Friday, February 28, 2014

Fuera Del Plasma, Dentro De Nosotros.


En diciembre conocí a un fantasma en el parque a contra-esquina de la escuela. Desde entonces le visité frecuentemente. A los inicios del mes hablábamos del arte como algo inútil con inmensa potencia; comentábamos nuestras preferencias en cuanto a ´artistas´ y ´obras´. Ese fantasma dice que no hay mejor creador que aquel que no tiene idea de lo que hace. Sin tener que tocarnos llegamos a descubrir los puntos paralelos y convergentes de nuestras aficiones y aflicciones; lo que nos derrite y destruye. Dimos pie a una comprensión sobrenatural de uno sobre el otro.
A mediados del mes jugamos ajedrez y turista mundial. Le encantaba hablar de la trivia internacional. Gracias a este fantasma aprendí de la gran disputa por el mejor vino del mundo entre Chile y Francia. Le llegué a invitar unos videojuegos, rechazó. También se rehusó a hacerse un e-mail o traer un celular consigo. Prefería hablar de las guerras auspiciadas por avaricia que vio; lo que se siente presenciar una violación a un ser vivo de todas las maneras posibles. Y para darle el acabose,  nunca quiso ver televisión, ni ver los videos de internet que le quería enseñar; por su gran orgullo rechazó adaptarse a la era del boom tecnológico-social.
A finales se acercaba Navidad. Aunque siempre se quejaba de ello como insulso, esnob y meramente comercial, le conseguí un regalo. Llegado el día le obsequié chocolate con la idea de que pueda liberar toda la dopamina que no logró en el pasado. Lo aceptó porque le dije que sería una vil grosería rechazarlo. Se lo comió ese mismo día. En Año Nuevo resolví que ese fantasma es más humano que los de carne y hueso. Más conectado al mundo que de mí, a pesar de nuestra amistad. Me alegró verle sonreír y flotar por el lugar. Mi forma de ver las cosas cambiaron ambiguamente; fuera del plasma, dentro de nosotros.

Thursday, February 27, 2014

No Existe Lugar Más Inmenso Que Debajo De Una Cama

En el norte del país se han estado dando casos extraños. Jóvenes hombres que permanecen debajo de su cama y se rehúsan a salir. Cuando son despojados de tal mueble a la fuerza, estos rompen en locura y no hay solución alguna. Se han presentado casos de a quienes les burbujea la garganta y mueren por asfixia sin tener intervención alguna. Muchos métodos han sido tratados, y todos fracasan. Una televisora aprovechada y ambiciosa planea iniciar un programa a partir de ese fenómeno. Convencen a unas familias y cuando se disponen a hacer las grabaciones, el entrevistador cuestionaba cual era la razón para estar ahí. El primer entrevistado fue el único del que se sabe. Cuando declaró su razón de ser debajo de una cama, los hombres presentes inmediatamente renunciaron y desaparecieron de la sociedad. Se sospecha que están debajo de una cama. La grabación fue descubierta por una empleada de la televisora encargada de editar y la reprodujo. Inicia como cualquier otro programa, hasta uno fácil de olvidar. Lo memorable fueron las palabras del joven entrevistado, las cuales exactamente fueron:

Por que hay recuerdos ocultos. Por que me orino en la cama. Por que me escondo bajo las cobijas para cubrir mi vergüenza. Afuera habitan desde los monstruos amorfos que me devorarán y los nuevos que tienen senos y una terrible o bella cabellera. Ambos me comerán.
Debajo de una cama están en totalidad los sueños que les escondo a ustedes, las veces que quise desaparecer sin desaparecer.
Quizá no sea bueno estar en un lugar donde se encuentren orina, vergüenza y miedo, pero es un lugar muy grande, todos cabemos.
No existe lugar mas inmenso que debajo de una cama.

Para la mujer fue algo vago y bobo, borró la cinta, y se quedó dormida en el trabajo. Soñó que su esposo era abusado por alguien más.

