga, por favor.
MARROQUIN: (Se acerca) ¿Así que este es el almacén de maíz?
VANCOUVER: Así es, estoy seguro de que este caso se podrá resolver pronto.
MARROQUIN: ¿Aun crees que yo puedo ser Menester?
VANCOUVER: Si creyera que lo eres, no estaría aquí solo contigo. Ademas, yo sé quien es Menester.
MARROQUIN: ¿De verdad? ¡Impresionante, Detective! Me siento muy orgulloso de usted, que a pesar de ser tan joven y novato. Se le haya visto tan atento, inteligente y astuto. En verdad puedo decir que se metió en la mente del criminal.
VANCOUVER: Gracias, hice lo que pude para adentrarme en el nudo, en la carta dejada por Menester, y todos los elementos, la relación, la debilidad de este asesino, he de decir, fue el método que escogió para aniquilar a Pavovla. Claro, se libró de causar daño directo y de tocarlo. Pero ahí fue cuando se descartó a gente lejana a él o al sistema. El asesino tenia que ser alguien que lo llevase en la mira.
MARROQUIN: Mis respetos. ¿Y quién es Menester? Para poder llamarle a su esposa y darle la buena noticia.
VANCOUVER: Desde este lugar se puede ver, asómese por ahí.
MARROQUIN: (Mira hacia el publico) ¿Cuál de esos bastardos es?
VANCOUVER: Mire atentamente, Comandante Morokil. (Saca un cuchillo de algún lado por ahí) ¿Ya vio a ese de blanco con naranja?
MARROQUIN: ¿Aaah ese. Él es?
VANCOUVER: No.
(Vancouver apuñala brutalmente a Marroquin. Lo dramatizamos de alguna manera chida y con la canción "Death Grips - Get Got". Ya una vez que acabe con él, lo esconderá con maíz. Se sienta, y se dispone a descansar. Arturo Amado entra en escena.)
ARTURO: ¿Dolly? ¡Dollita!
DOLLY: (Despiera) ¿Bee?
ARTURO: ¡DOLLY! (Se acerca a ella y se abrazan)
VANCOUVER: (Lo nota) ¿Buenas tardes? ¿Qué hace usted aquí?
ARTURO: Vine a buscar a mi amada Dolly (le besa el cachete).
VANCOUVER: ¿Una oveja?
ARTURO: Mi amada.
VANCOUVER: Su amada oveja.
ARTURO: Si (Voltea hacia Dolly) ¿Cómo estás? ¡Estuve muy preocupado por ti! No me vuelvas a hacer esto.
DOLLY: ¡Bee!
ARTURO: ¡Qué gusto volverte a ver!
(Ambos se levantan y dan vueltas y vueltas. Se le nota a Vancouver nervioso. Dolly y Arturo caen de manera que se descubre el cuerpo de Marroquin. Ambos se sorprenden)
ARTURO: ¡Beee! Digo. ¡Un muerto!
VANCOUVER: ¡No quería hacer esto!
 (Toma el cuchillo, cachetea a Dolly, patea a Arturo en los testículos para que ambos caigan débiles al suelo y Dolly mire impactada como su Arturito está por ser macheteado por el loco de Vancouver. El detective está por empuñar y Arturo hace su esfuerzo para evitar que este lo haga machaca. Durante ese momento, Chamba entra rápidamente en acción y jala a Vancouver para éstos dos empiecen a pelear. Dolly se acerca a Arturo dolido para ver cómo ayudarle. La canción de "Madvillainy - Supervilliain Theme" armonizará la pelea, que se coreografíen golpes y movimientos. Al final Vancouver resultará victorioso. Amarrará a Chamba. Se acercará a Arturo y este que estaba ya medio moribundo será asesinado por Vancouver. Dolly dramática hará toda clase de bees y plegarias para que Vancouver se detenga pero resulta inútil. Ya una vez Arturo muerto, Vancouver se levanta y hace una bastarda y DISFRUTABLE RISA MACABRA. Dolly llora y bla bla bla)
VANCOUVER: ¡Ja! Ni oportunidad de despedirte de tu lanuda amante. Bueno, ya veré qué hago contigo. Puedes ser un potencial nuevo caso para Menester.
CHAMBA: (Amarrado) ¡VANCOUVER! ¿Por qué haces esto?
VANCOUVER: ¿Por qué más? Dinero.
CHAMBA: ¿Tú eres quien ha matado a Pavlova y ahora Marroquín?
VANCOUVER: Deberias ser detective. Lástima que no hay mucho trabajo y uno tiene que hacérselo.
CHAMBA: ¿Por dinero estás haciendo todo esto?
VANCOUVER: Si, como les había dicho, encontrar casos estaba muy difícil. Asi que me tuve que hacer los mios.
CHAMBA: ¡Pero si Marroquin me había pedido venir!
VANCOUVER: (Dirigiéndose a Marroquín el muerto) No deberías de prestar tu teléfono así de fácil, que alguien puede pretender ser tú y andar mandando mensajes para poner trampas. Y después alguien puede borrar el historial.
MARROQUIN: (Reacciona) ¡Con razón ya no pude encontrar las chichotas esas! (Vuelve a morir)
VANCOUVER: Ya vuelvo. (Jala a Arturo fuera de escena)
(Dolly sale corriendo tras de ellos)
CHAMBA: ¡Por dinero! ¡Yo también soy un trabajador en necesidad! Cuando eres un entrenador deportivo los beneficios monetarios no son muchos. Claro, Pavlova y Marroquin desviaban parte de los impuestos para su propio beneficio pero ¿Tan grande fue la necedad y necesidad del detective Vancouver? ¡Y nadie me creerá! El muy mendigo debe de tener pruebas y teorías que se inventó para hacerme el total responsable. (Se dirige a Marroquin) Amigo, resultó muy astuto el muchacho.
(Entra Vancouver con Arguello)
VANCOUVER: Y como le decía: De pronto de mi cuenta de todo. Vine para acá y trágicamente llegué tarde para salvar al pobre del Comandante Marroquin, pero lo pronto suficiente para atrapar a Gilberto Chamba.
ARGUELLO: ¿Pero no me queda claro, porqué lo hizo?
VANCOUVER: Eso es evidente. Chamba es un entrenador deportivo, y como sabemos, no les han estado pagando tan bien. De seguro creyó que asesinando a sus dos amigos al gobierno le sobraría dinero y al fin podrían pagarle. Tristemente, siempre hay alguien detrás del otro. Siempre hay alguien esperando que caigas para ponerse en tu lugar. Puede hablarle a la ex-mujer de Pavlova y decirle que el caso está resuelto.
ARGUELLO: ¡Vaya! Es usted excelente.
VANCOUVER: Gracias.
ARGUELLO: Espere gran fama aproximándose a usted.
VANCOUVER: Espero y no sea así, yo no soy fanático de los escándalos. (guiña al publico)
ARGUELLO: Lo siento por el Comandante, lo admiraba.
VANCOUVER: Yo también lo siento. (Guiña al publico)
ARGUELLO: (A Chamba) ¿Y tú? ¿Como pudiste hacer esto? No esperes piedad.
CHAMBA: (Rechistea)
ARGUELLO: Ámonos. (Jalonea a Chamba fuera de escena. Ambos salen)
VANCOUVER: (Mira alrededor. Hace movimientos aprobatorios y sale de escena)
(Entra Pastorcita y Pastor)
PASTORCITA: (Enojada) ¡Uuuuta! ¿Cómo diablos voy a limpiar todo esto? ¡Mendigos cochinos! Ya me pudrieron todos mis cereales.
PASTOR: Te dije que eran asesinos cereales. Ahorita limpiamos, déjame le hablo a la comadre pa'que nos ayude. Dice que necesita trabajo ya que la corrieron de un café por inhalarse todo el café de una semana.
PASTORCITA: ¡Ay la comadre!
(Ambos salen. Entra Zizi)

