Tuesday, December 20, 2022

¿Cómo rayos podemos conocer a otra persona?

Te puedes ver chiquita,

así, tierna, 

pero tu vida

tan grande

tan desatada

a veces abrumadora

maquilla los ojos del cielo

con el delineador del borderline.


Y todos los demás

todos los demás tan dispuestos a tí

a regresarte la sonrisa,

a servirte otra copa,

prenderte otra bacha,

poner la canción que tarareas,

escuchar tus ensayos,

mencionarte a sus amigos,

conseguirte trabajos,

conseguirte shows,

conseguirte tickets,

llevarte a la playa,

escribirte elogios,

notas periodísticas,

tweets ardidos, 

tweets calientes,

tweets cringe, 

comprarte vuelos, 

para atravesar el vasto mundo

y si el mundo es vasto,

no sé qué decirte,

de la distancia entre mi escritorio 

y el lugar donde sea que estés

en cualquier momento

de la historia. 

Monday, December 19, 2022

Una salida (intersección)

Yo estaba lleno de sushi

pero aún no terminaba de pasar la noche contigo

arrancamos en el carro destartalado de mi tía

que recién me guiaste a reparar a una llantera.

Con ese carro,

nos reintroducimos en esta ciudad 

que hemos conocido toda la vida

quise ver tus ojos ver las calles 

quise escuchar tus fotos, imaginarlas

tu rutina, tu andar por agua prieta 

bajo los majestuosos árboles

que cubren estos fríos caminos

que hemos tomado por mundanos

y ahora me has convencido de lo contrario.

 

 

Tomamos por la línea fronteriza

describiste cada mural con tu tierno asombro

con tu tenue voz, con tu floreciente cadencia

(tienes un don musical, no hay duda).

Después, te pregunté si ya conociste la nueva biblioteca,

la que está en construcción,

me contestaste que no,

"yo tampoco" confesé

y te llevé allá

y nos estacionamos en la pura entrada

¿te acuerdas de las alegatas que tenía esa señora?

tenías miedo, lo sospeché

pero no podía privarte el pequeño sentido de aventura

que nos regaló aquella líquida noche

una noche que ya se escurrió entre mis dedos

"entre más placa, menos placa" te dije

y recorrimos en la oscuridad aquella biblioteca

vacía, pequeña, surreal, en cierta medida,

"parece hecha en minecraft" me dijiste.

 

Llegamos a la Alaska,

intercambiamos anécdotas chistosas

temimos a la cosa esa que da vueltas

bromeamos sobre el golpazo en las nalgas

que da la resbaladilla del elefante

y apareció un gato

y allí te conocí en tu forma más pura

tengo la certeza

"no tengo uno de esos" me dijiste

como si los gatos fueran coleccionables,

pensé en buscarte alguno que esté en adopción. 

Al irnos, te pregunté si la pasabas bien.

Dijiste que sí, y seguimos nuestro camino, 

construyendo un consenso

sobre religión, fiestas y chile colorado, 

consenso

que se desvanecería en el aire.

 

Pasamos por lo que fue la alberca municipal

te conté "aquí murió mi tío, ahogado, borracho"

pasamos por lo que fue el salón de eventos imperio

te conté "allá asesinaron a un amigo de la familia"

con tus ojitos reaccionarios me bastó para saber

que la intranquilidad de la mortalidad

no cabía en tus manos tan chiquitas

¿por qué te tuve que hablar de eso?

¿por qué tuve que decorarte el charco con los cadáveres

de sujetos que nunca conociste? 

 

Estábamos fuera del DC Deportivo 

en unas escaleras ocultas 

tu usabas la vieja chamarra de mi papá

quise tomar una foto,

me ganó la vergüenza

y en su lugar, contemplamos la calle 11 

te vi en el reflejo del cristal negro del DC 

y sentí una calidez que creí perdida,

cayó sobre mí

una confianza en que el anhelo

intuye una disposición a la vida.

Después me pediste que te dejara en tu casa

una parte de mí sufría por el fin de una noche

pero pendía del consuelo de una siguiente

me guiaste de regreso,

"soy malísima dando instrucciones" me dijiste

¿qué tan probable sería perdernos un par de horas más?

derecho, a la derecha, vuelta en u, a la derecha, izquierda

llegamos y tus gatos te recibieron:

con flojera, con frío,

cuales buenos gatos

y el caso es que

después de eso

me dejaste de hablar.

 

y yo no quería reconocerlo

pero siempre temí 

a la inevitabilidad de tu desprecio

¿fue algo que dije?

¿estoy muy feo?

¿estoy muy viejo?

¿fui condescendiente?

¿fui arrogante?

¿pretensioso?

¿aburrido?

¿incómodo?

¿qué fue lo que está abriendo poco a poco esta herida

de incomprensiones,

de cosas no dichas?

 

¿y qué pasó?

¿te tatuaste el dragón?

¿cómo fue estudiar psicología?

¿recuerdas aún la vez que conociste la biblioteca?

¿le has contado a tus hijos de los murales?

¿te has vuelto a tatuar?

¿cómo lograste la titulación?

¿fuiste a muchas fiestas?

¿lograste pasarla bien?

¿eres profesionista o investigadora?

¿en qué lugares trabajaste?

¿qué fobias has enfrentado?

¿en tu retiro le dedicaste un segundo de pensamiento a aquella noche?

¿aún crees que zombies te saldrán de algún oscuro rincón?

¿estás en tu mecedora viendo el tiempo pasar 

imaginando los edificios que fotografiaste en tu juventud?

agua prieta debe ser un pueblo fantasma para este punto de la historia

y dime

¿aún mantienes tus posturas?

todavía recuerdo cuando dijiste

"ese muro no debería existir"

a mí me tomó tanto deconstruir 

algo que para ti era obvio.