Wednesday, February 26, 2014

Geneshop

¿Por qué tiene que existir la gente fea? Aquellos obesos con acné colonizadora, cara deformada, ojos chuecos, vellos asomándose por la nariz, aliento matón, sin ceja o demasiada ceja (a la vez), labios partidos por hacha, piel grotesca malformada. Otros sin trasero que admirar, con el pene chico, y los senos uno mas colgado que el otro ¿Por qué existen? (Si te identificaste con alguna de las menciones aquí no me basé en ti, te lo juro).
En el futuro, todos son bellos, y la filosofía que ha de venir no sé si debería definiría "diferente": «¿El medio-ambiente está de la patada?» Preguntan unos apuestos y nalgones científicos  «No importa, seguimos teniendo un bello cutis.» Se respondían a si mismos. La educación, como era de esperarse, fue decayendo. El mercado de la publicidad se volvió mas intenso, porque todos eran bellos, era difícil eligir entre las copa DD y las copa DDD. Los asuntos políticos son el equivalente a una pasarela de una marca popular de ropa interior en algún país Europeo. Aunque llegaras a un taller a que te arreglen tu carcacha, el mecánico que te atiende es un fornido macho de pecho peludo, su sudor tiene un aroma de perfume importado y sus dientes brillosos, alguien de nuestra era se cegaría con tal fulgor; así que la próxima generación, aparte de ser bastardamente hermosa y voluptuosa, ha de desarrollar una mejor vista, los lentes se volvieron innecesarios, y pasaron a ser solamente un plus al sex-appeal de algunas secretarias. Imagínate que al lugar donde vayas te reciba una preciosura calidad película de Hollywood.
¿Qué pasó con la bella belleza interior? ¿Qué fue de esas citas en las que se preguntaban las cosas más triviales pero aun así interesaban? ¿Qué paso con conocer a la persona ideal con la que quieres formar una familia? Los conceptos de familia (O ahora llamados "manada") se desvanecieron y el mundo se basa un individualismo estético, raro aquel que pensaba en compartir una casa o tener relaciones sexuales por "amor" , eso ya no interesa, todo se va directo al sexo: La/Lo conoces, toman unas bebidas embriagantes y terminan fornicando hasta el amanecer. Los heterosexuales  (Que déjame te advierto, lo bisexual aumentara masivamente) se protegen  usando ese nuevo método conceptivo que se trata de un gel aniquila espermatozoides el cual se inyecta en los testículos y está vigente por alrededor de 3 años. Otros fornican por el placer de traer un nuevo y escultural ser al mundo, este génesis de vida pasaría de: tierno, a bonito, a chulo, a papasito, a papasote, a estar bien bueno, luego un elegante y guapo señor, moriria con solo dos arrugas, las de su perfecta sonrisa. ¿Cómo fue que esto llegó a pasar? Gente hermosa viviendo en la miseria política, económica, social, administrativa, ambiental, agrícola, sin avance alguno en las ciencias, una idiota educación, una psicología ya no auténtica y ningún trabajo artístico que admirar. El único arte que contemplar han de ser las fotos en los teléfonos de la gente desnuda o con ropa pegadita que se toman frente al espejo, o al lago contaminado.
La odisea de esta narración empieza con una violación a una jovensita de aspecto inocente y brazos delgados (a manera de las nínfulas que fanatiza Humbert Humbert) que caminaba sola, brutalmente forzada a ser el objeto de placer de algún pervertido individuo. Ésta persona (aun menor de edad) quedó embarazada, abortar fue imposible, a pesar de la falacia que le había acontecido, sentía una responsabilidad por el ser habitaba en su vientre, sus padres al haberla concebido la criaron por 2 años y la dejaron en un orfanato proporcionado por el gobierno en el que los menores esperan llegar a ser mayores de edad. Esperó unos meses, llegó a mayor de edad y automáticamente dejo de ser bienvenida en el orfanato a pesar de su embarazo no deseado, quedando abandonada y a su suerte. Siguió con la idea de dar a luz a ese ser que habitaba en su vientre, que apenas hace unos meses era un espermatozoide invasor en su genitalia. Para su ultrasonido, grande la sorpresa para ella, ¿Como aplicaría la Geneshop en dos seres teniendo apenas los fondos para sólo uno?
Se preguntaran qué es la Geneshop (pronunciada yinchop). Esta "técnica" hemos de llamarla, fue la que dio origen al nuevo y estético mundo. Cierto día, un biólogo erudito de la genética obsesionado con la belleza se realizó la misma pregunta con la que empezamos esta narración, resolvió que la solución para adquirir la felicidad absoluta era un físico fascinante acompañado de una salud impecable. Basándose en el popular software de photoshop y la genética dio origen a Geneshop, que consta de tomar un feto en cierto momento, y alterar los cromosomas que lo están formando mediante lásers, apartándolo de toda herencia que probablemente pueda existir, incluyendo consigo enfermedades hereditarias y contagiables, implatandole otros manupulados que los configurarian por toda su vida, además de darle ciertos aspectos que sus progenitores pueden eligir a gusto (Enfermedades psicológicas podían existir, aun así eran especímenes capaces de abrir las piernas de la gente como puerta automática). Esto, como es de esperarse, costaba, y se volvió más esencial que la circunsicion o la vacuna contra cualquier enfermedad y lo fue sustituyendo. La idea de una alteración del genoma humano bajo la propuesta de crear seres humanos mejores y más saludables fue aceptada poco a poco por la sociedad, dando a paso a una nueva era de eugenesia estética.
