Wednesday, January 29, 2014

Despegamos

Agosto, 20XX

«¿Recuerdas lo que pactamos? ¡Hemos de morir hasta que declaremos visto el espacio sideral! Estábamos al pendiente de las noticias sobre cómo iba el progreso del proyecto y de que se veía lejano. Aun así, llegamos a este día. ¡Y míranos! En la fila, hasta en frente. Sí que tienes privilegios cuando cumples 75 años. Te diría que nos aseguramos un espacio en seguida de la ventana, por que sé que te encanta estar enseguida de la ventana, pegar la cara contra ella y empañar el cristal con tu aliento. Como aquella vez que viajamos a la capital a un festival de cultura India. Por alguna razón, siempre te gustaron esas películas de Bollywood. Cantabas y baialabas las coreografías, mientras yo sólo te veía, grababa tus movimientos en la mente, y quería soñar que bailaba contigo. Ahora que estoy viejo me arrepiento de ello, nunca logré forzarme ese sueño y nunca me atreví a moverme junto a ti. Te diría que nos aseguramos un espacio en seguida de la ventana pero ¿adivina qué? ¡Tenemos vista total! ¿Apoco no es magnífico? Los científicos de alguna manera se las arreglaron para que el techo sea como un quema-cocos que lo cubre todo y no tendremos que usar trajes especiales. La gravedad y la presión no son algo para preocuparse, estaba viendo unos folletos que me dieron en la agencia. Sí te los enseñé ¿no?»
No hubo respuesta.
Un hombre de 75 años se monta abordo del primer proyecto de "Turismo espacial". Todos iban acompañados; la mayoría eran ricos con imperios cibernéticos y políticos que aplican el reciente impuesto de "Cuerpo", que consta de cobrar por el simple hecho de tener un cuerpo. Y entre más sano, más caro el impuesto. (Ya se imaginarán de la salud en general).
El viejo no usa bastón, trae puesta una boina café vieja, una camisa de botones, unos pantalones beige y unos zapatos negros. Sus lentes combinaban con sus arrugas, estaba formado en la fila para entrar. Quería escanearlo todo con su vista, y atesorarlo por el tiempo que le quedase. En sus manos traía un jarrón de cerámica, con un estilo rústico y algunos rasguños pequeños a los lados. Fuera de eso estaba muy bien cuidado. Tenia unos diseños que rodeaban todo de varios colores y patrones, y firmado con una cursiva de buena caligrafía "Emma". Dentro estaban las cenizas de su difunta esposa. También traía una pequeña maleta, que un empleado le ayudaba a cargar.
«Oh Emma» continuó el anciano, en su pensamiento «Que bueno que estés conmigo, que podamos ver esto, y mejor aun, nos cobraron 2x1. No es que no haya estado preparado, desde hace mucho ahorramos» Sonrió tristemente. Nadie se percató; la mayoría estaban ocupados tomando fotos y subiéndolas a redes sociales.
Ya una vez dentro, una azafata vestida elegante se pone frente a todos e intenta llamar su atención. Da las indicaciones:
—HUH agradece a todos los tripulantes de ésta primera nave su confianza en nuestro servicio de turismo espacial. Nos comprometemos a ofrecerles una experiencia inolvidable, y brindarles el mejor servicio posible.
     Después dio indicaciones sobre las funciones de los botones alrededor de los asientos, una breve explicación de HUH y su objetivo con el turismo espacial. La tripulación parecía emocionada, con sus cámaras en vivo móviles listas, aprovechando la inversión que hicieron en Internet Universal (que por primer vez usan). Algunos presumían con el de a lado que eran amigos de algún individuo de HUH. Los niños consideraban apagar sus videojuegos portátiles. Un par de jóvenes de familias distintas se conocieron, se fueron al fondo, donde había 4 asientos libres y uno junto al otro, empezaron a hablarse. Se contaron sus aficiones y metas, sus formas de ver el universo y sus opiniones del progreso humano. Sus palabras no eran demasiado relevantes, en realidad, eran mundanas, eran típicas, eran palabras que dicen todos y no llegan a nada. Sin embargo, uno se veía al otro con un interés particular tanto físico como mental. El anciano, que estaba sentado al frente, volteó hacia atrás, los vio comparar el tamaño de sus manos uno con el otro y las reacciones que hacían, él, que tenía su jarrón en el regazo, lo cubre con su mano -el tamaño era parecido al de una maceta pequeña-, el dedo medio del anciano alcanzaba la tapa si ponía su mano desde la base. Recordó que solía hacer lo mismo con Emma. La mano de él era mas grande, y al entrelazarse, ella solía compararlo con instrumentos musicales. «Yo soy un violín y tu un cello» decía, «Tú das la base y yo soy la armonía, la bonita», y era cierto, Emma, a pesar de que murio a los 50 años a causa de una enfermedad terminal de "nueva-era", mantenía una belleza afable. Ca gente le solía decir que no aparentaba los 50, aun cuando estaba demacrada por la enfermedad. Las arrugas nunca le llegaron, le gustaba llevar una dieta saludable, y hacía varios tipos de ejercicios. El anciano también comía saludable, no le quedaba de otra. Cuando vives junto a otro, los estilos de vida de ambos se fusionan para crear uno nuevo, aunque a veces mande mas uno que otro; sin embargo, nunca le angustió llevar una dieta saludable, de hecho, se deleitaba. Disfrutaba que Emma tomara cuidado de esos aspectos desde que se casaron. A la mente del anciano vino el recuerdo de la boda, que para él, no fue lo importante, si no lo que siguió de ahí.
«La rutina, a pesar de que casi todos se quejan de ella, siempre encontraste una forma para hacérmela mas fácil, Emma; eran tus propuestas alocadas que yo seguía, o tus impulsos, o los ataques que me dabas por la espalda. Esas cositas, me hacían regocijar el día a día contigo. Me gustaba ver tu cara cuando agarraba cualquier cosa de la calle, llegaba a casa y te improvisaba versos sobre cualquier objeto al azar. Joder, no sé como pude aguantarte todos los días hablar de tu día en el trabajo. Joder, no sé como pude disfrutar tanto escuchar quejarte de tu jefe, eran las palabras que escupías. Tu tono de voz y tu ceño fruncido lo que me hacían gozar el oírte quejar».
—Dentro de 5 minutos despegamos —dijo la azafata, y tomó asiento y se colocó el cinturón. Un vídeo apareció en el que Coca-Cola, promocionaba las bebidas del viaje. El comercial era emocional; tenía niños con cáncer siendo curados al tomar Coca-Cola o algo así.
En el exterior, motores se escuchaban, y los reporteros estaban al pendiente. El anciano miraba hacia arriba, donde estaba el cielo, y una gran proyección con el logo de HUH mostrándose. Se levanta para tomar su maleta pequeña. Al querer agarrarla, sin razón aparente pierde fuerza de la mano y la deja caer. El joven que estaba coqueteando atrás se apresura para darle al anciano su maleta, probablemente lo hizo para impresionar a la muchacha. El viejo, de todos modos se lo agradeció. El anciano toma su maleta, se sienta en su asiento que estaba cerca de la puerta, y en seguida de él estaba un niño y su videojuego, concentrado en ganar. Ni se dio cuenta de que el anciano se levantó y de que tiró la maleta al suelo; en verdad, nadie se dio cuenta. Últimamente es más notable la escasez de atención en las situaciones ajenas, y cuando lo hacen, es para dar una buena imagen (como el joven coqueto), ya que es un acto totalmente inusual. Los últimos minutos para el despegue el anciano se lamentó sus fuerzas:
«Me he vuelto muy inútil. En parte me alegra que no te haya tocado verme de esta forma. Ya no podría ayudarte a subir los vasos o la despensa a los muebles de arriba, cuando me masajees la cabeza muchos de mis cabellos se caerían mientras pasas los dedos por mi cráneo. Recuerdo que solíamos pasar juntos las noches calurosas en el techo, desnudo, y me hablabas de alguna película de Bollywood que viste, y mas de las que tienen que ver con el espacio. La última vez tenías 46, yo unos 45. Habíamos hecho el amor en el techo, y nos quedamos arriba para dormir.»

—¿No te deprime que antes se veían mas estrellas de las que se ven ahora? —Le dijo su esposa aquella noche que estaba recordando.
—Si, es triste. Triste e inevitable. —le respondió, con seriedad.
—¿Por qué sucederá? —preguntó ella. Su cara de curiosidad era irresistible de complacer.
—Cada vez la pasamos más solos. Hasta nuestras Navidades son cada vez más solas.
—Eso es porque nunca tuvimos hijos. —Hoy en día, el anciano se arrepiente de esa decisión.
—Fuera de eso —respondió— La vida de todos se va distanciando. Todos tendrán otros asuntos que arreglar. Aun con hijos, luego optarían pasar Navidad en casa de su pareja que con nosotros.
Emma permaneció en silencio, pensativa.
—Al final no importa —dijo el anciano, que en aquel entonces era de cuerpo atlético— Mientras tengamos la compañía que necesitemos, cualquier vacío se llena. Y tú eres la compañía que necesito.
    Después de eso, se abrazaron. Estando desnudos, y quedaron dormidos.