 

Minutos antes de despedirnos

te dije, "un gusto conocerte,

eres muy linda"

y vi tu semblante cambiar

"ya lo arruiné" pensé,

"de tus vibras"

agregué, como un idiota

¿fue eso?

la más invasiva hebra de la ansiedad me dice que fue todo.

 

Segundos antes de despedirnos 

me preguntaste 

"¿seguro que no quieres de lo que quedó de mi sushi?"

te dije que no

pero desconocía

que estaba rechazando el único péndulo empírico

bajo el que se dictó nuestra intersección. 

 

 


dosmildiecialgo


Octubre de dosmildiecialgo
Me fugué de mi casa a medianoche cuando mi entonces novia me dice
"Estoy sola, te tengo una sorpresa"
Me empaco condones
y las arenas aguapretenses solas se movían
llevándome a mi y a mi erección entre callejones que siempre me la pelaron
directo a su puertita.
No toqué, claro que no.
Entro por la puerta trasera y aquel pasillo aquel laaargo
lleno de cachibaches norteños (herraduras, caballitos muy bonitos los caballitos)
culmina en su cocina y ZAZ
"Feliz aniversario"
La mesa tenía servido un par de spaghettis verdes
una botella de Merlot Gato Negro
La cama la acomodó en la sala.
Tomamos asiento
lloro
lloro frente a un par de spaghettis que se pasaron al dente
lloro frente al primer vino que tomé en mi vida
lloro y atrás la cama adornada de continente inconquistable
En fin, lloro frente a ella
"Estoy en tan feliz"
Me hace piojito y qué hacemos
pos llorar.

(octubre 2015)

Te como

Te como

como carcome la contaminación,

y en mi lengua tengo una yaquesita encaramada

y los escudos de Sonora se extienden

la cubren, bajo un manto

que vuelan como enaguas 

siguiendo el rastro de sus palmas

y el manto entona

tu nombre como un cálido mantra

cada vez que apagas con tus pestañas

Hermosillo en llamas.


Te como

como carcome el cáncer

y de mi boca chorreas

cual chocolate derretido

consumiendo el cerro Gallardo.

Es un volcán oculto,

erupta

(toda la pólvora de la frontera para esta escena).

Resulta el primer canto de la historia

y ya no es el cerro Gallardo renaciendo

es tu voz

que reviste mi forma de extrañarte

y en el horizonte

sólo te veo a ti.

 

(julio, 2017)

Thursday, December 15, 2022

El niño perdido

De niño pensaba qué sería convertirse

en lobo domesticado, un loco enamorado

que me toquen el quelite, el niño perdido

y por último el torito,

ay ay ay.....

Ahora temo a mi incómoda disposición

por arruinar cada relación,

romper promesas,

ser un fracaso de lobo estepario,

decepción de aquel niño que pensaba que las mujeres

se embarazaban automáticamente al casarse.

 

Quise asentarme, saberme en un lugar,

hablarnos entre iguales, no temerle al compromiso

y encontrar la seguridad ontológica de Bachicuy,

pero me faltó.

 

Me faltó el coraje

de divertirme en el KCs.

Me faltó el sentido

de los domingos en Cabullona.

Me faltó la certeza

de un lugar después de la muerte.

 

Quise ser aguapretense,

Hidropetense,

Charqueño.

Quise saberme

todas las rolas de los APSON

Quise encontrarme,

subirme a la troca,

despojarme de la ansiedad,

Devorar libros,

devorar tragos,

e inventarme misericordia

en el glacial de enero.

 

En cambio,

cambié mis tardes de lectura,

mis noches de parranda

por hundirme en Facebook,

donde vi el dolor de aquellos que conocí en la escuela.

Si, en Facebook

en Facebook vi la extraña despedida de aquellos que perecen,

en Facebook vi a mis contactos desaparecer,

dejándome con los memes más insulsos que nadie jamás imaginó.

 

Y ahora,

más achacoso que nunca,

conozco mejor mi cuerpo

y el no-lugar que es,

a partir de lo que voy perdiendo.

Y he perdido más que mi cuerpo:

He perdido amistades,

en mi carpeta de ansiedades están sus nombres.

Recuerdo los momentos bellos y recuerdo el fracaso,

y la decepción y el a veces necesario distanciamiento.

 

Recuerdo también,

De niño ir al rancho con mi papá,

subirme al caballo, que de pronto se alocó

y sentir, por primera vez,

que el corazón se me sale por el pecho,

y ser rescatado por mi apá.

De niño pensaba que fui salvado.

Ahora pienso:

Cómo diablos montas al caballo a un niño solo.

Ahora pienso:

Cómo rayos le hace uno para rescatarse de este caballo desbocado

Cuando no hay de quién, ni de dónde agarrarse.

Éramos salvajes

Éramos salvajes,

herejes e imprudentes,

solíamos infiltrarnos a funerales 

robarles donas a los desamparados

servirnos del café 

cuya abrumadora función 

era mantener la vigilia durante el luto.


Éramos salvajes,

adolescentes incautos, 

con un semblante de perrito indefenso

nos camuflajeamos en la funeraria,

mirábamos a los llorantes 

con ojitos de pésame,

mientras reclamamos vasos y servilletas 

para asegurar nuestro lunch.


Éramos salvajes,

candidatos a lobotomías,

sepultamos nuestro cabello

en algún rincon de mi casa

y ahora está incrustado

en la composición química

de cada mala hierba de Agua Prieta.


Éramos salvajes,

un rito de paso inédito,

reinvenciones morales,

victimas de nuestro tiempo

e insondables deseos

que nos condenaron

quizá

a ser individuos absurdos.