Esta muchachita transformada en mujer por razones inconvenientes era obviamente de escasos recursos, el que todos fueran bellos no significaba que vivan en casas de lujo y no tengan deuda alguna, al contrario, pagos atrasados y amenazas de cárcel abundan (aun más) en el futuro. Contemplando el ultrasonido en el que se admiran dos fetos comunes y corrientes, el staff se impactó, ya que en la Geneshop la configuración genética respecto a los óvulos es configurarlos para sólo dar bienvenida a un espermatozoide, los cuales están armados para ser un tanto más lentos, acto insólito que pasó inadvertido por la prensa en ese instante, un escándalo sobre la muerte de una celebridad pelirroja y de ojos monocromáticos ocurría. Ella hace un de tín marín y entre el de la izquierda y derecha ganó el de la segundo, siendo este quien sería sometido a Geneshop. Por primera vez en un monto de décadas nacería alguien sin ser obligatoriamente bello. Durante la aplicación de Geneshop en el feto de la derecha, el de la izquierda pasó a ser ignorado, el de la derecha quedó listo para ser escultura griega y tener una vida como la previamente mencionada. Ya ambos fuera de su madre, la controversia inició, era inaudito el hecho de que un bebe sin Geneshop existiera, la sociedad temía que eso alterara la humanidad perfecta. Llegaron a un acuerdo: Dejarían al niño vivir, bajo la condición de que se haga una vasectomía en cuanto nazca, y así fue. El guapo se llama Damián, y el otro Adelfo Anastacio. Damián fue un trabajo perfecto: Totalmente simétrico, ojos azules, cejas definidas, trompudo y seductor desde chico. Adellfo Anastacio tenía un color de piel inusual, era prieto/quemado. Ojos café, cabezón y cabello escandaloso, marcas de nacimiento en la cara: lunares en distintas regiones desiguales y la atención que atraían no era de adoración. Al llegar a los 5 años, la madre deja a Damián y a Adelfo Anastacio en el mismo orfanato en el que ella estuvo. Adelfo Anastacio no fue admitido, debido a que consideraban su situación una "malformación genética contagiable". Su madre tuvo que tomar cuidado de él, lo empezó a sentir una obligación y sobre todo una molestia, ya que tal estilo de vida no era normal, y convivir con alguien tan diferente le hacia sentir incomoda. «Ojalá te hubiera abortado. Pero bueno, supongo que eres el precio por haber tenido a Damián» era lo que le solía decir antes de dormir, compartían cama en una pequeña habitación rentada. Había cierto rencor, pero algo los mantenía unidos. Durante el día, Adelfo Anastacio asistía a la escuela, nadie le hablaba, ni los maestros, no aprendía mucho, y había poco que aprender bajo ese sistema. Al salir se quedaba encerrado en dicha habitación para que nadie vea lo diferente que es, con esa grande cabeza y lo prieta que es su tez. Pronto fue apodado "Adefecio" (Con c por que "checa más"). El rechazo era trascendental, sus lunares aumentaban en número con el pasar del tiempo, y su pelo revoltoso nunca se compuso. De vez en cuando, Adelfo Anastacio alias Adefecio le preguntaba a su madre quién era su padre, y si era alguien que se parece a él. La madre no sabia que responder, nunca distinguió el rostro de su violador ¿Sería acaso un eslabón perdido de la eugenesia nueva era? ¿Cuál era su motivo para haber violado a aquella muchachita? Nadie supo, sólo asunciones sobran. Al llegar a los 7 años, dentro de su vida sucedió un cambio radical: Un reality show. La oferta monetaria de por medio era generosa y más que necesaria para la madre de Adelfo Anastacio, firmó contrato para que capturen la vida Adelfo Anastacio en cámara y hagan con ella lo que les plazca, siempre y cuando el dinero siga entrando.
"Adefecio: La vida de un feo" Se estrenó al inicio de invierno. El reality ponía a Adefecio en situaciones embarazosas y ortodoxas frente a la sociedad, le preguntaban qué se sentía ser tan diferente, Adelfo analizaba la pregunta, y nunca llegaba a una conclusión, «No se.» decía con una voz chillante y quebrada. El reality duró 10 años al aire y tenia una gran reputación alrededor del mundo, la gente disfrutaba ver a Adefecio entre la multitud, destacando siendo un prieto y gordo (En busca de más rating, la televisora lo engordó como puerco para ser comido en navidad). Su vello crecía desproporcionado, su fosa nasal izquierda estaba más abierta, sus dientes se enchuecaron, y su voz chillona y quebrante seguía vivaz, Dejó de sentirse humano, empezó a encontrarse como un objeto hecho para ser visto por todos, no le subía el ego ni el auto-estima, solamente admitía que logró sobrevivir gracias a esa infamia. En uno de los últimos capítulos, sucede un gran reencuentro entre Damián y Adelfo Anastacio, son reunidos en una fiesta de preparatoria y las diferencias son notables, uno regordete, cachetón, chaparro con acné semi-explotado dentro sus lunares dentro de una cabeza grande. El otro escultural, precioso, firme, todo un papasito. El ritual fiestero no ha cambiado mucho, y los actos que suceden dentro de ello tampoco. Llegaron juntos, Damián arribó social, activo y seductor, como era de esperarse, y Adelfo Anastacio alienado en una esquina. Al fluir de la noche, los agraciados adolescentes notaron a Adefecio, sus miradas se iluminaron, inmediatamente lo rodearon, le hacían preguntas imposibles de distinguir por el ruido, se acercan a él, y notaron en su nervioso sudor un aroma que invitaba a sostenerlo, unas mujeres no se contuvieron y le tomaban la lonja, otras le besaban los granos y otra lo despeinaba más de lo que ya estaba, los bicuriosos desde lejos le echaban miraditas, y observaban su complejo, en esa deformidad algún atractivo encontraban. Adelfo Anastacio se acostó con 4 personas diferentes en esa fiesta, Damián con ninguna, a él sólo le preguntaban que se sentía tener a Adefecio como hermano, eso le provocó una gran envidia.
Con el tiempo, Adefecio murió siendo un símbolo sexual, un magnate poderoso, nada fornido, y sin embargo podía conseguir acostarse con quien sea, siendo la contra absoluta a la eugenesia futurística. La razón de esto se debe a su gran diferencia a lo común, lo que inició siendo un tabú terminó como lujuria. La humanidad tomó otro rumbo: Dejó de utilizar Geneshop, los cromosomas se extendían desde miles de personas y los bebes que fueron naciendo eran mezclas de razas, y volvieron a hacer común el ser lo que hoy consideramos "normal". Adefecio no comprendió del todo su grande éxito dentro de la sociedad, figuró que cuando siempre sucede lo mismo y aparece una variacon la gente tiende a irse por ello sin importar lo disparatado que sea. Centenares después, a alguien se le ocurriría Dextructor, una técnica empleada para hacer al humano horripilante, apestoso y escrudiñado, y aquellos entre más amorfos, enfermos e idiotas eran los que alcanzaban la perfección bajo el juicio de aquellos. ¿Por qué tiene que existir gente bella?