«Y amanecimos cocinados por el solazo» Pensó el anciano, viendo el final del comercial largo. En un altavoz habló el capitán, dio el sermón usual pero con términos más espaciales y una voz pre-grabada dio la cuenta regresiva.
10... 9... 8..
—¡Oye! —le habló el niño que estaba a un lado de el, apenas notando al anciano— ¿No estás muy viejo para andar aquí?
—No lo creo —respondió el anciano—. Me he cuidado lo necesario estos años, y de salud no he andado mal. Si quieres te enseño los papeles que me permiten estar aquí, los traigo en la maleta.
El niño rechazó, y optó por ver arriba, vía el quema-cocos.
3... 2.. 
El anciano, ansioso, se sujetó más fuerte de Emma. Imaginó que le tomaba la mano.
1...  Despegamos.
«Emma, todo es bello, todo es perfecto. El espacio tiene unos colores magníficos, auroras que nunca se verían desde el planeta Tierra. En este momento, todo es diferente a lo que conocemos. Dentro de ésta capsula, teniéndote conmigo, nada me duele. El tiempo es distinto; no estoy viejo, me siento joven, este sentimiento lo podría comparar a enamorarme contigo, y lo sé porque es la sensación que me viene al recordarte, al abrazarte cuando mas te necesito, a sentirme humano en tus brazos. Emma ¿Por qué no estás? ¿Qué clase de reglas del Universo te llevan a separarte de mí? ¿Desafiamos la ley en la que todos se separan? ¿La misma realidad nos prohíbe estar tanto juntos? Pues no me importa, te mantengo conmigo. Admito que el no tenerte físicamente creó un vacío en mí; aguanté para ver cumplido lo que solías decir:  " Hemos de morir hasta que declaremos visto el espacio sideral!" Te lo prometí en la prepa, y te lo otorgo cuanto más pronto sea posible».
Dentro de la nave todos estaban alegres por la imagen bonita del espacio, y lo bien que se ve al aplicarle filtros de imagen, y las compartían instantáneamente. La cantidad de atención que recibió fue absoluta. Nadie se percató que dentro de la cápsula el anciano lloraba, y en sus lágrimas que caían por su arrugada cara, se refleja el espacio, se veían las estrellas que con el paso del tiempo y del crecimiento tecnológico nos abandonaron. Aunque las estrellas que vemos en cualquier presente están a años luz y probablemente ya muertas. Era un tipo de compañía cliché, en el que muchos nos acomodamos, y la tecnología la fue quitando, a modo que nuevas generaciones no tenían ni idea de como lucía una desde la ventana de la casa.
—¡Mamá! —dijo un niño— ¿Esa es una estrella?
—Si, hijo —dijo la madre mientras contemplaba los matices que están fuera de órbita.
—Las estrellas, como las personas, se nos van, pero siempre podemos conseguir un lugar donde guardarlas, si es lo que queremos —dijo el anciano, que había escuchado a la madre y al hijo.
—¡Hey! —exclamó un empresario— eso suena bien.
Y todos empezaron a postear por Internet la frase que el anciano acababa de decir. En verdad, él no la veía algo muy genuino, u original. Después se percató de la situación: Ésta gente nunca había visto una estrella, o al menos la mayoría, ya que eran jóvenes. Los viejos descuidados y los obesos no podían entrar por cuestiones de seguridad (Y gente saludable y rica hay poca).
"Las estrellas, como las personas, se nos van, pero siempre podemos conseguir un lugar donde guardarlas, si es lo que queremos." Se convirtió en tendencia mundial inmediatamente.
El anciano, fuera de eso; permaneció en silencio, sin embargo, en su mente le narraba con sus propias palabras lo que veía a Emma, mientras la mantenía fuertemente apretada en su pecho. No era del todo fuerte, pero si el máximo de energía que podría tener alguien de su edad. Comparaba los panoramas con pinturas hechas con gises.
«Imagina que alguien agarra una mezcla de gis morado y rosa y la pasa por toda esta parte del universo, que es un lienzo negro y dibuja una resbaladilla que sube y baja. Como los parques acuáticos que te gustan. Y esas estrellas de allí brillan como tus ojos en las veces que dormíamos afuera.» A la hora, un encargado se acerca con el anciano, que aun tenía una lágrima corriendo, y le pide que le acompañe. Le ayuda a levantarse y lo lleva a la cabina de control.

—¿Usted es el señor Pierce? —pregunta el copiloto al anciano.
—Lo soy.
—Tenemos entendido que tiene una petición especial.
—Lo que sucede es que Emma quiere quedarse en órbita un rato más.
—Comprendemos. Nosotros en HUH queremos brindarle una gran experiencia —dijo el copiloto, como si fuera obligación repetir esa frase.
—¿Se podrá? —pregunto el anciano con una voz temblorosa.
—Probablemente si —el copiloto parecía calmado— ¿Nos permite la vasija?
—C-Claro —respondió con una voz mas temblorosa.
Y sus manos, sincronizadas con su voz, temblaban, mas rápido que un experto en percusión queriéndose lucir. Emma fue pasada a manos del copiloto. Habían pasado 26 años sin que otras manos más que las de Pierce tocaran a Emma. No sintió celos, si no que temió que no tomaran el cuidado correcto de ella, temía que algo tan preciado para él podría acabar en el suelo y tenga que ser barrido como basura común y corriente; cuando Emma no lo era, sino todo lo contrario. Pierce esperó sentado en un asiento que tenían en la cabina. El copiloto efectuó unas acciones que para simplificar: Era una caja de cristal que tenía una puerta por el interior y otra por el exterior, para mandar un objeto al espacio. Pondrían el objeto dentro de la caja, cerrarían la puerta del interior correctamente, una banda movería el objeto a la otra salida, que es en el exterior y sería expulsado. El copiloto puso la vasija y la trasladó a la puerta de afuera. Apunto de ser expulsada.
—Señor Pierce —llama el copiloto— Esta bandeja no la solemos usar para esto. Comprendemos su situación y nos gustaría cumplir su petición, solo hay que apretar el botón y la vasija estará flotando. También le pedimos máxima discreción, no queremos que esto se haga tendencia.
Al escuchar la palabra tendencia, a la mente de el anciano Pierce vino la frase que dijo hace rato "Las estrellas, como las personas, se nos van, pero siempre podemos conseguir un lugar donde guardarlas, si es lo que queremos" «¿Entonces qué pasa cuando las personas y las estrellas que se van se unen una con la otra?» Decidió no darle vueltas a ese asunto. Se levantó del asiento, se acercó a esa bandeja que llevaba objeto al exterior, a su mente vino la imagen de Emma, su esencia, su piel, todo lo que le adulaba, todo lo que le protegía, las cosas que le hacían sonreír, la comida que preparaba, las razones por las que peleaban, las dificultades económicas que tuvieron, las quemaduras con las que amanecieron al dormir desnudos en el techo. Mientras ese momento pequeño que a Pierce le pareció la eternidad en un puño, los únicos presentes en la cabina, que eran el piloto, el copiloto y una azafata mostraban respeto. Pierce soltó lagrima, que cayó en el cristal de la bandeja. Presionó el botón, y Emma pasó a viajar en el espacio.
El jarrón de cerámica dentro del que estaba Emma comenzó a flotar, por la presión se abrió por si mismo y la ceniza se dispersó por el universo. Los matices que Pierce había definido antes de una combinación de rosa y morado ahora tenían otra combinación: Gris ceniza. El gris se dispersó de una manera agraciada, que casi parecía una escena de película en la que se ha trabajado por 2 años con tecnología de punta. La naturaleza de Emma se combinó con el Universo entero, pasó a ser una con esa vastedad inimaginable. Pierce sonrió, y a la vez se dio cuenta de que ha dejado ir la cosa que más ama. Él no era de aquellos que creían "Si lo amas déjalo ir", era en parte, lo contrario, aunque con Emma siempre hubo algo que los mantenía unidos sin fuerza de por medio, algo que los mantenía riendo, dándose golpes, caricias. Reviviendo el acto de hacer el amor apasionadamente.
A Pierce le vino la sensación de que el vacío se intensificó, que nada servia para nada, que a su edad, hubiera sido mejor aventarse junto con Emma al espacio y que su cabeza explotaría y se transformaría en una bella combinación de sangre y ceniza flotando. Eso hubiera sido ideal para el anciano Pierce, pero no cabía por la bandeja de objetos que pasan al exterior, y abrir la principal sería demasiado egoísta y le arruinaría la diversión a muchos. La vio irse, y volvió a llorar, se imaginó una combinación de sus lagrimas, su sangre y la ceniza de ella a contra gravedad. Se tomó un tiempo dentro de la cabina para que su cuerpo se tranquilizara y su mente se despejara. Al rato se recuperó, agradeció a los presentes y volvió a su asiento. Ahí estaba su maleta, resposando. La abre, dentro había un MP3 y sus respectivos audífonos; prácticamente una reliquia. El niño de enseguida se asombró por la tecnología arcaica. El anciano encendió el aparato, y el soundtrack de alguna pelicula vieja y popular de India empieza a sonar. Se quedó dormido. Soñó que bailaba una coreografía de una película de Bollywood con Emma.