Zizi: ¿Qué rescatamos de esto? Que todos somos impotentes, que somos victimas, que vivimos distraídos. Que perseguimos el dinero, que muchos de nosotros batallamos, y aun así pretendemos que todo sigue en felicidad. Y aquí es donde se crea la doble moral, los personajes de un polo de esta historia son supuestos representantes de la justicia, de su justicia ¿En verdad estuvo bien matar bajo esas circunstancias y a alguien tan corrupto? ¿Un acto anti-natural se puede justificar?
Y del otro polo, del lado de Dolly, la pobre Dolly. No pudo hacer nada por más que quiso. Escapó, queriendo no volver a afectar a Arturo, y este, al volver a ella, hizo que toda aflicción desapareciera y le diera a entender que en verdad se correspondían. Pero a veces nos toca estar en el lugar y momento menos indicados a causa de un impulso. A pesar de haber sido un animal, la perdida de Arturo, el ser que más le ha demostrado amor que murió frente a sus ojos la dejó devastada. El amor, como dijo el penetra-vacas de hace rato se trata de lo que amas por ti. El problema es cuando esto se sale de control. ¿Qué tan anti-natural resulto un sentimiento de lo mas natural?
Los personajes de esta narración siguieron una vida un tanto anticlimatica ya que nuestra rutina programada por los patroncitos nos limita. Lo que les he de dar a conocer de Dolly es que sufrió una terrible depresión, volvió al  rancho con los pastores y... (Sale Aldo de ovejita, dice "bee", brincotea y se come el maíz) tuvo un retoño. Su padre se desconoce, Quizá Arturo por dentro era todo un ovejón.
Y de Cesar Vancouver sólo se puede quedar una cosa clara: Resultó el mejor detective y el mejor asesino de éste siglo. Desde este escenario, desde esta óptica en la que vemos sus planos traseros y sus cuchicheos nos despedimos, les agradecemos que no sean TAN malditos y nos despedimos diciéndoles que todo se trata de la menester y la lana. Menester significa necesidad ¡eh! (Sale)