Monday, February 17, 2014

Flema

Despiertas en una cama dura. Sin almohada. Nada de confort. Te duelen los omóplatos, la cara la sientes chueca. Despertaste desconcertado. Sin saber qué día es ni dónde estás. Como un típico cliché recurrente.
  Aparte de los achaques del mal dormir, tienes una resaca. Ese dolorsito en la cabeza; la 
sensación seca en los ojos. En el cuarto hay una ventana, y gente realizaba su rutina como si nada, como si no supieran que alguien como tú despertó desubicado en una extrañhabitación. Permaneciste en cama, tapándote toda la cara con una sabana delgada y con aroma a tierra. A las horas -o yo que sé-, fuiste capaz de levantarte. Te asomaste por la ventana y notaste un atardecer, uno de esos que recuerdas haber visto con alguien que (quizá) amas. La misteriosa fusión de naranja con rojo con azul con morado indicaba que el sol se estaba despidiendo -o te estaba saludando-, mas bien un "Hola adiós". Hola adiós, Sol.
Tenias la vista un poco nublada, aun 
así distinguías las cosas. La gente tenia sus negocios al estilo rural. Establecidos al rededor de una fuente. Distribuidores de frutas y verduras rondaban, otro con utensilios de cocina, caza, o ambos. La ropa que portaban era grisácea; un gris que le apuntaba a otro color. Algunas mujeres de falda larga traían un paliacate que les tapaba los ojos ¿Qué carajos piensan? Aunque tenían los ojos cubiertos se podían ubicar en el área. Cargaban cestos con comida de varios tipos. Cuando una de esas mujeres cruzaba con otra intercambiaban una fruta, o una verdura, o una pasta. Seguido a eso, con la punta de los dedos aplastaban el área ocular una a la otra. Grande fue tu impacto cuando te percataste de que lo profundo de lo que llegaban sus dedos no resultaba natural, sin que ni una se quejase. Cada una enterró la mitad del dedo y lo doblaron para escarbar. En ese momento, los escalofríos desde la nuca  hasta el final de la columna fueron inevitables. Temblaste, y las mujeres seguían escarbando. Tu vista recobró habilidad y notaste que lo que caía del escarbar de las mujeres eran unos granitos verdes. Caían al suelo uno tras de otro de las fosas de las mujeres. Cesaron de caer. Ambas hicieron un gesto de agradecimiento y siguieron su camino. Al rato las dejaste de ver. La gente seguía vendiendo y tu ibas perdiendo poco a poco tu resaca. Cada 2 o 3 minutos alguien en algún lado aplastaba tu botón de ↓RESACA↓. Qué raro, no es como si no recordaras lo que hiciste ayer; fue un martes común y corriente. Estuviste presente en los lugares que frecuentas, hablaste con la gente que ves a diario, comiste lo normal: huevos de desayuno, pollo en la comida, y cereal en la cena. A ratos tomabas agua o eso que siempre ansías tomar. Lo normal, un día normal en tu vida. Pero ahora estás presente en un cuarto extraño, frente a una comunidad extraña. Con los granitos verdes en el suelo, los hombres que iban acompañados de una mula los evitaban como si fuera un bebé ajeno pidiendo comida. Niños que caminaban casualmente también lo evitaban. Hasta un perro moribundo prefirió ir por el otro lado de la fuente. Una campana sonó. La gente empezó a empacar sus cosas, a guardar las provisiones, a meter animales a los corrales. Madres gritaban unas palabras que no recociste para llamar a sus hijos. En menos de 10 minutos -o yo que sé-, todos se habían desocupado. El atardecer seguía en puesta. Recordaste a una persona que le hubiera gustado compartir ese escenario contigo, con todo y granitos verdes inusuales. Ahora que lo piensas, parecen comida para pez. De esos que tu tía tenia y los contemplabas con los ojos pelones directamente en el vidrio. Lo golpeabas con la punta del indice, toc. toc. toc. Los peces como si nada.
   La plaza estaba vacía, solo los granitos habitaban, La fuente seguía fluyendo. Decidiste salir, sólo asomarte un poco y descubrir la estructura de ese lugar. Y si te encontrabas a alguien, tal vez charlar. Con mucha energía, saliste de manera sigilosa del cuarto. La puerta era práctica, una puerta común. La pensaste por demasiado tiempo que te preguntaste porqué gastaste tiempo en ello. De seguro, ya ha anochecido.
Primero sacaste la cabeza, un pasillo colindaba con el cuarto en el que estabas, volteaste a la derecha, y se extendía a otras puertas comunes con perillas comunes, como la que tienes en la mano. Ningún alma habitaba, era de esperarse; mostraron mucha prisa por irse. A la izquierda, la puerta aparentemente principal para bajar por la escaleras aparecía. Trataste de actuar lo más callado posible. Un pasito con la puntita del pie, luego el otro. Recordaste a un ladrón de las caricaturas. Eras prácticamente algo como ese ladrón, te robabas aire de un mundo un tanto ajeno a lo que conoces. Abriste la puerta con facilidad, tranquilamente bajaste por las escaleras y en cada piso puertas idénticas a la tuya aparecían. No quisiste saber que había dentro de ellas. Bajaste unos 3 pisos, miraste hacia arriba, y el techo era blanco. En las paredes dicho blanco caía como si quien lo hubiera pintado hubiera agarrado la brocha y se hubiese tirado. Se desvanecía y el color gris tomaba lugar. Quien sea que haya pintado a media caída remojó la brocha en gris y siguió cayendo. Y ahora que que te fijas, el piso es negro. Vaya, que sorpresa -en un tono sarcásticopor favor-. La entrada principal -o la únicaahí estaba. Te acercaste, con la misma precaución, tomaste la perilla, Giraste. Asomaste un ojo. Y tenias frente a tí la fuente. Abriste un poco más, y ahí estaban los establos. Sacaste la cabeza, volteaste hacia arriba, y la luna no aparecía. Tal vez estuviese del otro lado del edifico, o tal vez no estuviese del todo. Saliste por completo y lo primero que notaste fue el frío, no era tan frío como para que de tu nariz o boca saliera ese humo con el que sueles pretender que fumas; aunque si temblaste un poco. Todo estaba idéntico a la última vez que lo viste. Los granitos verdes siguen posados en el suelo. Diste una vuelta alrededor de la fuente, analizaste sin tocar nada. La influencia rural era notable, te hizo recordar una comunidad europea de siglos pasados No había letra alguna, no había nada que leer, o señales que indicaran cualquier cosa. Una mula se asomó y cruzó miradas contigo. Definitivamente te percibió como un extranjero. Preferiste regresar. Giraste hacia donde los granitos verdes estaban y dos peces flotantes comían de ellos. Te quedaste con los ojos pelones, al ver a esos peces abrir y cerrar su boca de esa forma peculiar. Sus traqueas se inflaban y ellos tenían los ojos mas pelones que túAbrían y cerraban la boca, abrían y cerraban. Sentiste asco, pánico, incomodidad. Los peces abrían y cerraban la boca, aun con los ojos pelones. Uno tras otro, consumían los granitos que las mujeres que se escarbaron los ojos dejaron. Sucesos surreales frente a tí pasaban ¿Qué podrías hacer? ¿esconderte? Buena idea -o yo que sé-. Te escondiste cerca de la mula, que le resultó aun más distante tu presencia que la de dos peces flotando en el aire libre. Hiciste la posición que te resultara eficaz, esa que haces cuando tienes miedo. Te parecía eterno estar en ese apretado y oscuro lugar viendo a esos peces comer, pero a la vez no avanzaba el tiempo. Añádele el temor a ser atrapado por ellos, o por la gente, o por la mula. El estar apretado debajo de ese establo hecho por gente que definitivamente no es como la tuya. La furia de que hayas irracionalmente aparecido en ese lugar  contra lo conocido ¿Por qué te tuvo que pasar? 
Los peces terminaron los granitos y se elevaron como lo haría un pez, a manera de nado. Nadaban en el aire -por más raro que suene-, abrían y cerraban la boca. Ya una vez con altura, pudiste definir sus colores, uno era naranja y el otro verde, Ambos con una textura neón. Recordaste a las mascotas de tu tía, esos peces  no se llevarían bien con estos. El frió seguía. Temblabas, apretrado y bajo una mula. Los peces nadaban de manera casual, como en su pecera. El exterior era su pecera. Al rato, de su retaguardia, una esfera parecida a una canica salia, y otra tras otra -como se comían los granitos-. Eso, pensaste que probablemente serían sus huevos. Pusieron algunos, los examinaban todos de cerca como pasando lista. Terminaron y se fueron, dejando 8 huevos idénticos a canicas suspendidos alrededor de la fuente. Los peces se fueron; ese era tu momento para escapar y decidiste aguardar un rato más porque uno de esos huevos vibró. Sucesivamente a eso se desintegró poco a poco para dispersarse en el cielo, formando nada más y nada menos que una aurora boreal. Por primera vez en tu vida, viste el principio y el fin de una. La contemplaste, maravillado, no hace falta describirlo, miles de poetas lo han hecho. Los demás huevillos seguían ahí como si nada. Quizá esos peces no sean tan malos como parecen. Y es de esperarse el impacto que tuviste, nunca te imaginaste ver un evento así. La aurora brillaba en el cielo. El agua de la fuente se reflejaba y hacia el juego todavía mas bello. Decidiste regresar, tienes que conocer -y con esperanza, comprender- este lugar. Regresaste al edifico y lo que creías que sería blanco, gris y negro te recibió siendo idéntico a una aurora en vertical. El subir esas escaleras fue todo un placer visual para tí.