Monday, January 27, 2014

Hilo Flotando En La Superficie

En un lago conocí a Zhanna Kozlov. Prácticamente, no hay otro lugar en el universo donde conocer a Zhanna Kozlov. Se podría decir que vive a la orilla de uno. Se aloja en una pequeña cabaña en la que nadie sabe qué hay dentro, y desde la cabaña, observa el lago, lo contempla como si fuera una una hoja con las respuestas del examen más importante de su vida, a ratos como si supiera que un ángel va a surgir de él y está esperando a que aparezca. Nadie sabía porqué veía tanto el lago, y tampoco desde cuando estaba establecida a su lado.
Un día apareció de pronto, la encontraron sentada, con los pies en el agua, y dando golpes con la punta de los dedos a la superficie del lago para que se formaran anillos. Nadie hablaba con ella, y ella no hablaba con nadie, la razón por la que accedió a hablar conmigo aún la desconozco. Para hacer la historia corta, al lago fui a parar por cuestiones de trabajo. Cuando llegué al lago, observé ese charcote, y en el reflejo estaba yo, contemplándome usar un smoking viejo, que tenía desde años pensado tirar, y sin embargo, jamás hice. Demonios, ¿Cómo es que me soporto tanto con este traje roñoso?
 Alcé la mirada, y ahí estaba ella, con los pies dentro del agua, y con los dedos de su frágil mano haciendo rulos a su cabello. Su vestimenta no era extravagante; un simple vestido largo blanco -que, por circunstancias claras ahora está amarillento o color tierra- era lo único que tenia puesto. He de remarcar que sus ojos eran azules tal como el lago, y la forma en la que ella lo veía (o el lago la veía a ella) era casi un lenguaje secreto; como un código autentico entre Zhanna Kozlov y éste. Nadie me había advertido de esa muchachita y su conducta. Decidí aproximarme, algo en ella me inquietaba; quizá su forma de hacer rulos con su pelo o la mirada que le dirigía al lago. Parecía que leía un libro; un libro que nadie ha leído y dentro habitan revelaciones universales, o una simple enciclopedia de enfermedades venéreas con todo e imágenes.

—Hola —me aventuré a decirle.
Y como era de esperarse, no respondió. Seguía contemplando el lago como si fueran los últimos 10 minutos de un partido de fútbol en el que juega su equipo favorito y va empatado 2-2.
Duré alrededor de 10 minutos a un lado de ella, imaginándome el partido intenso, y la audiencia emocionada a más no poder. Dando ánimos a su equipo. Los minutos pasaron y ella siguió en silencio manteniendo esa expresión.
—Pasamos a tiempo extra —me dije en un tono alto, con esperanzas de que me notara.
Una parte de mí me decía que la dejara en paz. La otra me decía que experimentara con ella, que estropeara su concentración. Claramente, obedecí la segunda.
Tiré una piedra al punto fijo que observaba; su reacción fue que con cada onda que se formara en el agua, sus ojos hicieran unos extraños tics. Sus párpados se abrían y cerraban inusualmente. Desde su perfil, noté que sus ojos azules se tornaron opacos, y de esto no estoy seguro si sucedió en realidad, pero el lago se tornó un color oscuro.
No me resultó suficiente eso. La tomé de su pelo de manera juguetona -no era muy limpio y tampoco era de una textura agradable, parecía moho del color de su cabello, ella ignoró completamente el que le esté tomando el cabello-, lo que pude notar fue viento que me golpeaba de suroeste a noreste. Me dio frío en las orejas.
Decidí terminar pasando mi mano por sus ojos, moviéndola de arriba a abajo; su reacción fue interesante, parecía que percibía cuando mi mano transitaría por su rango ocular y cerraba los ojos automáticamente, así que nunca me vio; como acto natural, me evadía.
No pude resistir y me paré enfrente de ella. Estaba sentada con las piernas juntas y de la rodilla para abajo dentro del lago, por lo que me abrí de manera de rodeara, como tijeras apunto de cortar papel, me incliné y quedé de cuclillas. Fácilmente pudo haberme empujado y me hubiera dado un chapuzón en el agua, pero no lo hizo.
Éramos un tipo con un smoking roñoso y una dama con un vestido sucio, uno junto al otro. Mi cara estaba a la misma altura que la suya, y ahí fue cuando me di cuenta de que tenia pecas; eran lindas. Como era de esperarse, sus ojos estaban cerrados. Ella no tenía idea de como luzco; sin embargo sabía que estaba ahí. No sólo se necesitan los ojos y el tacto para reconocer la parecencia de alguien, eso me quedó claro.
Veía sus pecas, sus refinadas facciones y su cabello. Ella y yo estuvimos observándola por un buen rato -yo la veía por fuera y ella se veía por dentro-, con sus ojos que de perfil parecen ser azules.
—Hola —me dijo al fin. Su voz era tenue. Si tuviera que definirla con una crayola sería azul-verde (no verde-azul).
Platicamos un buen rato, ella seguía con los ojos cerrados. Me preguntó cómo era, a qué me dedicaba y mi nombre, ella me dijo el suyo:
—Me llamo Zhanna Kozlov, aquí vivo.
—¿Por qué no abres tus ojos? —le pregunté prácticamente diciéndole «Déjame confirmar que tus pupilas están hechas de ese azul que inquieta».
—Porque no eres agua. No hay nada que ver en lo que no es agua.
—De hecho, lo soy —le dije—. Las personas tenemos mucha agua dentro de nosotros; sin ella no vivimos.
—¿No vives sin agua? —me preguntó como si fuera algo inusual.
—Me deshidrato y muero —le respondí. Ella duró un largo rato en silencio y mostrando empatí.
—Entonces no eres el agua que necesito ver— dijo mientras seguía con los ojos cerrados ¿Qué tipos de agua hay que ver?
Fui prácticamente entrevistado por ella, me preguntó lo qué hago específicamente, gustos y disgustos. Me sentí obligado a preguntarle qué tanto hacia ella en el lago, y porqué vivía en esa cabaña tan apartada de la civilización.
—Trabajo —Me respondió sin rechistar.
—¿Qué clase de trabajo?
—No deberías de saber —me respondió.
—¿Por qué?
—No eres el agua que necesita saber.
Rechazó decirme. Quiso seguir charlando (y yo también), me sacaba platica, me hacía preguntas sobre el mundo, sobre mares y ríos, y le respondía lo que sabía. Toda la conversación la veía a ella, a sus ojos serenamente cerrados, sí, me contagiaban serenidad. Hablábamos uno con el otro a pesar de tener un trabajo que hacer.
—¿Y por qué trabajas? —me vi obligado a preguntar. Algo dentro de mi permanecía intranquilo, deseoso de saber qué demonios hace una mujer dedicándose a ver un lago todo el día todos los días.
—Es natural —me respondió.
Seguí insistiendo, buscando vías para que alguna verdad concreta se pudiera liberar, y fue una pregunta la que provoco la contestación mas relevante de mi relato. Dicha pregunta fue «¿Qué es lo que haces?».
Reconozco que previamente mencioné que me pudo haber tirado al lago por mi posición y aunque lo que pasó después de ese cuestionamiento fue que me "tirarse al lago", algo no se sentía igual. El agua de aquel lago no era mojada; es complicado de definir, fue como caer de una larga altura pero a lentitud. Mi peso era diferente al que usualmente tenia cuando me metía a albercas, y a pesar de estar sin aire, no sentí la necesidad de respirar. Mis ojos permanecían abiertos viendo las burbujas elevarse mientras sentía mi cuerpo descender. Nadaba hacia la superficie. Dirigí mi mirada hacia lo que creía que era abajo y no había fin; el lago no tenía una profundidad calculable. Al voltear hacia lo que supuse que era arriba veía el sol o la luna (no recuerdo) y me dijo «¿Qué haces ahí? ¡Ven inmediatamente para acá!» Y yo ascendía dentro de ese cuerpo de agua. Logré llevar mi mano hacia fuera. Empecé a sentir la humedad del agua, saqué mi cabeza predispuesto a tomar aire, y al llevar mi boca a la superficie inhalé fuertemente, como si me hubieran pedido imitar un hoyo negro, lo cual fue una terrible decisión, lo que me sucedió fue que tragué agua, la cual tenía un sabor inusual, era agridulce, si... Agridulce sería como la definiría.
   Tosí desesperadamente, sentía ahogarme. Y regresé a estar seguro dentro del lago (irónico). Sin respirar, sin peso concreto, miré a mi alrededor, y los pies de Zhanna Kozlov revoloteaban. Las alcancé, tomé ambas piernas con ambas manos, y siguiente a eso ella me jaló a la superficie. Inevitablemente inhalé fuertemente y lo que recibí ahora fue el aire con humedad especial que hay en los lagos.
Ella tenía los ojos cerrados aún. La abracé a contra mi voluntad, había algo en mi que me obligaba a abrazarla con intensidad. Ella me sujeta. No recuerdo cuando fue la última vez que sentí tanta seguridad en los brazos de alguien.
 Lo que Zhanna realizó después fue volver a tirarme al lago, pero esta vez, estaba en los brazos de ella. Lo primero que noté al estar dentro de ese cuerpo acuático fue que en la división de agua y aire estaba la espalda de Zhanna y su reflejo.Su dorso, era un poco tosco, manteniendo delicadeza. Al verle la cara sus ojos estaban abiertos y tuvimos contacto visual por primera vez (y última, al parecer), Al inicio creí que no tenia ojos. El tono de ellos eran parecidos a los del lago, aunque fijándome bien pude notar las diferentes partes: La cornea y el iris que eran difíciles de diferenciar pero los pude discernir. Sus ojos eran prácticamente homogéneos a los del lago.

