Monday, December 19, 2022

Una salida (intersección)

Yo estaba lleno de sushi

pero aún no terminaba de pasar la noche contigo

arrancamos en el carro destartalado de mi tía

que recién me guiaste a reparar a una llantera.

Con ese carro,

nos reintroducimos en esta ciudad 

que hemos conocido toda la vida

quise ver tus ojos ver las calles 

quise escuchar tus fotos, imaginarlas

tu rutina, tu andar por agua prieta 

bajo los majestuosos árboles

que cubren estos fríos caminos

que hemos tomado por mundanos

y ahora me has convencido de lo contrario.

 

 

Tomamos por la línea fronteriza

describiste cada mural con tu tierno asombro

con tu tenue voz, con tu floreciente cadencia

(tienes un don musical, no hay duda).

Después, te pregunté si ya conociste la nueva biblioteca,

la que está en construcción,

me contestaste que no,

"yo tampoco" confesé

y te llevé allá

y nos estacionamos en la pura entrada

¿te acuerdas de las alegatas que tenía esa señora?

tenías miedo, lo sospeché

pero no podía privarte el pequeño sentido de aventura

que nos regaló aquella líquida noche

una noche que ya se escurrió entre mis dedos

"entre más placa, menos placa" te dije

y recorrimos en la oscuridad aquella biblioteca

vacía, pequeña, surreal, en cierta medida,

"parece hecha en minecraft" me dijiste.

 

Llegamos a la Alaska,

intercambiamos anécdotas chistosas

temimos a la cosa esa que da vueltas

bromeamos sobre el golpazo en las nalgas

que da la resbaladilla del elefante

y apareció un gato

y allí te conocí en tu forma más pura

tengo la certeza

"no tengo uno de esos" me dijiste

como si los gatos fueran coleccionables,

pensé en buscarte alguno que esté en adopción. 

Al irnos, te pregunté si la pasabas bien.

Dijiste que sí, y seguimos nuestro camino, 

construyendo un consenso

sobre religión, fiestas y chile colorado, 

consenso

que se desvanecería en el aire.

 

Pasamos por lo que fue la alberca municipal

te conté "aquí murió mi tío, ahogado, borracho"

pasamos por lo que fue el salón de eventos imperio

te conté "allá asesinaron a un amigo de la familia"

con tus ojitos reaccionarios me bastó para saber

que la intranquilidad de la mortalidad

no cabía en tus manos tan chiquitas

¿por qué te tuve que hablar de eso?

¿por qué tuve que decorarte el charco con los cadáveres

de sujetos que nunca conociste? 

 

Estábamos fuera del DC Deportivo 

en unas escaleras ocultas 

tu usabas la vieja chamarra de mi papá

quise tomar una foto,

me ganó la vergüenza

y en su lugar, contemplamos la calle 11 

te vi en el reflejo del cristal negro del DC 

y sentí una calidez que creí perdida,

cayó sobre mí

una confianza en que el anhelo

intuye una disposición a la vida.

Después me pediste que te dejara en tu casa

una parte de mí sufría por el fin de una noche

pero pendía del consuelo de una siguiente

me guiaste de regreso,

"soy malísima dando instrucciones" me dijiste

¿qué tan probable sería perdernos un par de horas más?

derecho, a la derecha, vuelta en u, a la derecha, izquierda

llegamos y tus gatos te recibieron:

con flojera, con frío,

cuales buenos gatos

y el caso es que

después de eso

me dejaste de hablar.

 

y yo no quería reconocerlo

pero siempre temí 

a la inevitabilidad de tu desprecio

¿fue algo que dije?

¿estoy muy feo?

¿estoy muy viejo?

¿fui condescendiente?

¿fui arrogante?

¿pretensioso?

¿aburrido?

¿incómodo?

¿qué fue lo que está abriendo poco a poco esta herida

de incomprensiones,

de cosas no dichas?

 

¿y qué pasó?

¿te tatuaste el dragón?

¿cómo fue estudiar psicología?

¿recuerdas aún la vez que conociste la biblioteca?

¿le has contado a tus hijos de los murales?

¿te has vuelto a tatuar?

¿cómo lograste la titulación?

¿fuiste a muchas fiestas?

¿lograste pasarla bien?

¿eres profesionista o investigadora?

¿en qué lugares trabajaste?

¿qué fobias has enfrentado?

¿en tu retiro le dedicaste un segundo de pensamiento a aquella noche?

¿aún crees que zombies te saldrán de algún oscuro rincón?

¿estás en tu mecedora viendo el tiempo pasar 

imaginando los edificios que fotografiaste en tu juventud?

agua prieta debe ser un pueblo fantasma para este punto de la historia

y dime

¿aún mantienes tus posturas?

todavía recuerdo cuando dijiste

"ese muro no debería existir"

a mí me tomó tanto deconstruir 

algo que para ti era obvio.

 

Minutos antes de despedirnos

te dije, "un gusto conocerte,

eres muy linda"

y vi tu semblante cambiar

"ya lo arruiné" pensé,

"de tus vibras"

agregué, como un idiota

¿fue eso?

la más invasiva hebra de la ansiedad me dice que fue todo.

 

Segundos antes de despedirnos 

me preguntaste 

"¿seguro que no quieres de lo que quedó de mi sushi?"

te dije que no

pero desconocía

que estaba rechazando el único péndulo empírico

bajo el que se dictó nuestra intersección. 

 

 


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