A la mañana siguiente la gente realizó la misma rutina de ayer. Los huevos pendían alrededor de la fuente y ellos actuaban como si fuera de lo más normal. Un que otro niño se quedaba viendo, pero luego se enfadaba y se iba. El campanazo sonó. Guardaron sus cosas, sus animales, granitos verdes nuevos tirados en el suelo. Una vez dado aquel toque de queda, volviste a salir. La aurora ya no estaba. Encontraste una zanahoria, hacía rato que no has comido y ni siquiera habías pensado en comer. La tomaste, la mordiste, navegó por tus dientes sólida y crujiente y un trozo se quedó atrapado, justo como te suele pasar. Fuera de eso, el sabor era normal, sentiste un alivio. Fuiste mas allá de la plaza ésta vez antes de que aparecieran los peces. Unos edificio parecidos al tuyo -si es que así podemos llamarlo- era la vista. De seguro, gente estaba ahí dentro. Aunque eran demasiados edificios para la gente que sueles ver, figuraste que para cada persona hay un edificio y cada uno se va pintando de acuerdo a lo que les toca ver a sus residentes. Sólo fue una teoría, claro. Más allá un llano amplio, seco, amarillo, pastoso y que suena a crac como zanahoria en tu boca; pero en vez de morderlo, caminabas por él. Unas vacas comían de mala gana ese pasto amarillento y te miraban como la mula lo hacia. A lo lejos, una persona (no alcanzabas a distinguir su genero) extendía sus brazos al cielo. Inhalaba y exhalaba, tú te limitaste a sólo contemplarla desde la lejanía. Basada en tu corta experiencia -o según tú, larga-, sabias que eso era lo mejor, contemplar, como un sueño. No te gustó la idea de que sea un sueño, esos pasan y tú eres únicamente espectador, es mejor que la vida sea una patada de realidad; al menos así sabes que es tuya. ¿Sería lo mejor contemplar? ¿Tienes oportunidad de volver? Asumiste que no habría manera de saber tal cosa contemplando. Decidiste interactuar, bien. Paso a paso te acercaste y descubriste que esa persona que alzaba los brazos hacia el cielo en forma de gloria, era del mismo sexo que tú. Su tórax se expandía en respiración profunda, esa persona meditaba. Sus brazos, cambiaron de tono, a café, un café similar al del tronco de un árbol, y en efecto, la textura aparente en su piel era la misma de un árbol, sus dedos se fueron extendiendo poco a poco crecían hojas del antebrazo y otras ramitas pequeñas se bifurcaban. De su cabeza también se extendieron más ramas como cuernos. La persona, dándote su espalda, seguía ampliando su tórax mediante la respiración. Una vez terminada la transformación, te acercaste un poco más. Tu corazón latía de una manera increíble. Tus pies, al contrario, se rehusaban a avanzar. Con movimientos esporádicos te acercabas a esa persona, entrecerraste los ojos como cuando no alcanzas a leer algo que está lejos. Esa persona que acababa de sufrir una metamorfosis, escucha los cracs de tus pasos. Se volteó, y ahí fue cuando nos conocimos. Tú me viste como a manera de árbol. Yo, desde otra dimensión te distinguía como un ser vivo hecho de luz, depende de tu humor cambiaba la tonalidad. A veces me irritaba a veces tan opaca que te extrañaba. Siempre he amado ese fulgor. Creíste que era una ilusión, pero joder, casi todo lo que sucede aquí parece ser una ilusión. Nos aventuramos a conocernos, en esta conexión extraordinaria que nos pasó.
Para resumir lo que ha pasado, lograste establecerte en ese lugar al cual llegaste de trancazo y de alguna inusual manera. Llevas una vida tranquila, lograste comunicarte con los ciudadanos, haces trueques con los dueños de las tiendas, tú les surtes manzanas y ellos te dan de lo que producen. Dicha fruta la obtienes de mi, que te otorgo con gusto. No eres como las mujeres con paliacate, tampoco como los señores encargados, y mucho menos una mula que lanza una mirada distante a la gente nueva. Eres tú sin maquillaje alguno. Alguien que tiene todo un edificio decorado como una aurora. Con el tiempo los huevos nacieron y nuevos peces nacieron. Dado el toque de queda, surgen comen de esos granitos verdes. Descubriste que no son ni buenos ni malos, sólo están ahí. Las mañanas haces lo que te plazca, esa cosa que tanto te gusta. Al mediodía sales a pasear por la plaza, a hablar con gente que sueles frecuentar. O haces los trueques necesarios. Nuestras manzanas son apreciadas. Las tardes las sueles pasar conmigo, platicamos experiencias que hemos vivido cada uno y creamos nuevas. Te cuento que la vida de árbol no está nada mal. La única molestia es que los perros me orinen demasiado. Escuchamos un vinilo que inicia con dos acordes de piano acompañado de un violín que se aventura a recorrer posibilidades desde bajos a altos, tu y yo nos mecemos al compás. Nos gusta jugar al reversí y ver lo aurora boreal desde la lejanía. Llevamos una vida flemática.