—¿Puedes ver el fondo?— me preguntó mediante el pensamiento, o al menos eso creí haber escuchado.
Volteo hacia abajo, y el resultado fue ver mi espalda y mi cara de perfil.
—Veo mi espalda —le expresé.
—Bien —me respondió y comenzamos a regresar a la superficie. Al volver a la orilla, Zhanna  Koslov tenía sus ojos callados, como era de esperarse.
Ella sabía que tenia que darme una explicación después de eso; no era obligatorio, aun así, lo hizo, y se lo agradezco. Gracias a lo que me dijo -que fue algo vago- me puedo dar una idea más concreta de qué es su trabajo.

—¿Sabes de dónde viene la historia? —me preguntó.
—De sucesos anteriores, supongo —respondí quebrantante.
Los sucesos los hace la gente —me dice— y no toda la gente es igual. Así que toda la historia no es igual.
—¿A qué te refieres?
—El pasado que crees tener es ajeno a tí, no te pertenece. No tienes nada que ver.
—Sin embargo, lo que vivimos ahora es la causa de eso.
—Así funciona el hilo —respondió, y empezó peinar sus cejas con el dedo indice.
—¿El hilo? ¿ Como el usado en una fabrica textil?
—El hilo de la historia —me dijo—, el hilo que se deshila infinitamente y cuelgas de él.
Traté de digerir esas palabras, no pude. Zhanna me ayudó a comprender:
—No todos estamos de acuerdo con lo mismo, y no vemos todo igual. Imagina que hilo del que colgabas, se enreda con el de otros. Una cantidad incontable. Tantos y tan enredados que no sabes cuál es el tuyo y además, casi imposible de desenmarañar. —fue el complemento que añadió.— Casi. —enfatizó.
—¿Y qué tiene qué ver eso que pasó? ¿Por qué cuando caí solo al lago fue diferente al entrar contigo?
—Mi trabajo es desenmarañar los hilos. —Dice mientras pasa a peinar la otra ceja con el mismo dedo—
Un hilo desenredado es tu reflejo; eres tú en tu estado puro. Sin embargo, con un sólo hilo no hay nada, y nada se puede formar.
—¿Y por qué quieres desenmarañar los hilos? —le pregunté, sintiendo un clímax aproximándose.
No respondió. No volvió a responder, no abrió los ojos, dejó peinarse la ceja, y el solo acto de mover sus piernas dentro del agua aseguraba que estaba viva.
Decidí terminar el trabajo que tenía que hacer y después retirarme. Hablé con la gente de los alrededores sobre ella y sólo me chismearon de lo inusual que era. Después Regresé a mi hogar, muy lejos de ese lago.

A los meses empecé a comprender a lo que se refería: La historia es atrocidad en conjunto. Todos nuestros errores crean nudos difíciles, y los que logran desenredar una parte crean otro nudo en algún lado del mundo. Sin embargo, gracias a las acciones todo existe y sigue en existencia; porque seguimos haciendo historia, seguimos enredando hilos que pocos podrían desenredar.
Zhanna Koslov, con su extraño don me desenredó. Me alejó de todo mi contexto en el que nací; me hizo olvidar las guerras de mi país, toda la ciencia que conforma este universo, y toda la religión seguida por mis conocidos y familia. Sin ello, no tenía más que mi reflejo. Me sentí insignificante. Nada he aportado al mundo y mucho me ha aportado a mí, por ende estoy dentro del enredo.
Figuro que Zhanna Koslov está esperando a alguien (el agua que necesita) en ese enigmático lago para desenredarl@, y espero que lo haya logrado, porque pienso visitarla próximamente y realizar la siguiente pregunta:
"¿De qué material está hecha La Verdad?"

Sunday, January 26, 2014

Baikal, Rusia

Deseos de reflejo
y de saber quiénes somos
¿Tu me lo podrías decir?
¿Me permitirías hundirme en ti?
En tus dudas, en tus pensamientos.

Sentirme flotando, enamorado. En un lago.

Imagen de nosotros apuntando al fondo
y nunca alcanzarlo
y estar perfectamente de acuerdo.
Es lindo ver todo conectarse a la orilla.
Y en medio de todo, tu.

Y todos los que te han visto
Deberían saber lo infinita que eres.

/2012/

Thursday, January 23, 2014

Banquete Para Seis (O Menos)

I

Las clases habían acabado. Todos se han ido a sus casas, o al cine, o a fumar, o a tener sexo, o a perderse (ustedes saben, cosas de jóvenes). Sin embargo, en un aula, seis adolescentes seguían dentro de las instalaciones escolares. Lograron arreglárselas para que ningún maestro y ni los guardias se percataran de que se quedaron. Se metieron a un salón, uno que está lejos de la entrada. Había algo en esa aula que les hacia sentirse que era el mejor lugar para estar y hacer lo que tenían acordado. Los seis alumnos estaban sentados en mesabancos que tomaron a su gusto y colocaron alrededor del escritorio del maestro. Cinco hombres y una mujer, los hombres traían sudaderas diferentes: una roja con capucha, una morada con el logo de Nike, una negra que el cuello era blanco, una gris que tenia el logo de Aeropostale y uno con una blanca ajustada, el cual era gordo por lo que se veía su estomago sobresaliendo por el pantalón, es decir, lonjas. La mujer tenía rayitos azules en su pelo, la prefecta la regañaba y le ponía reportes, citaban a sus padres pero nunca asistían. Ella siempre daba la excusa de que estaban ocupados o que tenían algo mejor que hacer.
Los seis estaban sentados rodeando el escritorio del maestro. Sus miradas estaban concentradas al centro de éste. En sus ojos se podía apreciar la presencia de algo inverosímil pero a la vez esperado, como la mirada de una madre contemplando por ultrasonido a su bebé, exceptuando la (posible) felicidad; en lugar de ella una tensión era notable por todo el salón. Su miradas se centraban en un revólver, un arma de seis tiros, mil veces vista en televisión y otras mil veces mencionada en corridos y narco-corridos. Un arma clásica, fina, reconocida por eficacia y sus seis espacios disponibles en el cilindro. El de Sudadera gris con el logo de Aeropostale la toma y verifica su peso, era considerable, a lo que le habían dicho ya estaba equipada con seis balas y el seguro puesto, prácticamente lista para usar. Su forma de verificar su peso o su autenticidad es parecida a como lo hacen cuando en una casa de empeño revisan el oro que quieres vender o empeñar. El de la sudadera gris mientras lo tiene en su mano, mira a los demás compañeros. Eran de distintas edades y cursos. Sus expresiones eran de preocupación por ser descubiertos, aunque a la vez se sentían orgullosos de presenciar un revólver por primera vez. Era justo como lo imaginaban, sólo sin lo lustroso, ya que era usado.

—Bueno —dice el de logo Aeropostale—, ya se nos hizo tener el arma en nuestras manos ¿Ahora qué? —preguntó mientras el mecía revólver por el aire, queriendo imitar a los que lo usan en películas de acción.
—Oye —Inquiere el gordo, su voz era aguda — ¿No batallaste para conseguirla?
—Nah —respondió con seguridad, aun jugando con el arma—. Con la feria que juntamos estuvo bien pelada.
— ¿Y a quién se la compraste? —preguntó el de negro, contemplando el arma con lujuria.
— Mi carnal trabaja pa' un narco, le pedí paro que me la consiguiera.
—¿Y no dirá nada? —preguntó dudosa la mujer.
—Nah —respondió con su singular acento—. Es mi carnal.
—¿Y si sirve? —Volvió a preguntar la mujer.
—Hay una forma de saber —le respondió y le apunto a la cara. Sostenía firme el arma y sin temor. Su mirada era retadora.
—¡Wey! Bájale —le dijo el de logo Nike, eran amigos.
—Sólo bromeo —respondió, y dio una risa burlona— como son sacatones. —devolvió el arma al escritorio.
—¿Quién va primero? —preguntó el de Nike.

El cuarto quedó en silencio total, todos habían pactado un acuerdo, conseguir un arma entre ellos, y así, cumplir sus propósitos de asesinar a alguien que según ellos les hacia de la vida una batalla. Tenían que acordar un orden en el que se pasarían el revólver y así cada uno ir cumpliendo su propósito.