FIN

Monday, April 7, 2014

El Mandy

No hiciste todo lo que tenias que hacer,
o simplemente no lo tienes que hacer.
Y moriste haciendo
lo que nunca quisiste por siempre hacer.

Te inmortalizaste (de una disparatada manera)
en tu farándula ideal local.
Me dejaste con una inocente concepción
sobre el veneno para ratón
el que acabó contigo, y con los demás.
Veo que el polvo se levanta, me llamas "ji-ji"
Y un sin vergüenza, quizá si.
Uno con los medios necesarios para expandirse
a modo de dimensión externa.

Desde ésta óptica,
desde el mundo que aun se mueve,
existen las cosas de las que nunca me hablaste,
aun ocurren los accidentes que te horrorizaban,
aun nos amargamos con esta gelatina de ley y caos,
aun buscamos una mugrosa estabilidad.
Todavía no cambiamos los cuadros que idolatrabas.
y ella aun habla con los dependientes de los mercados.
Pero yo desde hace mucho no pregunto cuándo volverás.

Admito que te he soñado,
"Ya volví" dices.
Me saludabas, pero
nunca me dijiste todo lo que he cambiado
ni lo poco que me parezco a ti
Y nunca me lo dirás.
Sin resentimientos, ni rencores.
Sin abrazos, que me dan ñañaras los esqueletos.
Gracias por el breve y atento tiempo.
En parte, me alegra nunca haber discutido contigo
(Soy un seudo-polémico por naturaleza).

Y como algunas veces me dijiste:
Al ratón le gusta el queso
(y el veneno, he de añadir).

-El único Monge de su respectivo árbol genealógico.