Sunday, February 9, 2014

Radio Suicidio

Este tipo de historias no solía creerlas ni mucho menos temerlas. Me estoy refiriendo a esos acontecimientos únicos que le pasan a algunas personas: como ver gente sin pies deambular a media calle, o la anécdota de un narcotraficante que jura haber visto en la sierra a la santa muerte en una carroza. También los rumores de un gimnasta alemán que en media presentación mientras hacia una parada de manos sobre barras perdió toda fuerza, cayó directamente sobre su cabeza y estuvo inconsciente por 13 minutos, y al volver en sí platicó con toda creencia que la Virgen Aria tuvo una charla con él y lo regresó a la vida. Desde entonces aquel gimnasta se retiró y ahora es un fiel practicante del catolicismo. Pero dado el caso de que algo extraño me ha estado sucediendo estos últimas días, ya no me queda mas que romper con mis concepciones respecto las experiencias únicas que podemos llegar a pasar.
Un martes que estaba aburrido en mi habitación, se me ocurrió encender la radio y buscar algo que escuchar, esperando encontrar algo nuevo e interesante; ya sea una canción, o algún programa de locutores con cosas interesantes que plantear. En FM pasé el sintonizador por todas las posibilidades y nada me convencía. Sonaban canciones pop del momento, o si no transmitían comerciales políticos estafadores. Decidí cambiar a AM. Trágicamente desde donde vivo ninguna estación podía ser alcanzada. Resignado volví a FM y mientras movía la perilla de selección de canales, una estación una nueva apareció. Justo en 89.1, una estación de la que nunca había escuchado hablar, el sonido empieza a tomar figura. Poco a poco, una voz de un hombre que suena elegante empieza a hablar a manera cirquera:

«Decide si sintonizar o no,
Radio Suicidio tiene historias contar.
Pensamientos que florecen y marchitan,
Radio Suicidio
¡Todo es un lío!»

¿En verdad existía un estación como ésta? ¿Radio Suicidio? Un nombre curioso para una estación de radio. Música cirquera suena fuertemente y el presentador eleva su voz, como si estuviera festejando.

«Tenemos princesas adictas,
principios infectados,
nihilistas con miedo.
En Radio Suicidio
¡Todo es un lio!»

Yo, desde mi habitación me acosté en la cama y permanecí escuchando Radio Suicidio. Me interesé en ésta estación de la que no sabía ¿Será nueva? ¿Por qué no dirán los protocolos de las estaciones? Como su locación o un número de teléfono. El hombre cirquero sigue hablando.

«Las canciones las elige la audiencia.
Díganme con qué se quieren cortar la yugular hoy.
tenemos una gran colección
desde días sangrientos
hasta paraísos prohibidos.
Recuerden que su gran amigo
DJ Tánatox está a sus ordenes.»

La música bajaba su volumen y el estudio de DJ Tánatox recibía una llamada. Él, cortesmente respondió la llamada y la conversación inicia:

—Radio Suicidio, todo es un lio. Buenas noches ¿Quién habla?
—Buenas noches, me llamo Escarabajo —Escarabajo parecía ser un hombre joven, quizá un poco borracho en ese momento por su forma de hablar—. O al menos así me conocen.
—Y dígame joven Escarabajo ¿Cuál es su petición?
—La de Desperté, de Café Tacvba.
—¡Ah! —exclamó el presentador— Creo saber cul es ¿No es esa que dice "Exploté, en mil pedazos reventé"?
—Sí, esa.
—Bueno joven Escarabajo, en un momento escuchará Desperté de Café Tacvba, y como sabrá, es parte del proceso ¿Qué lo llevó a querer escuchar esa canción?
—¿Nunca has sentido cientos de personas pisoteandote todo el cuerpo contra el piso?
    El conductor no respondió, asumiendo que era un pregunta retórica.
—Como gente marchando por lo que eres, y fuera de todo el cuerpo, tu mente, y quizá hasta el espiritu te pisotean —aclaró su garganta—. El dinero es una bestia ¿lo sabias?, Los bancos me llaman, me exigen dinero, les respondo que hago lo que puedo. Y aparte de eso, hace poco me divorcie, y tengo que pagar la pensión de dos niños, que honestamente dudo que sean míos, y mas aún porque su madre se niega a la prueba de ADN, diciendo que no es necesaria. Son esas y otras más: —inhaló fuertemente, como si estuviera a punto de dar el discurso de su vida.— El gas, el teléfono e Internet, la renta atrasada, la cuenta de la luz, mi cuenta en el banco, la pensión de lo niños y sus uniformes, libros de texto y la colegiatura los impuestos, la gasolina, el servicio del carro. Aparte, se rompió una tubería y tiene que ser arreglada. El agua, que es lo único que tengo cubierto, sale fría y en mínima cantidad, y lo que sale tiene un mal sabor. Intenté vender mis cosas pero nunca he sido muy bueno con la gente y tampoco tengo mucho de valor. Quizá por eso me vine divorciando. Ni con los niños me la llevo bien, a pesar de haber pasado algunos años con ellos. En fin, la sociedad no me está permitiendo desarrollarme. Si ahorita te hablo es porque lo hago desde una cabina telefónica con unas moneditas que sobraron. Me quedé tirado sin gasolina cerca del río. Sólo me queda la poca batería al carro, como para escuchar una buena canción.
—¿Y a qué te dedicas? —pregunto el DJ, extrañado— Aun no has acabado.
—Bueno, no. Aún no —admitió Escarabajo—. En una fábrica hago unas cosillas, y lo que gano es una miseria.
—¿Y qué haces con esa miseria? —preguntó el conductor, como apuntando recto y seco al blanco.
—La realidad es difícil, ¿sabe? Yo no la aguanto, y pues escapo de ella a ratos.
—Escapas de la realidad.
—Si
—¿Cómo?
—Nada grave, de vez en cuando me tomaba unos tequilas, a veces salia a fumarme un poco de hachís. Me vengo en el carro acá al río y me lo meto para relajarme.
—Así que hachís y tequila.
—Si —respondió, en un tono menos lúcido.
 El conductor hizo un ruido con su garganta.
—Entonces ahora debes de tener deudas con los traficantes. Te tienen amenazado y ya no sabes que hacer, porque hachís y tequila no son los únicos ingredientes de tu cóctel.
—¿Cómo...? Eso no es de tu incumbencia —reaccionó grosero Escarabajo, queriendo defender algo totalmente vulnerable—. No le encuentro caso a estármela viviendo flaqueando si al final no gozo de nada. No tengo a nadie, y ninguna razón para seguir batallando. Me rindo.
  Se cortó la llamada. Escarabajo se rehusó a seguir hablando.