La única mujer de los presentes pensó inmediatamente en su padre, «Ese maldito infiel» se dijo por dentro, su padre tendría unos 35 años, y llevaba 17 años casado con su madre (La misma de edad de ella, se casaron a causa del embarazo accidental, eso le provocaba enojarse con él ¿Aunque no somos todos accidentes? El nacimiento es un mero accidente, es algo que nunca decides y que está totalmente fuera de tu poder, su razón para enojarse con él era innecesaria). Lo había encontrado en el lobby de un hotel besándose con una mujer aparentemente más joven que él. Ella lo confrontó en la recepción pero él fingió demencia de no conocerla, y en casa también logró engañar a la madre, diciéndole que la niña inventaba cosas por que tenía rencor de que le hayan quitado su smartphone debido a sus malas calificaciones, la madre lo creyó, ciegamente. Su furia colapsó en la decisión de no hablarle, de escupirle la cara mientras duerme.
¿En verdad era necesario asesinar a su padre? Independientemente de ser su familiar ¿En verdad era necesario asesinar a un ser humano? Lo más probable es que su padre no ame (o nunca haya amado) a su esposa. Deprimentemente, eso casos pasan. Y si siguieron juntos es por el protocolo y la presión social  de mantener una familia al pie de la letra. la infidelidad no es la solución, pero tampoco el parricidio. De todos modos, ella se lo imaginaba a él se en un charco de sangre, quería matarlo de un tiro en los testículos (Cosa imposible, aunque si dolorosa).

A la cabeza del gordo vino la imagen de un adolescente musculoso, con carro del año (o al menos eso decía él), muy fanático de la marihuana, y de las pedas. Cuando dicho adolescente musculoso no hablaba de drogas, carros, banda, balaceras o sexo, el entretenimiento de él era hacerle daño al gordo, ¿cómo? sencillo: ¡Era tonto, con una voz graciosa, feo y gordo! Qué objetivo tan fácil, los ridículos que ha pasado hasta ahora se los debe mayoritariamente a él, la mirada de todos cuando entra a la escuela: de pena, asco o tedio, y una que otra de lastima intocable son las que le dan la bienvenida, nadie en verdad le hablaba. ¿Matar al causante principal de sus desgracias arreglaría algo? Él no pensaba en eso, sólo se lo imaginaba muerto, de un balazo al corazón «Para que vea lo que siento» es la excusa que se le planteaba en el inconsciente. De todos modos ¿Que arreglaría? Tipos dañistas, abusones, confundidos sobre cómo lograr popularidad, necesitados de atención son eternos, detrás de uno hay otro, y dentro de ese otro, otro. ¿No cometería el gordo un acto falaz de atención al asesinar a su abusón? Pasaría a ser un abusón más.

Al de Nike todo le había resultado fácil (caprichosamente hablando), levantar un dedo era el único esfuerzo que necesitaba hacer para lograr obtener lo que quería, y en el momento que reprobó matemáticas, por más dedos que levantó no logró pasar la materia, su furia con el maestro fue ardiente, cien groserías diferentes fueron las que le dedicó en sus estados de facebook, emoticonos de disgusto, canciones matonas que dicen algo como "Te quiero matar, amarrarte como puerco en un corral". El maestro era un simple trabajador, con mala paga, estrés y tolerancia grande hacia los alumnos, quizá no era el mejor maestro, no se sabía todas las respuestas, y su léxico no era maravilloso. Sin embargo ¿esa es una razón para morir a causa de un arma? El maestro no estaría de acuerdo, diría algo como «Mejor mátate la hueva». Hay cosas peores sucediendo en el mundo que un chamaco flojo reprobado, en verdad seguía sin saber como funcionaban las fracciones. ¿Qué culpa tenía el maestro? Matar a un hombre de familia, que de alguna forma logra subsistir bajo las opresión de la ley y el caos (sí, ambos) en la vida diaria, simplemente bobo.

El de Aeropostale fue el único que habló en ese vasto silencio:
—Yo sólo quiero ver a esa liandra muerta —dijo.
Su ex-novia, igual de estúpida que él, la que enseña los calzones en su foto de perfil, le rompió el corazón (o mas bien entre ambos rompieron el condón). Poco hay que decir, la clásica historia de tomar posesión de alguien, querer dominarl@, reducirlo a nada por sentirse superior, es como arrancar una flor por su belleza, en lugar de dejarla crecer y contemplarla. Entre pleitos y reconciliaciones que llevaban al acto sexual, ella quedó embarazada, el de Aeropostale no se imaginaba siendo padre, le aterraba la idea, es un cobarde irresponsable, y la única solución que encontró fue matarla. La imaginaba con un agujero en el vientre.
—Dos por uno —dijo al hablar por segunda vez.

El de negro era el más callado, miraba su cara, reflejada en una ventana del salón, pensó que se extrañaría, o que alguien podría extrañarlo; pero, a la vez pensaba que estaría bien morir, «Una pistola es la forma ideal de cometer suicidio, meterse el cañón a la boca, disparar y que mi cara quede desfigurada como pollo saliendo del huevo. Sí, así es como me veo muerto» Le dijo una voz dentro de él, que sonaba como la de él, pero a la vez distante, como un simple concepto. No es que sea maltratado por un abusón, o que su novia le haya defraudado inmensamente, no, nada de eso, de novia nada, ni de novio, a pesar de ser gay. Algo le impedía liberarse, quizá lo que el machista de su padre suele decir: «Te doy en la madre si me sales joto», esa resultó ser la frase que le da eco por la cabeza y junto con el eco un miedo que se expande. La recepción de lo homosexual en el lugar donde vivía era de desprecio. Él optaba por permanecer callado, juntarse con niñas y pasarla bien (o al menos intentarlo).
¿Era el suicidio la mejor forma de escapar? ¿Por qué no puede quererse tal como es, ignorando lo que digan los demás?
De hecho, ni él sabia del todo si era gay, intentaba negárselo a si mismo; intentaba sentirse atraído por una mujer, fracasaba. Tenia un sueño recurrente: Él tomando la mano de un hombre, caminaban por algo cursi y genérico como la playa o el parque, o algo entre esas lineas. La mano que tomaba fuertemente era la de un hombre, uno sin cara, aun así, le provocaba felicidad, se sentía aceptado, liberado. (¡Entonces si hay una forma de liberarse!). Sin embargo, le daba pánico dar un paso hacia su realidad, le costaba aceptar su verdad. Le dolía, y le quitaba el sueño (y a la vez quería volver a soñar con aquel hombre). «Quiero reiniciar» le dijo una voz dentro de su cabeza, que se oía en el centro de su cráneo.

El de rojo era el más payaso de todos, en verdad no tenía a quien matar, si cooperó en la adquisición del revólver fue nada más por capricho de él, un impulso irracional. En realidad no se veía matando a alguien, todo prácticamente le daba igual, pensó en quién podría ser justiciado con su mano y el gatillo.
«Dios» Se dijo en sus adentros «Eso suena genial, luego rayaría en la pared: "DIOS HA MUERTO"» El concepto de matar a un Dios es metafísico, meramente imaginario, y, no me quiero meter en sus creencias personales que no tengo ganas de polémicas pero el tema lo he de tocar (no me aguanto): Supongamos la muerte de un Dios, válgame, ¿Qué podría pasar después? ¿La gente empezará a tener hambre? Ya la tiene ¿Todo será caos? Ya lo es ¿Qué sería de ti? ¿Tus ingresos monetarios cambiarían? ¿Y junto con ello tu estilo de vida? ¿La cara de flojera de los que te rodean sería otra? ¿Las frases motivacionales llenas de propósitos codiciosos serían otras? ¿A quién sea que le hablas cuando estás solo y desesperado te responderá? Nunca lo ha hecho. El concepto de matar a Dios, un ser (o no ser) que probablemente ni está presente en si suena bobo, aunque es algo para pensarse ¿Apoco no?

Tardaron alrededor de una hora, y acordaron el orden de como irían realizando sus idiotas asesinatos, el de Aeropostale va primero, en ese mismo instante se fue a la casa de su ex-novia embarazada, tocó la puerta, abrió la puerta, ella le pregunta qué hace en su casa, él le pide que le acompañe a un lugar, después de un generoso empeño la convence, cuando están a solas, en un lugar obscuro, él la ofende con groserías (Que probablemente me censuran), quitó el seguro, apuntó directo al vientre de su ex-novia, debajo de su pecho, el pecho por el cual él se babeaba, jala el gatillo, se predispone a disparar pero algo inusual sucede, la bala no sale disparada, el espanto de su novia al ver el revólver le provocó huir de regreso a su casa. Llama a la policía, la cual a las 2 horas llegó (¡Qué novedad!), el de Aeropostale ya se había escapado, hizo un alborote con su hermano por lo del revólver sin balas, su carnal le respondió que las balas no eran parte de la compra.
Al final, nadie mató a nadie, la pequeña investigación que dio la policía con su típica flojera no llegó a significante, el de Aeropostale logró zafarse diciendo que era un arma de juguete, y junto con la mentira, una cantidad de dinero "para las sodas". Al menos obtuvieron una lección -o un intento de-. Quizá un mínimo cambio de pensamiento a causa de una experiencia. Lo que será de ellos ya es cuestión suya, espero que el camino que se marquen sea con precisión, y no lleve a la cárcel o a la oficina de contrataciones de un Oxxo o expendio.

Monday, January 20, 2014

Jeringa

El Guincho Flowers (También conocido como Joaquín Flores). No existe quien lo  desconozca. Siempre está ahí para atender a quien necesite una respuesta confortante  o sólo saber la hora; El Guincho Flowers nunca te falla. Un hombre atractivo y  enigmático. Quienes lo desean no les queda más que desearlo, observar sus fotos publicadas e imaginarse como seria compartir fluidos con él.


Hoy, El Guincho decide tomarse una nueva foto para subir de perfil. No le convence ninguna de sus gorras nuevas que le trajo su abuela desde L.A., que, por cierto, se compraron en un negocio de poco fiar que cobraba apurado y barato. Aparentemente los encargados tenían farmacéuticos que comprar. De igual manera, ninguna de esas gorras satisfacía a El Guincho. Logró encontrar una verde fosforescente que hacía
notar su “gran personalidad y singularidad”. Ya con su gorrita puesta, se encierra en el baño, se quita la camiseta,  y frente al espejo recién pulido hace una pose en la que salen sus músculos grasosos y sus imperfecciones en todo su esplendor; brillantes y asquerosas. Después de una sesión de 30 fotografías con 6 aparatos diferentes, El Guincho regresa a su cuarto donde tiene su computadora fiel. Conecta los 6 aparatos y analiza una por una las fotografías haciendo una crítica fuerte sobre cual será la ideal. Con el proceso de eliminación, una logra convertirlo: La fotografía lo muestra a él con un brazo frente al espejo y el otro al aire, su pecho esta mostrándose: macho y fuerte (O así lo veía él). Abre su programa de Adobe  y hace que la magia empiece. 

«Un retoque por aquí, ésta imperfección que no sea vea, aquí me faltan cuadritos, hacemos que parezca que recién salí del entrenamiento de box y listo.» Eran los pensamientos del joven Flowers mientras creaba una belleza inimaginable con su cuerpo. Se llegaba a comparar con una escultura griega. Curiosamente, El Guincho Flowers gastó exactamente el mismo tiempo en aprender a editar sus imágenes y mucho más dinero del necesario para alcanzar un cuerpo real como escultura griega. Total, él ni lo pagaba. 

Con su fotografía ya editada lista, El Guincho nota algo inusual en su “Inicio”. No hay status que leer, ni fotos a las cuales darle un Me Gusta. Las páginas de las que era fan, ya no publican ninguna chica sexy, tampoco memes, ni chistes políticos que ni siquiera entendía. 
«¿Qué está pasando?» Se preguntaba el joven Flowers mientras confirmaba la
conexión a Internet. Refrescaba la página. Nada. Confirmaba la conexión. Nada.
Refrescaba la página. Nada. La desesperación invadió a El Guincho, su sudor cada vez fluía y apestaba más. Apresurado, corre a la cocina y se encuentra con su madre preparando hamburguesas y papas fritas; el platillo favorito de el joven Flowers.

¡Amá! —grita el joven, frustado.
—¿Qué pasa, Joaquinsito? —Responde su madre,— La cena aún no está lista.
—¡¿Pagaste el Internet?! —pregunta Joaquín Flores, sollozando.
—Tú sabes que sí. Tuvimos que hacer el corte de gastos ahorrando lo del cable, pero el internet no puede faltar ¿Ya hiciste tus tareas?

El Guincho furioso tira la sartén en la que su madre preparaba la cena, haciendo que el aceite hirviendo cayera sobre ella. Por supuesto, a él no le importóAlgo más importante sucedía en el monitor. Vuelve a reiniciar su pagina de Inicio. Nada.

El Guincho no encuentra qué hacer, la frustración le provocaba cambiar tono de piel, hacerle imposible respirar, se jalaba el poco pelo que tenia. Arrojó la gorra que le regaló su abuela al piso y la pisotea repetidas veces. En el teléfono no recibía nada, en el otro teléfono tampoco. El Guincho, confundido, ha perdido su salvación. La única cosa que al hacerse miserable, lo hacia sentir menos miserable. Perdió el lugar donde era aceptado en la sociedad sin entrar directamente a la sociedad, toda su identidad desapareció. Sus fotos en las que posa tirándole besos al espejo, sus estados de fragmentos de canciones sobre sexo y drogas que nunca experimentó (y aun asi pretendía que era el experto en esos ámbitos). Su existencia total, la cosa de la que vivía, lo que le permitía respirar desapareció. Era imposible empezar de nuevo. Tanta pérdida no se recupera. No tendría significado ser otro. El Guincho Flowers murió, dejando a
Joaquín Flores abandonado en el mundo. Joaquín, sin comprender que pasa, sin saber nada.Recibe un mensaje.  Alguien le mandó un texto a los restos de El Guincho Flowers. Y Joaquinsito lo leyó.
Joaquín abre la bandeja que ahora sólo presume un mensaje, el cual fue mandando por un tal Blume:

“Idiota”

Joaquín le responde usando miles palabras escritas con mala ortografía, Cuestionando el por qué suceden las desgracias que no comprende y por qué el dios de la internet lo odia tanto.

“Jeringa tu existencia”. Fue la respuesta que recibió.

Seguido a eso, su madre, con una quemadura en la rodilla le trae una
hamburguesa y papas fritas recién hechas a Joaquín Flores. Nunca disfrutó
tanto una hamburguesa y papas fritas.

Friday, January 17, 2014

La Chispa (Fuego Deambulante)

(Se recomienda escuchar las piezas mencionadas)