DJ Tánatox rió un poco.
—Radioescuchas los dejo con esta canción de Cafe Tacvba titulada Desperté.
     La voz del vocalista ejecutaba un gran sentimiento, y cuando sujetó una nota cantando, sentí un hormigueo -o mas bien escarabajos caminando-, viajando por mi cráneo hasta el final de la espalda. Eso me llevó a caer en sueño. Al día siguiente, la radio no estaba encendida debido a un apagón que ocurrió en el barrio.
En la mañana, me monto a mi carro y me dirijo al trabajo. Como usualmente lo hago, escuchaba las noticias; el locutor hablaba en su tono natural, claro y fuerte mientras redactaba una nueva:
     «El joven encontrado muerto esta madrugada ya fue identificado como Edgar Orozco Villa, de 26 años de edad. Autoridades sospechan que el sujeto fue asesinado con algún explosivo en las afueras de la comunidad. Posible arma empleada le fue sujetada en el tórax a contra de su voluntad y consiguiente a ello, explotó dejando sus pulmones y riñones destrozados. Autopsias serán realizadas para descifrar la causa especifica de su muerte. Civiles declaran que el ahora difunto "explotó de tanta cochinada que se metía". Los tendremos al tanto, gracias por sintonizarnos. Los dejamos con este corte comercial».

Recordé al joven Escarabajo que había llamado ayer a Radio Suicidio. La estación de la que nunca había escuchado antes, y de la relación que había entre la definición del cadáver, y la canción que había solicitado.  DJ Tánatox mencionó algo de reventar en mil pedazos. La relación era definitiva, y probablemente no haya sido un homicidio, si no un suicidio hecho de alguna forma.
Al llegar a la oficina comenté éste descubrimiento con mis compañeros. Impresionados, sintonizaron en la radio del local 89.1 FM. El resultado sólo fue ese sonido rasposo que ocurre cuando se está sobre una estación sin emisor. Me llamaron loco, y me dijeron que dejara de juntarme con Edgar, quien al parecer. era reconocido en la comunidad por pasarla todo el día bajo efecto de alguna sustancia. Cosa irónica, yo no tenia idea de quién era. Al acabarse mi jornada, me retiré a mi departamento, aun creyendo en Radio Suicidio. Estaba dispuesto de volver a escucharla. Mantuve sintonizada 89.1 todo el resto del día y no recibí señal alguna. Únicamente ese ruido ininterrumpido, que me provocaba dolor de cabeza. Tuve que tomar un descanso. Salí con una bebida y afuera ya había oscurecido. Dos señores tomando cerveza hablaban sobre Edgar Orozco.

—¿Te enteraste del muertito? —le comenta uno al otro mientras bebe de su cerveza light.
—¡Ah, Si! —responde el otro hombre, efusivo— Es el conocido de una prima de mi esposa. Dicen que le debía dinero a unos del cártel y no quería pagarles lo que les debía, y lo despacharon.
—¿De verdad? —pregunta el hombre después de un eructo por la cerveza— No creo ¿qué dinero les iba a lograr pagar si estuviese muerto? Les sirve mejor vivo, digo yo, así lo tendrían amenazado a él y su familia.
—Pues sabe. Eso me dijeron —respondió su amigo, confundido—, y aparte que ni tenia familia. Se murió su madre, se divorció, y desde entonces lo veías vagar de vez en cuando por ahí todo lelo.
—Se me hace mas probable que se haya matado —dijo el señor, en teoría— para huir de lo que debe.
—¿Tú crees? —y tomó de su cerveza— Puede ser. De tantos químicos que se metía de seguro le explotaron por dentro al maricón ese.

Vaya. Me sorprende el impacto de la gente respecto a un -posible- suicidio. Es acojonante como está visto el aniquilarse a uno mismo por diferentes grupos sociales. Algunos lo consideran un acto heroico; un sacrificio hacia los dioses, seres valerosos por disponerse a provocarse una asfixia o que le vuelen los sesos y queden plasmados en la pared como pintura contemporánea. Otros lo ven una tontería; el acto cobarde más grande, el de huir de los problemas por medio de la muerte. En mi opinión, diría que se ocupa mucho valor para ser así de cobarde. Es como una gelatina: una mezcla de las dos temperaturas del valor y la cobardía.
  Tomé un poco de aire. Por coincidencia, la bebida que había sacado era la misma cerveza que tomaban  aquellos señores. Al acabármela, entré de vuelta a mi apartamento y Radio Suicidio seguía ausente. Cambié de planes, me subí a mi automóvil y me encaminé al río local. Estaría como a unos 5 minutos desde donde me encuentro. Encendí el carro y la estación la cambie a 89.1, y ahora, en lugar de escuchar ese ruido agresivo y rasposo, una canción sonaba. La había escuchado antes. La letra dictaba algo como "Guardo dos compases, de respiro, de alivio, de silencio. Guardo y dejo todas mis fuerzas en ésta frase y ésta melodía". Era la misma de anoche. Al acabar, la estación volvió al doloroso sonido y opté por bajar el volumen. Al rato llegué al río y ahí estaba una Silverado. Por alguna razón, las autoridades no la habían encontrado. Me acerco, y el coche tenía un terrible aroma, peor que el de perro muerto y orinado, con un toque de pinacate aplastado, tenia los asientos remojados por tequila y aroma típico de hachís. Y en efecto, dentro estaban las botellas las tequila, y otra de agua. En la guantera había cinta adhesiva industrial, una bolsa que tenia toda la pinta de cocaína, y en seguida una extrañas piedras parecidas a carbón, solo que más grisáceas, del tamaño de una pelota de béisbol. En la estación de radio estaba sintonizada la 89.1. Este Silverado sin duda era de Edgar, también conocido como Escarabajo, pero él no se encontraba, por obvias razones. Inspeccioné de cerca esa piedra extraña...