Victoria adora el ballet. Aunque en su infancia le interesaba más el aprender a peinar, y a cada una de sus muñecas, las peinaba con estilos diferentes, y a decir verdad, no eran del todo malos; eran peinados fijos, pero a la vez suaves. Sus tías y hasta su hermana mayor le pedían que las peinara cada vez que Victoria estuviese dispuesta, ella, con gusto las complacía.
   El ballet no había llegado a Victoria hasta la adolescencia. A los 16 años sus padres se habían divorciado, y en la escuela le lastimaban por diversión a partir del divorcio y de su complexión gorda  y piernas chuecas (Le decían que su papá la dejó porque costaba mucho alimentarla). Su única razón para sonreír era su novio, con el cual sólo mantuvo una relación de 4 meses, ya que se enteró de que durante toda la relación le fue infiel con una de las que se burlaban de ella. Victoria había quedado inconsolable; no dejaba de llorar y no quería salir para nada.
Cierto fin de semana su hermana mayor la había sacado a pasear por la ciudad con el propósito de que se sintiese mejor. El cine no fue una buena opción. La cartelera estaba repleta de películas cursis y románticas. A su edad y madurez le era imposible desquitarse embriagándose al mero estilo adulto, así que fue a parar al teatro. Justo ese día una exhibición de ballet estaba en presentación. Ella, con los ojos hinchados y dolidos, tomó asiento en el área del centro. Aquel día no había mucha gente. Era una función que no dio mucha publicidad, y aparte de eso, el ballet no es algo muy apreciado por la gente del lugar donde vivía Victoria, simplemente no están dispuestos a pagar por verlo. Victoria también poseía esa creencia. Se encontró un tanto desconcertada al haber llegado. En los asientos había gente vestida totalmente de negro, una mujer mayor solitaria que en el asiento de al lado tenia un sombrero extravagante rojo que lucía plumas largas y exóticas. También en filas delanteras había una pareja de ancianos que aparentemente llevaron a su nieta que estaba vestida tiernamente con un tu-tú y unas zapatillas de baile. La niña era calva así que se pudo asumir que tenía alguna enfermedad terminal. Eso no le prohibió sonreír por el hecho de que estaba por ver ballet.
«Qué gente tan extraña.» se decía Victoria hacia si misma cuando estaba en aquel auditorio.
     La tercera llamada fue anunciada, las luces tomaron una forma tenue, el ambiente había cambiado, la niña calva que estaba haciendo pasos simples de ballet se sentó y desde su asiento agitaba los pies, ansiosa por ver ballet. El telón se abre y el escenario está vacío, enseguida inicia una sonata que Victoria jura haber escuchado en algún programa de televisión. Lee el programa y la obra inicia con Eine Kleine Nachtmusic Movt 1 de Mozart. Las bailarinas entran vestidas de rosa dando saltos y sus cabezas estaban inclinadas con elegancia, todos sus movimientos eran precisos pero ligeros, y estaban peinadas por un moño de bailarina brillante. Al momento a Victoria fue lo que mas le llamó la atención, sus peinados. Sin embargo, se dio cuenta de que aquellos bellos peinados eran parte de un cuerpo, un cuerpo se  movía con gracia por todo un escenario, con un compás auténtico y en total sincronía.
Victoria se fijó en la demás audiencia. Los que estaban vestidos de negro tenían una cara seria. Unos hasta posaban su cabeza en su palma, en señal de aburrimiento o de poca satisfacción «¿Entonces para qué vienen?"» se preguntó Victoria.
Al otro lado, la señora del sombrero extravagante sonreía nostálgicamente con una conmoción espectacular. Sus ojos estaban por sacar una lagrima, movía su cabeza al compás de la música, y con su mano derecha acariciaba su mano izquierda, como queriendo simular una compañía. La niña calva con la boca abierta y los ojos amplios y sorprendidos, tomaba a sus abuelos de sus prendas y los estos observándola a ella, con morriña, acompañada por una sonrisa que se dibuja por si misma.
La reacción de Victoria se puede definir como una combinación de la niña y la anciana, y la sensación de descubrimiento añadida, sorprendida por la coreografía. Los arreglos musicales que usualmente se escuchan en comerciales simples o en caricaturas ahora eran lo que dictaba un bello baile de ballet. Victoria observaba los movimientos cariñosos de las bailarinas, lo sincronizadas que eran y la felicidad que ellas emanaban al bailar una pieza de ballet. Las bailarinas realizan giros y pequeños saltos para terminar con una inclinación hacia el publico, dando las gracias.
         A pesar de haber sido poca la audiencia, el aplauso fue apreciable. Hasta los individuos de negro aplaudieron de mala gana, admitiendo que fue un buen inicio. Victoria acababa de descubrir algo nuevo, su hermana salió a fumar, Victoria permaneció dentro, con ganas de seguir viendo ballet. Toda la presentación duró alrededor de una hora y media. Victoria presenció todos los actos y todos le dejaron un buen sentimiento. Se aproxima la ultima pieza, un solo que en el programa decía "Sufjan Stevens -  Praire Fire That Wanders About (Fuego De la Pradera Que Deambula) (2005)". La bailarina que salió con un maquillaje colorido se movía misteriosamente en el escenario. Con cada nota larga hacía una figura con su cuerpo, y en cada campanazo de la introducción, uno de sus músculos se desarrollaba junto a ellos. Se estiraba, y su cuello hacia movimientos sensuales. Cuando entró la voz de Sufjan cantando Preoyia! Distroyia! Infinity! Divinity! la bailarina se agachaba y simulaba elevaciones. Saltó; notablemente estaba festejando, mostrando gloria parecida a un éxtasis.
Los que estaban vestidos de negro formaron una cara de repugnancia al gran cambio de ambiente de música clásica a algo del 2005; sin embargo, ellos tenían que admitir que era disfrutable el cambio, a pesar de que va contra las reglas. Victoria se fascinó, se contagió de la intrigante alegría que emitía aquella bailarina, la cual después se suelta el pelo. Entra una parte de solo violines y la letra recita Into the crossfire, faithfully run. En ese instante a bailarina se baja, y de alguien que ya estaba preparado hasta el fondo de el cuarto, toma confeti naranja y lo arroja a todos los presentes. La niña calva alza sus brazos y grita emocionada mientras los confetis caen alrededor de ella como nieve, la señora del sombrero extravagante no pudo contenerse y dejó salir una ligera lágrima y le agradeció a la bailarina. Ella le respondió inclinándose. Cuando el confeti cayó sobre los que andaban vestidos de negro no reaccionaron en absoluto. La bailarina sin embargo les arrojó otra porción de confeti y meneaba sus brazos. En la expresión de ellos se podía notar el respeto. Cuando llega a Victoria, ella guarda sus manos entre sus piernas y alza la mirada para ver los confetis en caída. A la mente de Victoria surgió la imagen de el confeti siendo una chispa que cae e inicia un incendio en una pradera. El fuego ardió todas las imágenes que le habían consternado, y pudo sentir un calor por dentro y el sonido del fuego en sus oídos. No era un fuego dañino, si no mas bien protector. Un fuego bien empleado que arrazó sus penas completamente. Se sintió liberada de la tristeza y pensó en si misma como una tonta por haberse dejado dañar tan devastadoramente.
Victoria no niega que le dolió, pero al tener aquella experiencia y ver ese confeti naranja caer sobre ella, se sintió liberada. Al terminar la canción la bailarina se sube al escenario, da un gran salto y al caer en puntas poco a poco eleva su pierna izquierda, la cual estaba pintada a manera de mapa. De una manera precisa mantiene la posición, y enseguida se viene una larga nota que en el programa está denominada como "Un conjunto de zumbidos que simulan la forma en que Sufjan Stevens tiene una crisis existencial en el Gran Laberinto Godfrey". El show termina. Sale todo el elenco a agradecer y la gente aplaude. Victoria quedó impresionada con toda la presentación, ni siquiera se dio cuenta de que su hermana estuvo ausente todo el rato. Victoria había olvidado la razón por la que fue, debido a que quedo encantada con el ballet y aquella aparentemente inusual interpretación del final que contagia un sentimiento con chispa. Una chispa ideal para iniciar un fuego que recorra toda la pradera.

«A momentos te puedes encontrar devastad@, sin embargo, el mundo entero no gira alrededor de la devastación. El mundo gira alrededor de una chispa; es cuestión de nosotros dejarla caer y de como caerá en nuestro ser. El fuego bien empleado no es dañino, es protector, y lo tenemos dentro, por lo tanto, no hay que dejarlo morir.» Es el consejo que suele dar Victoria cada vez que algún cliente llega cabizbajo a su salón de belleza, el cual, hoy en día es muy solicitado para los eventos de Ballet.

Sunday, January 5, 2014

ahccguard ii

Amor, romance, darse una nalgada sin resongar.

Muchos podrán concordar y otros diferir de los conceptos universales e individuales respecto al amor, y es de comprenderse, esa madre subjetiva con una forma amorfa que te destroza y te construye; que evoluciona y se va en reversa.

Tantas experiencias podemos relacionar con el amor; o evadirlas con malaventuras en los que te repites que lo que sentiste no era amor, si no hambre; o una pulga que te picó, una pulga que te regaló un osote de peluche o te cocinó tu platillo favorito un día que llegaste cansado de trabajo/escuela/parranda.

Es difícil poder llegarles al alma hablándoles del romance, ya que te puedo contar de las lonjas que le salen a las esposos cerveceros, o hasta de un encuentro sexual en el que te entregas plenamente y te tornas vulnerable y sin embargo no te importa, por que a la mañana siguiente despertarás con una sonrisa.

 Como dice un cuadro olvidado que est
á en mi sala:
"El amor es paciente y bondadoso, el amor no es egoísta. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue."

O como dijo el compa Dostoyevski:
"Amar significaba tiranizar y dominar... El amor es una lucha que empieza con odio y termina con el sometimiento del objeto amado." Y la otra frasesita que dice "Donde no hay amor, tampoco hay razón."

Y hasta como dice un bato que se hace llamar >Hacienda<
"Cuando el egoísmo coincide, el amor es ideal."

Estimad@ lector(a); ama, que al final despabilas un que otro estréscréeme, acabes como acabes.
Que se sienta la llamita, y que al mundo ruin en el que estamos perdidos, hemos de darle un abrazo.
 
El punto a exponer es que el amor es innegable, ya sea a una rubia exorcizada, a un pobre hombre con buen lenguaje, a una mano derecha (izquierda si eres zurd@) o hasta el aroma de la taquería. Cada quien lo maneja a como le conviene o a como le parta más el corazón.
   Y si eres un engendro que dice «Yo no amo», entonces no sufres, no melancolizas, no ríes, no golpeas la pared, no sientes satisfacción al recibir tu diploma de graduación y no gritas cuando no hay papel de baño.

Friday, January 3, 2014

CENTRALIA 1



17/Noviembre/1986
11:27 A.M.

Nuestra visión se enfoca en un pueblo que es como uno de esos en los que la gente viene a ver lo que los habitantes tienen que ofrecer, como sus artesanías o comidas típicas, y en efecto. En este pueblo hay una plaza, en la que podemos ver a 
gente de todo tipo. Hay turistas tomando fotografías a las iglesias, indígenas con tapetes en el suelo en el que están su mercancía hecha a mano, todo tipo de cosas, pulseras, machetes, bebidas alcohólicas y hasta animales enjaulados 
que solo pelean por salir de donde estan encerrados.

En la plaza esta la gente que viene a disfrutar, parejas tomadas de la mano, viéndose a los ojos y diciéndose las cosas que todos quieren escuchar de alguien que aman. Madres que cuidan a sus hijos a la distancia; niños que están corriendo, 
jugando con una pelota vieja o peleándose para ver quien es mas fuerte, niñas comiendo dulces y jugando con una cuerda. Alguien que venga de paso le gustaría estar en este ambiente, todo parece alegre y familiar.

Tu y yo solo somos una simple visión en tiempo real de lo que esta pasando, pero físicamente no estamos ahi.

Pero nuestra atención se dirige a 2 barrenderos, muy jovenes, y muy atentos en lo que hacen, tuvieron que bloquear la parte que están barriendo para poder hacer todo mas tranquilo. Están barriendo atras de un quiosco al cual una iglesia
le da la espalda. y como no hay nada que ver. A nadie le preocupa que es lo que pasa por ahi.

Los dos barrenderos, parecen concentrados en lo que hacen, pero no se ven cansados. El primero, mas joven que el otro, 
es de de baja estatura,cabello negro y tiene una cicatriz que atraviesa su ceja derecha, no es grande, pero si es algo que puedes notar. El alza la mirada al sol poniendo la mano para bloquear que toda la luz entre directo, y al estar mirando al sol dice seriamente despues de un suspiro.

-Parece que habra un eclipse en un rato- y su mirada se queda en el sol.
El segundo barrendero, que parece alguien recien salido de la carcel, con un tatuaje de las letras O.Q. voltea tambien
al cielo y al ver todo despejado, sin nubes ni nada que bloquee los rayos del sol, siente como si solo hablara en broma 
su compañero y le sigue el juego.
- Ah si?- le dice al mirarlo directamente de una forma desafiadora -Y de donde sacaste tal conclusión?-
-Dios me lo dice- dice el hombre de la cicatriz.

El otro barrendero se siente ofendido, ya que lo que escucho desafía toda su lógica.
-Eso no tiene sentido, nunca espere que mi mismo companero fuese alguien que cree en esas estupideces, deberias de
mirar mas la realidad, tal cosa como Dios no existe, solo es una idea que se da la gente debil y tonta como tu-
El barrendero de la cicatriz solo baja la mirada y por la gorra de su uniforme no se ven sus ojos y habla de forma
asertiva -Dios es todo lo que tu pisas, sientas y escuchas, el es nosotros.-
El barrendero del tatuaje se suelta riendo apunta a su companero y se burla de el
-Eres una escoria, débil, inútil y estúpido. Nada en la vida se te facilitara y nunca tendrás razón de ser-

El Barrendero mas joven se lanza sobre su companero, es impresionante como lo logro derribar, debido a la diferencia de complexiones, lo tumba hasta el suelo, se pone encima de el y comienza a ahorcarlo,
-EEh que te pasa! solo jugaba! dejame ir maldito!- El hombre en el suelo intentaba convencerlo de que lo suelte, pero ni 
sus palabras ni su fuerza le lograba escapar de ese intento de asesinato.

Con el hombre de la cicatriz encima del otro hombre, este le comienza a golpear en la cara, con una intensidad tan fuerte que el mismo golpe sonaba como un gran golpe a la bateria. Y nadie se daba cuenta.

Con la cara deformada y el hombre muerto por asfixia, se crea un charco de sangre sobre el suelo limpio de la plaza y 
al llegar el mediodía, el sol se refleja sobre el charco sangre que esta posado enseguida del hombre muerto, creando una 
alusión a una eclipse, cumpliendo lo que el barrendero nos habia dicho.

Y nadie se dio cuenta, hasta dos horas después.

(6/Junio/2012)

Sorteos

El mismo día que mi madre murió. En la misma cuadra que fue su funeral, ahí estaba ella. En un columpio sin movimiento. Es demasiado cruel darle un lugar donde divertirse a los niños donde los viajantes terminan de jugar.


La veía como contaba los números romanos de uno en uno en su reloj para descubrir la hora.
"Que niña tan tonta, es estúpido no saber cosa tan simple"
Me ve, no me dice nada. Eso es una grosería.
Y vuelve a contar los números.
"Ojo por ojo" pensé, tomé una roca y simplemente la tiré hacia ella lo mas fuerte que pude.

Destrocé su reloj, no se como paso. Fue una piedra demasiado chica no se como pudo causar tal desastre, veo que su muñeca sangra y parte de su mano, llora y simplemente esta aferrándose al vidrio como si lo quisiera enterrar en ella.

Corro hacia ella
"No hagas eso!" grité, "Solo harás que se te caiga la mano" (la amenazaba con eso para causarle miedo, y deje de hacerlo)
-"Eso es imposible" Ella me dijo mirando la sangre en su mano.
-"Te lo juro, eso me decía mi madre" su imagen viene a mi mente, recordando lo ultimo que le dije antes de que ella partiera. Aquella pelea insensata y el enojo por una estupidez.
-"Decía?" Por primera vez me mira a los ojos. Veo esos ojos azul, un azul muy profundo. cualquiera diría que es negro. pero notaba el azul en el.
-"Si, eso me decía" Me sudaban las manos y deje de perder mis sentidos al tener nuestros gritos de la ultima pelea en mente. "Hoy ella murió, esta dormida en una cama eterna"

Ella se siente algo tranquila después de escuchar eso. y se relaja; suelta el reloj que la dejaba en pedazos y los fragmentos con sangre caen.
Lo pateo lejos inmediatamente para que no se haga mas daño con el.

Al verlo salir volando cae un pequeño papel.
En el estaba una foto de una niña de un color rubio oscuro (no se como definirlo, es hermoso) Veo esos ojos azul, un azul muy profundo. cualquiera diría que es negro. pero notaba el azul en el. Junto a ella un niño que ni puedo definir como lucia. Ellos dos juntos sonreían y se notaba el nexo de ellos dos.

-"Quien es el?" le pregunto y ella solo aparta la vista,
Mira la foto cubierta de lagrimas y me dice
"Es mi hermano, Hoy el murió y ahora esta dormido en una cama eterna"

Me quede sin palabras, podía sentir su dolor. Solo que nunca entendí porque lloró, nunca tuve ganas de llorar, ni en el funeral de mi madre. Solo me quede en silencio.

-"Cuantos años tienes?" Me pregunta para romper el silencio.
-"Diez, y tu?"
-"Nueve... ven, vámonos"
Se limpia su cara y se sacude la tierra, la sangre no le importo.

Sin decirme nada, me toma de la mano y escapamos.

(22/Abril/2012)

◦ Los Hambrientos ◦

Mi última experiencia relatable (¿se vale esa palabra? ¿relatable?) del 2013 sucedió el 30 de diciembre, un amigo me había invitado a una fogata y porqué no, decidí ir.
El ambiente era medio guapetón, asabas bombones y metías las salchichas en un palo para también exponerlas al fuego, la música que acompañaba la velada parecía sacada de una carpeta llamada "Rolas del Guitar Hero". Al tiempo el grupo de personas en el que estaba comimos lo que estaban ofreciendo, que era pollo a la discada, personalmente nunca lo había comido al disco, así que fue un nuevo descubrimiento para mí, me gustó cómo se quedaba tiernita la carne por dentro. En el grupo éramos prácticamente puros frikis hablando de dibujitos chinos, peliculas de terror chafas, tonterías de la internet y hasta del futuro de México con la nueva mentada del IVA. 

En la reproducción de música aparece una canción de Bob Dylan, Like A Rolling Stone para ser específicos, es esa canción con la que abre el álbum mas populacho de él, llamado Highway 61 Revisited, álbum que escuché y no pude soportar, era su voz, o tal vez lo monótono de el álbum en general que honestamente ni siquiera terminé de escuchar, y aunque me obliguen a que lo haga, lo haría de mala gana. Con la canción reproduciéndose saco a flote mi actitud pseudo-polémica y digo frente al grupito de frikis «No le encuentro la gracia a Bob Dylan», los dos más cercanos a mi lograron escucharme y compartieron el punto de vista, el que llega a aburrir y está sobrestimado fue la conclusión. Como estábamos en círculo, contrariamente a nosotros estaba un joven que también era parte del grupito: flaco, alto, su cabellera lucía una mohawk, y fumaba de vez en cuando a lo largo la noche, dicho joven cantaba el coro con una sonrisa de satisfacción certera, «Laik a rolin' stoooun». 

—¿Qué encanto tiene Bob Dylan? —le pregunté.
—No pues... —me respondió— Fue de los que inició los movimientos liberales, y de los primeros de la música Folk.
Dudé eso.
—¿Y? —Le respondo, sin seguir entendiendo a lo que se refiere en cuanto a la música de Bob Dylan.
—También en los derechos de los derechos negros influenció mucho.
«¿En verdad hizo eso?» pensé, es bueno que haya apoyado las causas, claro, la verdad no se si sean verosímiles los actos que platicaba.
—¿Pero qué tiene de especial su música? —insistí
—Pues que está chida.
—Ah.
—¿Leíste las letras?
—Si.
—¿Y no te gustaron?
—No. —Hubiera citado un ejemplo pero no se me venía un fragmento claro en el momento, no eran del todo memorables. —En todo caso si de los movimientos se tratara, ¿Porqué no adoras a Ghandi?
Rió y el tema se desvaneció poco a poco; me imaginé lo que pudo haber sido el éxito total e inmediato para Ghandi si hubiera iniciado una banda de rock, que vistiera trapos largos y fosforescentes, con sus gafitas cool de lentes de color, el grupo se llamaría "Ghandi & Los Hambrientos". 
Continuamos en la fogata, al ocurrente del anfitrión le entró la idea de tirar un CPU viejo que tenia y el fuego se volvía azul a momentos, trágicamente, mi cabello fue impregnado por una horrible peste que ni con 5 lavadas intensas se me quitó.

Días después se me vino la idea de una estampa, o un botón, o una wikiquote, que dijera algo así como:
"La mejor manera de dominar es mediante cultura pop".

Y hay que mirarnos ahora: sujetados de los fesibucs y los twitters; padres gastando dollares estupidamente en el iphone5 que es mas novedoso y sexy; aquellas doñas clavadas con la telenovela preocupadas por el amor entre Juan Fernando y María Leticia, mientras sus esposos contemplan el cuerpo de María Leticia y se imaginan una noche con ella; los chamaquitos que quieren el XboxOne quesque es la unica forma de ser una riata; toda la publicidad que seguimos e inconscientemente repetimos, y como nos distraen a todos nosotros con cualquier chingaderita (A propósito, busca "Don't Argue With An Ibex", es un video)
¿Apoco no está gracioso?

No pienso hacérmela de chamaquito con una lucidez perfecta, que no lo soy. Mi punto es que estamos en el mismo barco, nos guste Bob Dylan o no.