—Carburo de calcio —me dijo alguien que estaba a mi espalda. Me asusté.
   Me volteo, la persona que me habló era un adulto vestido con un smoking morado, pantalones morado, una camisa del estilo del renacimiento, su pelo estaba canoso, y su cara era picuda. Traía puesto un sombrero de copa alta que le hacia juego al smoking.
—¿Perdón? —le pregunté, confundido.
—Eso que tienes en tu mano —apuntó— Es carburo de calcio.
—¡Ah! —comprendí— ¿Y qué hace o qué?
—Verás. Me pasas la botella vacía ¿por favor? —Me pidió, y extendió su mano. Se la dí. Teniéndola a un lado se equipó con un martillo que estaba en la cajuela, y en una superficie golpeó la piedra hasta que se haya convertido en muchos trocitos de la misma para introducirlos dentro de la botella.— Te recrearé a Escarabajo.
   ¿Escarabajo? Es el seudónimo que usó el joven encontrado muerto esta mañana. Y eso es algo del que sólo dos personas aparentemente se habían enterado: DJ Tánatox y yo. Ésta persona, sin duda alguna, era DJ Tánatox. Opté por permanecer callado respecto a eso. Convenientemente -quizá demasiado- un escarabajo venía rodando una generosa bola de popó. Parecía totalmente empeñado en movilizar ese trozo de excremento; lo hacía como si para eso hubiera nacido, para estar llevando caca de un lado a otro. DJ Tánatox, que, traía unos guantes finos blancos puestos, lo agarró del tórax, separándolo de su preciada bola de popó y a fuerza lo introdujo en la botella. En el fondo habitaba un escarabajo descubriendo ese limitado espacio. El hombre tomó un trozo de excremento y lo metió junto con el escarabajo. Al verla caer, este se acuesta encima de ella como si fuera un preciado oso de peluche para una niña. Fruncí un poco el ceño al ver ese acto. Él sólo rió ligeramente.
Imagen: Miguel Alejandro Fernàndez
—Por más blanco el guante —me dijo— se tiene que ensuciar, y no hay problema, porque la piel queda intacta.
   Eso me cambió la cara de leve asco a leve entendimiento.
—Ahora ocupo la botella que tiene agua. —me solicitó.
  Se la pasé, en silencio.
—Jojojo! —carcajeó— me siento todo un científico.
    Dentro del envase con carburo de calcio, un escarabajo y su preciado trozo de excremento, empezó a verter agua. La reacción fue que un humo de gran presión saliera. Siguió trasegando agua, y en cierto punto la cerró fuertemente usando la tapa.
—¡Ahí va Escarabajo! —gritó, mientras arrojó la botella al aire. No sé si se refería a la persona, al insecto o a ambos.
La botella estaba siendo inflada por el humo que salia de la reacción, no se soportó y explotó. Se podía apreciar el humo dispersarse por el paisaje. De pronto, de la gran masa de humo, el escarabajo sobrevivió, y ahora su forma cambió. El escarabajo había sacado sus alas. Se le veía escapar del humo en zig-zag. Probablemente porque se ha aturdido. Éste escarabajo, sin duda alguna, tenia una coraza muy resistente.
—Esas alas le acaban de surgir —me dijo, mirándolo con una sagaz sonrisa, como la de un padre apreciar a su hijo caminar por primera vez.— igual que a Edgar.
   Ambos quedamos en silencio, pensativos. Yo mantenía una posición cabizbaja.
—Pero no es algo para entristecerse. Él tenia alas por dentro, listas para despegar. Siendo una criatura atrapada en una prisión transparente, crees que hay algo mas allá pero no lo alcanzas, y eso porque el escarabajo se sujeta con toda pasión a su excremento. Les encanta la materia fecal, y a otros las fuerzas externas los meten dentro de la botella. De todas maneras, terminas atrapado, sujetado a la popó recolectada, y cuando menos lo esperas la presión se intensifica a modo que no aguanta la jaula y explota, y tú junto con ella, ahí es cuando el escarabajo puede volar. Una metamorfosis incidental, hemos de llamarlo.
  Me quedé callado, en verdad no tenía nada que objetar, e inicié a imaginarme a Edgar. No sé como sea físicamente, pero inmediatamente lo representé flaco y ojeroso, empujando una bola de popo con papeles de cuentas no pagadas incrustados y en el camino encontró otra bola de excremento, pero esta traía botellas tequileras de alta calidad, hachís, cocaína y carburo de calcio, y la inició a llevar consigo. Quizá las dos bolas se fueron haciendo demasiado grandes hasta el punto de combinarse y hacerse una gran bola de excremento que amaba y odiaba; que era lo único que tenia. Lo único de lo que pendía quisiera o no. Y en el momento en el que le fue vista en peligro esa posesión, la intensidad del ambiente se formó inhabitable. La presión alrededor de Edgar el Escarabajo llegó a no poder mas y...
—¡BAM! —gritó DJ Tánatox, extendiendo sus manos simulando una explosión como si estuviera leyendo lo que pienso, dándole el final esperado a la historia. Se echó a reír.
Después de eso, seguí el trazo del escarabajo volando hasta que perdí rasgo de él. DJ Tánatox desapareció.
Volví a mi automóvil, lo encendí, y la radio se prendió junto con el carro y una voz cirquera en un volumen bajito exclamó:
«Radio Suicidio ¡Todo es un lío!»

Wednesday, February 5, 2014

Yeyei

Me gusta verte sin maquillaje, aparte de ese que compras, el otro.

Saturday, February 1, 2014

Materia Prima

La respiración no me alcanza para completar lo que piden los pulmones
¿Cómo son las sensaciones del buen vivir?
Vivir...; vivir ¿Vivir?
Estas prendas no me cubren lo más vulnerable
Un bastón, para el ya pesado y cansado recuerdo.

La imagen del pasado viene y va
nunca las podre alcanzar, ni reproducir.
No hay papel que te diga lo que necesitas,
ni corazón que te susurre lo que sigue.

La iluminación nunca alumbró la cabeza de alguien,
tristemente, el brillo fue de unos centavos,
la propina que nos dejaron, del ultimo golpe que nos dieron,
Lo repartimos:
Algo a la verdad,
algo a la mentira,
algo a la vida diaria,
algo a lo irreal.

Y a los que no les toco, espérenme a la vuelta.

ö / 2011